FIN DE AÑO

 Fin de año, que no fin de siglo, ni de època, ni de vida por otra que en principio podía ser más interesante. Simplemente pasamos de un año para otro y por el medio quedan las 12 campanadas que marcan el punto de salida y de entrada. Yo era mucho de fin de año, de pasarlo muy bien, de emborracharme como un piojo, de celebrarlo a destajo y en plan agónico y desfasado y como si se me fuera la vida en ello. Pero la vida pasa y uno va cambiando con el tiempo. Es lógico yo ya no estoy para noches largas y frías y además me aburren y de sobremanera, las conversaciones en medio de un ruído de fondo atronante (música le llaman algunos) y entre vahos alcohólicos. Alcohol y ruído, era un fórmula mágica de otros tiempos, ahora prefiero la quietud del silencio, la música clara y suave y sin que se te rompan los tímpanos y las cuerdas vocales. Me siento viejo pero no resentido con la vida. Agradezco lo que he vivido y como en su mayoría lo he vivido, pero que nadie me busque las cosquillas con todo lo que más molesta. Y lo más curiso del caso es que beber y en abundancia, me gusta mucho. Y la música me encanta, pero los grandes ruídos y dada mi edad, aturullan mi confuso cerebro. Bien, la cena, las uvas y las campanadas, unos brindis por lo que sea y poco más. Me llamarán aburrido y muermo, pero lo que tengo muy claro es que lo que me divierte ahora no me divertía antes y al revés también vale.

Ahora me divierte una buena peli, una conversación agradable, una música tierna y suave, el enternecedor calor de una chimenea. El alcohol aún puede que me divierta a veces, pero ahora soy muy exigente con éste tema y si las conversaciones van por temas desagradables, estúpidos, aburridos, pues a éstas alturas de la película prefiero emborracharme sólo. Pero ahora pocas veces lo hago o muy pocas y porque odio el tema de la resaca. Ahora me preocupa el día siguiente, en como estaré al día siguiente y si ha merecido la pena semejante castigo. Antes y de joven, me ponía ciego con todo lo que me caía en mis manos de viciosillo. Ya sabéis de que va el tema problema, unos nacen viciosos y otros en cambio, parecen hijos de controladores en tierra. De las cosas del querer mejor no hablamos en un fin de año y porque un fin de año eufórico y alcohólico, te puede hacer confundir amor con amistad o amistad con necesidad de cariño o sexo. Una noche loca como la de fin de año no deja de ser loca pero hay que tener en cuenta que al día siguiente pagarás sus consecuencias.

No me siento conservador en éste aspecto y por tanto que ahora me sienta más aplacado y blandito. Simplemente me siento diferente y lo que antes me volvía medio loco y excitaba al máximo mi cuerpo y mi mente, pues en cambio ahora mi tema preferido, habla de asuntos sobres el alma humana. Ahora que han pasado en mi vida casi 7 décadas, pienso que cuando era joven y buen chaval, lo mejor que podría haber hecho era dedicarle a las noches de fin de año, más cariño amable y sincero y no tanta borrachera banal y superflua. Y todo esto no quiere decir, pero como no hemos nacidos sabidos y aprendidos, habrá que pensar que todo esto entra dentro de un plan de aprendizaje.


















CAMBIO DE DECISIÓN


 Hace más o menos dos meses había escrito lo que podía ser mi discurso de despedida del trabajo y bueno, era un discurso generalista que tampoco venía a decir mucho. Era un intento de quedar bien, pensando que en general os merecíais unas palabras amables por mi parte y porque así por encima tiendo a ser un poco positivo y ¿porque no? ya que me voy voy a daros un poco de pastel. Pero en la vida pasan cosas que te hacen cambiar de postura y como sigo comprobando que en estos tiempos todo dios se siente capacitado para hablar de mí y de lo mejor que podría hacer al estar tan cerca de los 70 años (aún estoy en 68). Pues eso, yo me figuraba una gran fiesta de despedidad en donde todo dios o casi, iba a participar de alguna manera. Pero claro y dadas las circunstancias actuales, yo no estoy dispuesto a que a mi fiesta de despedida de mi vida laboral acuda todo dios y por una simple razón, tendré que eliminar de la ecuación a todo un nido de víboras. Y por eso os voy a aclarar unas cuantas cosas:

Primero y como ya dije anteriormente, a mi fiesta de despedida vendrá el que yo quiera que venga y al resto que le vayan dando.

Segundo, al que yo no invite ya sabe perfectamente lo que yo pienso de él o de ella. Una mierda tiene más valor que ese tipo de personas.

Tercero, los hay que se atreven a decir en voz alta, que Lamoso (soy yo y por mi primer apellido) estaría mejor en el Vir (Vehículo de Intervención Rápida). Y yo digo, en el Vir estaría mejor tu madre o tu prima  y así de paso, viviriáis en familia y además, quién te ha pedido tu opinión sobre el tema problema.

Cuarto, es que eso de que se pueda estar currando hasta los 70 años, no tiene lógica. Y yo a estos señores les contesto si se aplicara la lógica en éste trabajo, habría una parte del personal que mejor se podía dedicar a otra cosa, a chafardear entre otras cosas y a extender su maldad de pensamiento y actos.

Quinto, lo mío es un  derecho laboral supervisado por salud laboral que me hace la ITV cada año y en ese proceso vosotros no contáis nada. Pero ya lo sabías bestias arpías y desalmadas, ya sabíais perfectamente que yo estoy en mi pleno derecho y si tenéis algún problema conmigo, sólo os puedo decir que nos veremos en las tribunales (ahí es donde os quiero ver).

Sexto, que el que siembra tormentas recogerá tempestades y sino es hoy, será mañana. Y éstas formas de maltrato hacia la vejez, que se hacen disimuladamente en forma de buenos consejos y a escondidas y por detrás y siempre hablando en susurros y haciendo en pequeños y selectos corrillos, pues quiero dejarles muy claro, que hacen uso de otra forma de maltrato.

Séptimo, podía llamaros de todo, pero no lo voy hacer y porque no me apetece entrar en vuestro terreno tan rastrero y grimoso. Pena me dáis y porque todo lo que he hecho hasta mis 68 años os importa una mierda (pero a mí, no) y claro, tendéis a pensar que todos los derechos laborales que ahora tenemos  (y los que nos faltan) nos los regalaron por vuestra cara bonita de vengativos payasos. No soy sois capaces de ver que hubo mucha lucha por el medio, muchas represalias, muchas amenazas de despido.

Octavo, al final lo habéis conseguido y en cambio de mostrar respecto al compañero más viejo, habéis inculcado el odio y la mierda y ahora esa mierda os  está llegando al cuello.

Noveno, pues sabéis lo que os digo, que os vais a joder y porque voy a currar hasta los 70 años sea como sea y si hace falta hasta metiéndome un palo por el culo para que pueda sostener de pie.

Décimo, lo único que me alegra  de todo esto, es que os he visto el careto antes de tiempo y aquél bonito y conciliador discurso que os había escrito hace dos o tres meses, ya puedo limpiarme el culo y tranquilamente con él.

Y por último, el que tenga algo malo que decir de mí, que me lo diga a la cara, aunque eso sé que no pasará. Pero ¿qué le pasa al Lamoso?, ¿porqué está tan alterado?. Pues no, no lo estoy y estoy más tranquilo que nunca, he alcanzado ese grado de madurez de lo que muchos de vosotros carecéis. Estoy tranquilo pero estoy muy cabreado. Hablar de vuestras parejas o de vuestras primas, comeros la polla a dos manos pero a mí dejarme en paz.

Ahora sí que me habéis tocado la fibra más sensible y una vez que me habéis tocado dicha fibra, ya no cabe marcha atrás.

Yo me despideré con todo el cariño del alma de los que se lo han merecido y por ser buenos compañeros/as y mejor persona o las dos cosas a la vez. Del resto daros por despedidos desde éste mismo momento. Y por cierto...que os den por el culo y que os vaya bonito.

Aclaro que un mes después he decidido jubilarme a los 69 años y lo hago por mí y porque dado el verano que tuvimos en número de asistencias y de muertos y tráficos, ahogados e intoxicaciones masivas...pues eso, que he decidido cambiar de destino y en donde la medicina no tendrá cabida. Es verdad, que por el camino recorrido las cosas cambian y una decisión anterior se queda en su sitio. Todo el mundo tiene el derecho de poder cambiar de idea.

















MIRAR EL RESULTADO


Mirar el resultado

yo sigo aquí y estoy aquí

y vosotros estáis en el otro lado

y hay un océano por el medio

y corren ríos de tinta impresa

y caen aguaceros hasta con el cielo despejado.

Nadie exigió la rendición del otro,

ni siquiera que alguien alzara la voz más que el otro

y mientras algunos siguen luchando en la cima del mundo

allí abajo, se muere sin causa y sin motivo

los nadies, los faltos de todo,

los sin tierra,

los apocados,

los tímidos y callados,

los poquita cosa y de vuelo bajo...

serán los primeros en caer en el campo de batalla

y es que la historia la escriben cuatro o cinco personajes

y todos van con traje y cobran por lo que crea su mente perversa:

mentiras, al decir de algunos

engaños, dirían otros

juegos de palabras indecentes que los endiosan

y lo peor de todo

es que siempre se van de rositas.

















DANA, DANA

 Hoy ya cayeron rayos y truenos del cielo y agua a mansalva y viento a pecho descubierto. Le llaman, Dana. Pero tal como vino se acabó hiendo, aunque anuncian que vendrán más entre hoy y mañana. A mín dame igual, como dicen na miña terra galega. Yo estoy bajo techo y tejado y si estuviera en medio de un monte y con el equipo adecuado, una sierra, un hacha, una estufa de leña desmontable, un saco de dormir y una tienda de campaña, haría como esos tipos (suelen tipos y no tipas) que hacen vídeos de supervivencia en medio de un monte y lloviendo o nevando a cubos. Me hace gracia, como casi siempre llevan un perro al lado, al que no le hacen ni puñetero caso. Ellos van andando a través de un frondoso bosque y donde menos te lo esperas salta la liebre y así eligen el lugar que les parece el más adecuado para montar su chiringuito. Y contra viento y marea, lo montan igual, nieve, llueva o caigan témpanos del cielo. Algunos se ponen a cortar madera como locos enfurecidos y hacen montones y montones de leña que dejarán a buen recaudo. Excavan si tienen que cavar y usando una pala de mierda y para dar más emoción a quié se pueda emocionar con ello, barren adecudamente el lugar y sitio donde van a pernoctar. Sacan cosas y más cosas de su mochila y entre ellas se encuentra esa estufa de leña desmontable que les calentará en esa gélida noche. Montan su tienda de campaña o montan su cabaña con piedras y madera recién cortada.

La cama, oh¡ la cama tiene un base de duros palos y que yo con sólo ver esa imagen me destroza mi delicada espalda de viejo. Pero ellos son hombres rudos que apenas sienten las inclemencias del tiempo y de la naturaleza. Son hombres criados en la cima de una montaña, sus entrañas son de duro acero y su piel es de piedra dura. Después viene el coñazo de como se hacen su cena o su comida y se hace coñazo porque se creen master chef cocinando en medio de la montaña o de la estepa siberiana.

Lo más curioso del tema, es que pueden permanecer quietos y sosegados y así disfrutar del delicioso paisaje que les rodea y cuando de vez en cuando se sientan no saben que hacer y porque se aburren y porque en definitiva les importa una mierda la hermosura de ese paisaje. Como antes dije, son hombres rudos que intentan parecer que son tiernos y que lo son sólo con el perro que siempre les acompaña. La nieve y la lluvia a raudales son sus estímulos principales. Su cabaña o cueva o agujero cavado en la tierra, es para que nos sintamos empáticos y solidarios con estos seres que parecen ser más alienígicas que seres humanos.


























"MI EXPEDICIÓN IMPOSIBLE" DE MIGUEL MARTÍNEZ .

 

De niño yo quería ser Marco Polo
Cristóbal Colón y Magallanes juntos
me imaginaba James Cook y Roal Amundsen
y hasta el Doctor Livingstone supongo.
Perderme entre las olas de seda de la China milenaria
gritar tierra a la vista
plantar la suela de mi zapatilla
en la nieve virgen de la Antártida
poner nombre a ríos que aún no existen
descubrir en un recodo de la selva unas cataratas grandiosas
y llamarlas las cataratas de Miguel Martínez
subir a las montañas bajar a los volcanes
y todas esas cosas que exploran los exploradores.
Pero si me daban a elegir una sola expedición
la que yo verdaderamente imaginaba
era una expedición imposible
un viaje al interior del cuerpo de mi madre.
Me convertía en un explorador microscópico
y descendía por la garganta de mi madre haciendo rapel
en el estómago mientras una tribu de ácidos caníbales
pretendía devorarme
yo conseguía escapar a lomos de una bacteria.
Ya en el torrente sanguíneo de mi madre
junto a miles de glóbulos rojos
navegaba rápido de vena en vena y de arteria en arteria
con una de esas canoas llenas de átomos de oxígeno
hasta que llegaba al pulmón izquierdo
y allí bajo un cielo de bronquios y alveolos
soportando tornados y tormentas
pasaba sed y hambre, pero seguía buscando
y nunca dejaba de caminar
hasta que por fin un día luminoso lo encontraba
y conseguía destruirlo:
Aquel azul, recién nacido, estúpido y absurdo
tumor.
































De

ESTAMOS...

  

"Estamos en lo de siempre...
buscando palabras sin cesar
y para tratar de explicar lo inexplicable"

















BALANCE 2.024


 Ya casi estamos en fin de año y toca hacer el balance del año y antes de que el año se acabe. Unos días antes y para tener un tiempo para pensar sobre los hechos acaecidos en el 2.024. Tantos hechos no hubo y digamos que pasé por un año en proceso de transición, pero de transición a no se sabe donde. Éste año no me he enamorado de otra persona ni tan siquiera me enamoré de mi mismo. Un año de dejar cosas y de descargarte de otras. Construcciones nuevas, hubo muy pocas. Tengo que apuntarme como algo positivo, el volver a hacer deporte (gimnasio y padel), de bajar 15 kilos de mi peso (estaba como una foca). Lo de escribir lo fuí bajando y ahora le estoy dedicando y como mucho un par de horas al día. Año de preparación para mi futura jubilación y que haré efectiva en el mes de marzo o abril del año 2.025. El 5 de febrero cumplo 69 años del ala y creo que no hay mejor número para dejar de currar. Me gusta el 69 y por todo lo que implica y porque podía seguir hasta los 70 años, pero éste verano me dije, ¡¡tío no puedes!!. Ya está, misión cumplida y ya está bien de seguir haciendo el imbécil, pues estoy de la medicina hasta los huevos y más y además, económicamente no me quedo tan mal. Me voy casi rozando los 70 y eso lo pueden decir muy pocos. Mi principal razón de seguir trabajando, era económica y no era por gusto o porque me siguiera encantando la medicina o porque no supiera que hacer si dejaba de trabajar. Tengo más de mil posibilidades para poder realizar y me quedan otros miles de sueños por realizar. Tengo la ilusión por vivir intacta y os puedo jurar que en estos últimos 10 años se ha duplicado. Realmente mi última resurrección vital surgió cuando tenía 56 años o sea hace 13 años (a la largo de mi vida tuve varias y algunas fueron más que alucinates).

Yo no pido volver atrás, pero tampoco pido que el futuro me condicione y me refiero, a que una enfermedad me condicione física y mentalmente. Pero claro y como todos sabemos, voy entrando en época de riesgo de que me de un yuyu o que algo maligno se introduzca dentro de mí. Bueno, esto lo sé y lo asumo, pero al mismo tiempo trato de que éste tema no me obsesione. Como decía aquél locutor de fútbol que por cierto ya murió, la vida es maravillosa y bla, bla, blá...Pero tenía razón el gicho o tío y porque conforme uno se acerca a la hora de su muerte, te puedes plantear tu vida de dos formas y me dejo llevar por los pensamientos más negros y más deprimentes o adopto una actitud de lucha diaria contra el oscurantismo. Y desde hace 13 años yo escogí que tenía que ser positivo y hasta cuando estaba más jodido y dañado, tenía que ver el punto más positivo del asunto y aprender de mis errores y ser valiente en mis decisiones. No es que no lo fuera antes, pero yo antiguamente funcinaba con demasiados altibajos. Era un ser fluctuante y oscilaba como suben y bajan las mareas. Y hace 13 años me prometí a mi mismo que no iba a depender de nadie y como en éste período de tiempo  la vida no me deparó demasiadas desgracias, pues que creo que he cumplido con mis expectativas y ahora me siento más fuerte que antes y eso no me lleva a sentirme imprescindible. Soy tan prescindible como lo somos todos.

Pues en el año 2.024 he sido mejor persona y puede que hasta que me sienta más equilibrado y porque he bajado el volumen de mi obsesión principal (que era el escribir), he cuidado un poco más de mi viejo cuerpo (más ejercicio y menos y mejor comida) y he dedicado más tiempo a la observación de todo lo que me rodea. Tengo en mente, ocupar el espacio que va a dejar la medicina, con otros alicientes que van a estimular mis partes más dormidas. Quiero volver a leer, a hablar por hablar, a reír por reír, a seguir escribiendo y mejor que nunca y quiero que por lo menos, parte de mis sueños se cumplan y si por el medio se me aparece la muerte pues mejor que sea de repente. Yo no pido no morir, yo pido morir dignamente y claro y por supuesto, cuanto más tarde mejor que mejor, pero eso sí, exigiendo unas mínimas condiciones físicas y mentales.














 

SEGUROS...PERO NO TANTO


 28 diciembre y fum, fum...fum¡¡. Y así sigue la canción cambiada de fecha. 28 de diciembre y día de los santos inocentes. Y yo ni soy santo ni soy inocente de lo que me sienta culpable, pero hoy se gastan ese tipo de bromas que joden a los inocentes que todo se lo creen y en teoría debíamos ser malos pero muy malos y con todas ganas del mundo mundial. Mi madre era de celebrar semejante día y semanas antes estaba dándole vueltas a que broma gastar y a quién hacérsela este año. Ella disfrutaba con eso y para lo poco que disfrutaba de la vida, había que apoyarla y aunque el tema me siguiera pareciendo una solemne payasada. Pero ante semejante río de alegría que sentía mi madre y como ya dije antes, para un día al año en que así lo sentía, pues uno se hacía como si también lo sintiera. Y bueno y hablemos de un aspecto muy importante, si tú no lo sentías así  y además, lo manifestabas de alguna forma o manera, la manada de hostias que te iban a caer por parte de mi santa madre iban a ser cuando menos que cuantiosas. Por tanto, había que apoyar a la causa de mi madre y reír cuando ella se reía y sonreír cuando no lo hacía y porque ese día era especial para ella y porque se sentía profundamente graciosa y realizada. Y nadie me dijo que lo hiciera, pero de todo se aprende y cuando recibías dos hostias seguidas y por no reírle la gracia de turno (y porque realmente, no la tenía), enseguida te acababas poniendo las pilas y te convertías en el tío más risueño que existía en todo el planeta.

28 de diciembre y nadie me dijo que había un día para tener que ser gracioso. Claro que esto mismo se lo copiaron nuestros amigos o enemigos yanquis para tener que ser asesinos natos y durante 24 horas podías matar a cualquiera que se les pusiera por delante y al día siguiente  de matar al hijo del otro o de la otra o del vecino o amigo, ya podías estrecharle la mano y felicitarle por haber matado a su propio hijo, pero como lo habías hecho dentro de la legalidad vigente, no pasaba nada. Un día para matar a todo quisque y para otros, para vender kits de seguridad y a todo trapo. Hablando de kits de seguridad, resulta curioso (por lo menos) que ahora todos te hablan de alarmas antiokupas y como si fuera una verdadera epidemis imposible de ser controlada, salvo claro está, si tienes un seguro y al que tienes que pagar a toca teja. Los seguros son muy suyos, en realidad son unos putos estafadores que te pagan una o dos incidencias que te han pasado en tu hogar, pero si tienes un año malo, ellos no suman los años que previamente has tenido que pagar y simplemente te dicen en tu puta cara de payaso, usted no nos sale rentable y eso cuando te lo dicen y porque a veces ni se molestan en decirte que te han dado de baja en su seguro y chaval búscate la vida.

Pero no hay leyes que nos protejan lo suficiente para poder mandar a tomar por culo a tanto seguro de mierda. Al final, la caja que hacen al final de año es su único criterio válido. Ahora bien, como tú y como gilipollas que eres, no hayas pagado un mes y por cualquier razón, estos señores te condenan a declarte moroso. Ellos tienen la sartén por el mango y tú simplemente eres y serás un número deudor ( y no una persona) que se ha atrevido a enfrentarse al oligopolio de los seguros. En resumen, te harán moroso y serás declarado como un ser indeseable. Pero la gente o el personal se cree a pies juntillas lo que dice el impresentable seguro que te ha tocado pagar toda la vida. Yo lo pago, pues tú también lo pagas y además, el seguro está para eso, para pagarle toda la vida y para cuando realmente lo necesites te dirán que conducías borracho.























 

VIENTO EN POPA Y A TODA VELA


 La toma de decisiones...¡¡Ay, la toma de decisiones!!. Estoy en el tema de la toma de decisiones y en como se toman y porque se toman y en que porque en realidad me parce tan importante el tema de la toma de decisiones. Porque en el fondo todo es relativo y lo que hoy es importante mañana es una mierda que al parecer un día fue algo importante. Por tanto no hablarme de la toma de decisiones (en realidad, me lo digo a mi mismo y porque no pretendo irle a la yugular a alguien) y de lo importantes que son y de que no se puede vivir sin decir hoy he hecho algo importante. Hoy tengo que decir que tuve amigos que en sus tiempos fueron muy importantes para mí y que ahora y que poco a poco se han convertido en viejos fantasmas, que a veces se cuelan en el mundo de mis sueños y por esas rendijas tridimensionales y que muy poco...pero por muy poco no los llegas a tocar. Yo en ese sentido de la amistad me he sentido un tipo muy afortunado, pero claro he tenido mis lapsus y cuando tenía que demostrar que ahí estaba yo, pues resulta que sí lo estaba pero lo estaba dentro de mi otra dimensión. He sido egoísta y egocéntrico y sobre la amistad decía mucho bla, bla, blá y en realidad en muchos momentos de mi puta vida, no veía más allá de las paredes que delimitaban mi propio ombligo. A veces me entraban unas ganas inmensas de sobredimensionar la amistad, pero eso me pasaba a ratos y a la mañana siguiente me decía para mis adentros, lo de la amistad no será para tanto.

Me pasaba lo mismo con el amor y porque uno cuando se enamora se desborda a si mismo y se siente orgulloso de sentirse enamorado y no sale de su locura transitoria hasta que la marea empieza a bajar. No hay nadie imprescindible y como no hay nadie que se merezca una estatua a la que haya que adorar. Yo, como todos y todas, nos moriremos en soledad y porque cuando uno se muere es algo que me supongo que no se podrá compartir y uno se muere y ya está y punto final. Bueno, vale que después a lo mejor te recuerden y te hagan homenajes...pero tú en vida propia no lo habrás percibido y serás recordado como una persona o como un personaje. Lo que queda muy claro es que nadie se salvará de la quema de la muerte y después de muerto ¿qué te importa lo que digan de tí?. El muerto al hoyo y el vivo a seguir  viviendo y hasta que nazca otro ser viviente que poco a poco te irá sustituyendo. No hay nadie imprescindible y el que se lo crea, por un tiempo se sentirá un dios en la tierra, pero la mecha se acaba para todos y el imprescindible tendrá que bajar de la parra o se la harán bajar los demás. Yo no admito héroes de película, ni dioses de pacotilla y si me apurais, ni siquiera admito dioses divinos.

Estoy de los trepas hasta las mismas narices y también de toda esa manada de jefecillos que ejercen de pelotaris y de bufones. Y de los grandes jefes ya no digamos y porque se consideran los amos del mundo y en realidad son los dueños de su propio cortijo. