Los nervios no son mi principal virtud. Hablo de los nervios descontrolados y fuera de sí y porque de vez en cuando me entra el "yuyu" y simplemente, aparezco montado del revés. En realidad hace ya tiempo que no entro en ese estado tan anárquico y en donde todo se muestra disparatado o agudizado o extremado y donde tu orden natural de valorar las cosas no te sirve para nada. Digamos, que tu sistema normal de funcionamiento se ha ido de vacaciones y te las tienes que apañar dentro de un sistema completamente nuevo que a su vez, está sumamente radicalizado. Como médico diría, en estados patológicos de éste tipo... primero, habría que buscar la causa o causas y segundo, habría que establecer el diagnóstico y su posible tratamiento. Y dicho esto, me quedaría tan tranquilo y creo que a continuación, hasta me dormiría una placentera siesta. La ciencia espesa pesa y entre otras cosas hace que tus párpados bajen y bueno y que contaros si en la tele retransmiten la vuelta ciclista...pues que la siesta tendría el peligro de convertirse en un pedazo de siestón de 7 quilates. Ahora bien, que haga mucho tiempo que no entre en ese estado de descontrol, no quiere decir que no pueda volver a entrar. No sé, cualquier día de estos, puede que me ponga de nuevo en estado de ebullición.
No sé quién decía que siempre hay prolegómenos o signos de alarma o signos de aviso, pero sinceramente yo no doy con ellos. Porque lo mío es repentino y es como un vómito indomable de mala ostia un tanto asqueroso y muy visceral. Algunos hablan de furia y claro eso me recuerda la famosa furia hispana, que es una forma cualquiera de decir que somos sumamente peligrosos cuando nos revolvemos como cerdos en el suelo. O como escorpiones o como serpientes que se retuercen sobre si mismas y como paso previo a su ataque mortífero. Bueno, algo de violencia y agresión hay que ponerle al cuento nuestro y porque si vivimos dentro de una sociedad violenta y agresiva, digo yo (trato de ponerme en su piel de víbora) que a la raza hispana hay que añadirle ese condimento tan estúpido y tan de mear fuera de tiesto. Creo, que están pasando los tiempos de hombres violentos y héroes de película que sólo matan, agreden y que además, derriten a las chicas. Se trata de hacer otro tipo de hombre y ¿porque no? se puede empezar por dejar de lado tanta agresividad y tanto ataque desquiciado y frenopático.
Pero yo soy de los que piensa que con la violencia tolerancia cero. Ni ataques de ira iracunda, ni gritos despavoridos, ni insultos, ni faltadas, ni verbos agresivos, ni amenazas físicas, ni gestos obscenos o como decía el imbécil de Albert Boadella sobre su compadre el Plácido Domingo: "las manos de un macho no están para estar quietas". Y de eso se trata y se trata de empezar a deslizarse por ese tobogán de la no violencia y del respecto. Y claro, que nadie me pida saber hasta donde llega, porque de momento es sólo una vía por donde se puede avanzar. Ahora bien, también quiero transmitir otro aviso, no voy a comerle la boca a mi enemigo y porque una cosa es la no violencia y otra cosa muy distinta es el estupidez humana del pelota y del cobarde. Quiero decir, que yo no quiero guerra y esto lo digo siendo totalmente consciente y en plenas facultades mentales, pero si me obligan a meterme en ella, estaré en la primera fila...Pero en definitiva sigo insistiendo: ¡No a la guerra!.
Todas las reacciones: