EL MUNDO ESTÁ LLENO DE OVEJAS DESCARRIADAS

 

El mundo está lleno de ovejas descarriadas.

Primero, son ovejas porque balan y hablan a modo repetitivo y  porque hasta ahora, eran perfectamente obedientes al que tiene el mando.

Segundo, son descarriadas porque de alguna manera se salieron de la fila.

Tercero, eso no indica, que éste tipo de ovejas descarriadas, que estén dispuestas a alterar el orden establecido. Quizá, pueden oponerse algo y al principio, pues al cabo de un rato de libertad, vuelven por si mismas al redil. Con un rato de libertad les basta y si se prolonga un poco más, empiezan a padecer de inseguridad y cada oveja se escapara como buenamente puede. El miedo les hace perder la referencia de grupo y cada una tomará una dirección distinta y al final se darán por perdidas.

Cuarto, la iglesia contempla la figura de la oveja descarriada, pero la tiene como ejemplo a no repetir y que con el arrepentimiento, la confesión y el castigo del señor o penitencia, toda oveja descarriada podrá volver al redil, que en éste caso en concreto, es volver al rebaño de la santa madre iglesia.

Quinto, las ovejas descarriadas practicarán el sexo de forma libre. En cuanto vuelven al redil, las ovejas sólo practicarán se xo para la procreación.

Sexto. Y en eso estamos. Estamos en la normalidad del redil y el que está forrado de pasta se dedica y en los tiempos que corren y con la que está cayendo (Hambre y pandemias, etc.)...se dedica a jugar a los cohetes espaciales y yo llego más lejos que tú. Y juegan haber quién la tiene más larga. Y así nos va por éste mundo de ovejas descarriadas que sólo balan y nada más.

 















FUERA YO CAPAZ (Batania)

 

Fuera yo capaz

de amarte en picado

sin quererte mía;

fuera solo un peine

que pasa por tu pelo

y no lo retiene.


 
















BAR LOS CUÑAOS TODAY (José Antonio Illanes)

 

LOS IMPUESTOS
Hoy ha habido otra bronca en el Bar los Cuñaos. Por la mañana corrió por la barra la noticia de la subida de impuestos y a mediodía el foro estaba al rojo vivo. Ferreras manoteaba tras la grasienta pantalla del televisor mientras los canarios le porfiaban el discurso en las jaulas y Paco el carpintero chiflaba contra el Gobierno a todo meter mientras tiraba de un bodeguero encabronado con la parroquia.
-¡Que nos suben los impuestos, hijos de la gran puta! –Clamaba- ¡Otra vez! Y vengan casoplones y chaleses y maletines de Venezuela y viajes en fálcones y buenas vacaciones –golpeó la barra con tanta furia que uno de los altramuces voló hasta mi copa de vino- y vengan pagas a los moros y chiringuitos a las feminazis, y yo tengo alquilada una plaza de garaje para pagarme el autónomo, que mi coche duerme en la calle, y no puedo ni subir la renta lo que quiera. Y ahora cuando vaya a comer a lo mejor me encuentro okupas en el piso.
Mientras farfullaba –en el Bar los Cuñaos las mascarillas son un vicio de rojos-, las miasmas de los altramuces me salpicaban impúdicamente. Aparté la copa de vino. Me sacudí. Intenté escabullirme con una leve sonrisa.
-No se apure –dije por decir algo-, que a usted no le van a subir los impuestos.
El camarero salió al quite: ¿Cómo que no? A todos, caballero, ¡a todos! Que lo he leído esta mañana en El Mundo y lo ha dicho Ana Rosa. Subida brutal de impuestos. Nos vamos a cagar.
-Sí… bueno… balbuceé, si usted gana 300.000 euros al año y su piso vale diez millones a lo mejor…
-Oiga, oiga –me interrumpió el carpintero quitándose un lápiz de la oreja. La oreja del carpintero era peluda por dentro y por fuera, como oreja de orangután, y casi tan grande como su mano-, usted no será socialcomunista ni del potemos ese, ¿verdad? –Me encañonaba con el lápiz mientras yo me limpiaba la mejilla- ¿O es que usted no lee los periódicos? ¿No escucha a don Carlos Herrera? Le estoy diciendo que nos van a freír a impuestos, que van a arruinar a las clases medias, como siempre que gobiernan. No va a quedar ni una puta empresa.
-En Cataluña ya no quedan –terció el camarero- por culpa de los separatistas.
Así siguieron un buen rato, que si impuestos abusivos, que si test masivos, que si dictaduras van y vienen, que si narcogobiernos y toques de queda y golpes de Estado, y vengan tirones al bodeguero que no entraba mi muerto… Después de muchos empellones, ladridos del perro, sonrisas fingidas y miasmas de altramuces logré salir a la puerta con la copa intacta y los zapatos percudidos de cascarrias de serrín y de avellanas. Cada vez que voy al Bar los Cuñaos prometo no volver a ese sitio tan emputecido y ruin, pero la tentación me puede, soy español.
Me apoyé en la puerta a tomar el vino, ya sin ganas. Respiré hondo. Un rayo de sol me templaba las manos. Los canarios chiflaban en el interior y el carpintero seguía con su arenga: “¡Los ricos se irán de España! ¡Aquí no van a quedar ni las liendres! ¿Quién va a dar trabajo? Qué ruina, Manolo, qué ruina…”
De nuevo me pregunté qué insondable resorte mental lleva a un pobre artesano o a un simple obrero a creerse un potentado y a sufrir como propios los problemas de un magnate. Al marcharme sentí un líquido caliente en los bajos del pantalón. El bodeguero de Paco se me había meado encima, que es lo que hacen los perros de los ricos en los pantalones de los pobres. Qué pena de pantalones, qué pena de España y de españoles.

