Cada día me parezco más a mí
o me aproximo más a aquella idea que tenía de mí
cuando me daba por imaginar
como sería cuando llegara a viejo.
Pues aquí me tenéis:
viejo pero sin olor a podrido,
maduro pero sin exceso de uso,
entrañable como aquél viejo
que tanto me gustaba imaginar.
Soñador por los cuatro costados.
Arrugado como un higo paso.
A veces simpático
y a veces, estúpido.
Piel más seca y acartonada
pero eso sí, más sensible.
Mis ojos siguen siendo de verde esperanza.
Mi cuerpo hace tiempo que dejó
de ser cuerpo danone.
Sigo igual o peor de mal hablado.
Mantengo en pie la misma ironía.
y me sigue encantando
sonreír por la vida.
%20(1).jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario