PARA QUE NO SE RÍA DE MI (Batania)

 

En diecisiete años me dio tiempo
a dedicarle muchos poemas,
pero nunca le escribí ninguno
con la palabra “aurora”.
Ya me entendéis.
Para que no se riera de mí. Para
que no me tomara por un poeta.

Decidí ocultarle
mis ojos pequeños de frío, los grados celsius
de mi tindaya, hasta qué siempres
me había clavado a ella.

Me prohibí decirle “te amo” más de tres veces al día.
Me obligué a tratarla con dureza.
Y empecé a escribirle poemas
distintos a los que había escrito.
Poemas que no parecían poemas
para una mujer que no parecía
una mujer.

Ahora que se ha ido
y bebo despacio
del agua dudosa de mi garganta,
he vuelto a escribir poemas
que parecen poemas. Poemas
de auroras y ocasos y melancolías.
Pero no voy a publicarlos.

Ya me entendéis.
Para que no se ría de mí. Para
que no me desprecie.

Para que no me tome por un poeta.





























NUESTROS SUEÑOS


Me encuentro preocupado por el acontecer de los acontecimientos. Me preocupa el día a día y el aburrimiento que a veces se produce porque sí o porque no. Me preocupa la corruptela de los políticos que tenemos y todo su choriceo de ave rapaz. Me preocupan los desahuciados y los parados que hay y los que habrá. Me preocupan los derechos civiles, libertades sociales y por supuesto, los derechos laborales. Me preocupa que esto no cambie y que tampoco haya una alternativa clara, concisa y radical. En fin, me preocupan tantas cosas que ya no sé de que tengo que preocuparme. Quizá debía empezar a preocuparme por mi...pero hoy no es el día de preocuparme de mi existencia.
Por tanto, no me voy a quedar en esa fase, en la de mirarme el ombligo, llorar y quedarme preocupado, porque simplemente esa actitud fomenta el inmovilismo de las ideas y corres el peligro serio, de quedarte tal estatua de sal. Prefiero seguir hacia adelante y repartir estopa a todo lo que se menea y respira. Ahora bien y tengo que decirlo claro (además de a voz en grito), tampoco tengo una alternativa idónea y profundamente meditada, tengo apuntes, tengo pequeñas pinceladas que a veces están mal pintadas. Repito, tengo pinceladas y unas cuantas ideas sueltas dentro de mi hueca cabeza, pero señores ¿qué le vamos hacer?...uno es humano y yo solo no puedo con y contra todo. No puedo ser soldado en el frente y al mismo tiempo ser un ser clarividente que desglosa su estrategia y planifica sus tácticas con rigor de una mente clara y planificada. Lo siento, no puedo diseccionarlo todo y al mismo tiempo, estarlo cosiendo. Yo creo que somos muchos los que estamos preocupados y quizá si sumáramos quizás pudiéramos hacer algo, pero yo solo predicando y sin saber a quién y para quién predico, creo que no va a ser suficiente.
Me gusta creer que el mundo puede cambiar. Me gusta pensar que puede haber igualdad y libertad y trabajo y trabajo bien pagado y en condiciones y que el hambre desaparecerá de la faz de la tierra. Sí, me gusta pensar eso, como me gusta soñar que el dinero no es necesario o que nadie nace por encima de nadie, ni que el agua potable es una propiedad privada que sirve de negociete (para unos pocos) a costa de nuestra sed. Por soñar que no quede, soñar de momento es gratis y es lo único que no nos pueden controlar los gobernantes de nuestro globo terráqueo... ni vía internet, ni siquiera con los drones espías o con los satélites que nos vigilan desde el espacio estelar. Los sueños son nuestros y es el último poder que nos queda. Por tanto soñemos y sigamos soñando. Y sino nos dejan soñar...pues... seguiremos soñando.























MI ESTADO...


¿Y cuál es mi estado?.
Mi estado natural, es ser un pez anfibio que se cuela por los espesos humedales de los pensamientos y con el fin de sacar algún provecho que nos de o que me de, una indicación de por donde debemos evolucionar o por donde podemos vivir mejor. Yo busco y rebusco y voy hilando ideas, me gusta el coser las cosas y el buscar ese punto de relación que tienen y que lo consiga o no, ya es otro tema. Pero os puedo asegurar y jurar que moriré en el intento. Busco siempre las claves que tiene la vida, araño en sus secretos más hondos y me sumerjo entre sus imposibles y para que se hagan posibles o por lo menos, que mis ideas se puedan aproximar.
Mi estado civil, es de divorciado con tres maravillosos hijos. No me considero un divorciado desesperado y buscador de pareja, pues me encuentro muy bien sólo y además están mis tres hijos y a los que quiero más que a mismo (es decir, con toda mi alma). La soledad es buena o es mala y según como la veas y como te la encuentres. La soledad ahora es mi compañera de viaje y es la que todos los días me escucha y me acompaña. Antes (hace unos cuantos años) no, antes la soledad era como un gran monstruo al que le tenía pánico, terror y miedo. Ahora, es un gran tesoro que está lleno de momentos entrañables e íntimos y que ya quisieran muchos tener.

Mi estado de salud, es el óptimo para un tío que empieza su decrepitud o que va camino hacia su ocaso perfectamente aceptado. Mi estado de ánimo, está por las nubes y todos los días me subo a la parra y después no hay quién me baje y todos los días tengo que esforzarme en ser un poco más real. Mi estado de sexo, es muy bajo, está bajo mínimos y casi toca el suelo del pozo más profundo que jamás os podáis imaginar (pero de momento, no me produce traumas ni tumores cerebrales). Mi estado de Luna, es el de la luna llena, pues la luna llena me inunda de entusiasmo y a veces me pone tanto... que hasta me transformo en hombre lobo que sale a pasear por los muelles de mi pueblo. Mi estado de sentimientos, es desbordante, me sobran sentimientos por todos lados y me desbordan por todas las costuras. Pero también tengo que decir, que son muy selectivos o sea que no voy queriendo a todo el mundo y echando lindas florecitas por las calles de mi pueblo. No, yo tengo la misma capacidad para querer como para no querer y además me encanta eso de tener esa capacidad repartida a partes iguales o casi y es que me gusta tanto querer como dejar de querer. Y por eso os quiero tanto y por eso os odio tanto o más (mentira). 



























LA NO VIOLENCIA


Los nervios no son mi principal virtud. Hablo de los nervios descontrolados y fuera de sí y porque de vez en cuando me entra el "yuyu" y simplemente, aparezco montado del revés. En realidad hace ya tiempo que no entro en ese estado tan anárquico y en donde todo se muestra disparatado o agudizado o extremado y donde tu orden natural de valorar las cosas no te sirve para nada. Digamos, que tu sistema normal de funcionamiento se ha ido de vacaciones y te las tienes que apañar dentro de un sistema completamente nuevo que a su vez, está sumamente radicalizado. Como médico diría, en estados patológicos de éste tipo... primero, habría que buscar la causa o causas y segundo, habría que establecer el diagnóstico y su posible tratamiento. Y dicho esto, me quedaría tan tranquilo y creo que a continuación, hasta me dormiría una placentera siesta. La ciencia espesa pesa y entre otras cosas hace que tus párpados bajen y bueno y que contaros si en la tele retransmiten la vuelta ciclista...pues que la siesta tendría el peligro de convertirse en un pedazo de siestón de 7 quilates. Ahora bien, que haga mucho tiempo que no entre en ese estado de descontrol, no quiere decir que no pueda volver a entrar. No sé, cualquier día de estos, puede que me ponga de nuevo en estado de ebullición.
No sé quién decía que siempre hay prolegómenos o signos de alarma o signos de aviso, pero sinceramente yo no doy con ellos. Porque lo mío es repentino y es como un vómito indomable de mala ostia un tanto asqueroso y muy visceral. Algunos hablan de furia y claro eso me recuerda la famosa furia hispana, que es una forma cualquiera de decir que somos sumamente peligrosos cuando nos revolvemos como cerdos en el suelo. O como escorpiones o como serpientes que se retuercen sobre si mismas y como paso previo a su ataque mortífero. Bueno, algo de violencia y agresión hay que ponerle al cuento nuestro y porque si vivimos dentro de una sociedad violenta y agresiva, digo yo (trato de ponerme en su piel de víbora) que a la raza hispana hay que añadirle ese condimento tan estúpido y tan de mear fuera de tiesto. Creo, que están pasando los tiempos de hombres violentos y héroes de película que sólo matan, agreden y que además, derriten a las chicas. Se trata de hacer otro tipo de hombre y ¿porque no? se puede empezar por dejar de lado tanta agresividad y tanto ataque desquiciado y frenopático.
Pero yo soy de los que piensa que con la violencia tolerancia cero. Ni ataques de ira iracunda, ni gritos despavoridos, ni insultos, ni faltadas, ni verbos agresivos, ni amenazas físicas, ni gestos obscenos o como decía el imbécil de Albert Boadella sobre su compadre el Plácido Domingo: "las manos de un macho no están para estar quietas". Y de eso se trata y se trata de empezar a deslizarse por ese tobogán de la no violencia y del respecto. Y claro, que nadie me pida saber hasta donde llega, porque de momento es sólo una vía por donde se puede avanzar. Ahora bien, también quiero transmitir otro aviso, no voy a comerle la boca a mi enemigo y porque una cosa es la no violencia y otra cosa muy distinta es el estupidez humana del pelota y del cobarde. Quiero decir, que yo no quiero guerra y esto lo digo siendo totalmente consciente y en plenas facultades mentales, pero si me obligan a meterme en ella, estaré en la primera fila...Pero en definitiva sigo insistiendo: ¡No a la guerra!.
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ME SOBRA...


Me sobra todo o casi todo,
me sobran las palabras que me desbordan por el cielo de mi
boca,
me sobran los sonidos guturales,
me sobra la mentira piadosa
y la lujuria mentirosa,
me sobra el viento calmo y sosegado
y el bochorno de las tardes de verano.
Me sobra la violencia con o sin medida,
como me sobran los lloros compasivos,
me sobra el poder del dinero,
y el implacable capitalismo desmedido,
me sobra todo lo mezquino,
y todo lo divino y que además, carece de sentido,
me sobran algunas letras cuando escribo,
y añoro dar un giro en el vacío.
Me faltan golpes, quiebros y amagos,
como me faltan algunas letras del abecedario.
Me sobra y a veces me falta,
y me falta y a veces me sobra,
pero yo os aseguro,
que no me falta, ni me sobra nada,
soy tal como he nacido,
solo que más grande y más envejecido.




















YO SOY DE AGUA SALADA

 

Yo soy de agua salada,
soy más pez espada que piraña,
soy más de la sal depositada en la arena mojada,
que de la piel de tierra que envuelve al mundo,
soy más dermis que epidermis,
soy más víscera sólida que órgano hueco,
son más contenido que continente perdido,
soy mi propio tesoro escondido,
me busco y no me encuentro,
te beso y me desnudo,
me desnudo y te acaricio por dentro,
soy la capa más íntima de tu conocimiento,
soy una idea no germinada,
precoz y dependiente,
anónima y prudente,
entusiasta e influyente,
amable y tiempo dependiente,
yo soy el germen que da una idea,
soy su esencia, soy su núcleo...
y soy su determinación genética.




















Armando Rojas Guardia


 "Los árboles son sacramento de la
paz.

Ellos me enseñan el arte difícil del sosiego,

firme en su aplomo vertical

frente al viento y al látigo incontable

de la lluvia".


SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...