 
















PAULA ENSENYAT. "A veces me besa".


En el pecho se agitan
vendavales de agosto, 
murmura el mar
y en lo profundo,
sorprendida,
sonríe la tristeza.

A veces,
la soledad
me besa
y yo
sonrío.

 

 



 


 














YO PREFIERO SER ASÍ

 

Dejemos de flotar en ese vacío sin aire en el que hemos caído. Ahora se trata de salir del agujero y asomar la cabeza con cuidado y por si acaso alguien está cortando la hierba y de paso rebana nuestra encomiable y prometedora cabeza. Y como deciros que sin cabeza no somos nadie (aunque sin alma, tampoco lo somos), pero sin cabeza pareceremos pavos de navidad recién muertos y matados. Y salgamos con la cabeza bien alta, mirada al frente, sostenida en un punto más alto y a paso casi militar (sin serlo del todo y para que no lleguen a pensar que nos gusta lo militar). Que a algunos puede que les guste (para gustos hay colores), pero a mi no me gusta nada todo que huela a violencia, muerte y guerra. Que sí, que prefiero ser un abraza árboles que un sediento guerrero en busca de sangre.
Yo prefiero ser así.
Me gusta ser así.
Quiero ser así,
Amo ser así.
Y el que quiera votar a Vox...que no cuente conmigo. Soy anti Vox, soy antifascista. Y Vox y a veces el PP de Casado, me recuerdan a la casa de mis abuelos paternos,
donde todo olía a rancio y a miedo (que si profundizamos un poco, ese olor a miedo tiene un fuerte aroma a meo de los wáteres públicos). Todo eran normas estancas, órdenes y castigos ejemplares para de nuevo, volver al miedo.
Casi todo estaba prohibido. Pensar no era una opción. La opción era obedecer con los ojos cerrados y a paso marcial y no rechistar nada de nada. También estaba prohibido.
Por tanto, si llegara el caso de que Vox ganara unas elecciones, yo estoy convencido que haría maletas para huir al fin del mundo.
Ya viví tiempos siniestros (por suerte, no fue mucho tiempo) y de aquellas épocas ya me había jurado a mi mismo, que no volvería a vivir en un estado de sitio.























INTUICIÓN (Martín Acosta)

 




TRIPAS

 

Lo que a veces duele en el bajo vientre

es el movimiento espasmódico de los intestinos 

buscándose un hueco o acomodo.

Hay veces

en que las tripas se retuercen con demasiado anhelo

y parece que se montan las unas en las otras.

Cólicos, le llaman algunos.

Yo le llamo,

hablar con las tripas

y con el corazón en la mano.

Pasión intestinal

y ardor guerrero en plena lucha.

Tripas revueltas y retorcidas

que a veces

maúllan como gatos desesperados en medio del caos.





















OSCAR WILDE

 




Malditos recuerdos


 Malditos recuerdos

decía el poeta 

maldita sea tu estampa

digo yo de vez en cuando

y maldita sea tu existencia

me repito algunas noches

en que mastico cristales de amor y pena.
















ELLA Y ÉL

 

Ella se durmió

pensando que yo no había sido real.

Y ella se murió

pensando que había sido irreal

y que todo era un cuento mal contado.

Y ella

después se dijo

y ya en el otro mundo

y sí...

y sí...

y si lo hubiera hecho todo de otra manera

pero en esto cayó el telón

y se acabó la función.

Claro que él

se dijo más o menos lo mismo

y entonces ya no hubo vuelta atrás

y cayó el telón definitivamente.


 





















Isabel Allende, La suma de los días

 

“Dicen los budistas que la vida es un río, que navegamos en una balsa hacia el destino final. El río tiene su corriente, velocidad, escollos, remolinos y otros obstáculos que no podemos controlar, pero contamos con un remo para dirigir la embarcación sobre el agua. De nuestra destreza depende la calidad del viaje, pero el curso no puede cambiarse, porque el río desemboca en la muerte. A veces no hay más remedio que abandonarse a la corriente.”



 



















Sylvia Plath

 

"Los milagros 

ocurren, 

si es que se puede llamar 

milagros a esas 

espasmódicas,

radiantes, ilusiones de dicha".




 
















ME GUSTA EL VIENTO

 



"Me gusta el viento

me acaricia por fuera

y me remueve por dentro

y todo lo que me remueve

suele ser fuerte e intenso".

 


















"Me gusta el viento

me acaricia por fuera

y me remueve por dentro

y todo lo que me remueve

suele ser intenso".

INSTINTO DE SUPERVIVENCIA

 

Hay un arriba

y hay un abajo

y por el medio hay un lugar

donde anida la medianía.

Yo no sería justo

(que no lo soy)

sino reconociera

que la mayor parte de mi vida

transcurrió en la zona mediana.

Igualmente puedo decir

que los pocos momentos de arriba

fueron intensos y alucinantes

y para mí desgracia...

lo mismo pasó con mis peores momentos.

Cuando subí...subí y hasta la cima...

cuando bajé lo hice hasta al averno

y a veces me rescaté

cuando estaba con el agua en el cuello.

Instinto de supervivencia, le llaman.

Y debe ser que de ese instinto

voy más que sobrado

y porque siempre he salido a flote

de mis peores momentos.


 



















ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...