«Hace veinticinco años nació mi primogénito Hikari con una anomalía cerebral, lo cual fue un golpe para la familia, por decir lo mínimo. Y, sin embargo, como escritor, he de reconocer que el tema central de mi obra ha sido la manera en que mi familia se las ha arreglado para vivir con este hijo. De hecho, debo admitir que mis ideas sobre la sociedad y el mundo en general, se basan en la experiencia de vivir con él y en lo que he aprendido de este modo».
«El hecho de tener un hijo en ese estado me ha llevado a conocer a muchas personas con discapacidad, a sus familiares y a quienes contribuyen a su rehabilitación, y he visto cómo cada cual soporta su propia carga. Los signos de ese sufrimiento son claramente visibles los rostros de estas personas. Y quienes los rodean están sin duda marcados de una manera similar, pero creo que hay otra señal que comparten, el rasgo común de su decencia».
«He podido conocer a no pocos padres, sobre todo a madres, de hijos con discapacidad. Tuve la sensación de que todos ellos, en algún momento decisivo, se habían dicho a sí mismos: “No tenemos alternativa. Sigamos adelante”. Y así lo hacían. Pero quien crea que viven en una lucha constante, pecaría de sentimental y sería inexacto. Lo cierto es que sus hijos les dan auténtica alegría. También yo puedo dar testimonio de ello, por mi propia experiencia en casa, y con todo soy consciente de que mi mujer y yo hemos dicho innumerables veces esas palabras demasiado familiares: No tenemos alternativa. Sigamos adelante».
«Es necesario cierto valor, tal vez una clase de valor triste, para admitir que ha habido, y sigue habiendo, momentos en los que la familia, y yo en particular, no hemos sido capaces de dominar el enojo causado por Hikari».
«Las personas con discapacidad nos han mostrado la estrechez de nuestras miras. La sociedad que las excluye es por definición débil y frágil. Si abordamos la cuestión de cómo el conjunto de la sociedad aprenderá a aceptar la vida en común con sus miembros discapacitados, todos nosotros nos hacemos más libres, lo cual sugiere una oportunidad para la creación de una nueva clase de humanidad».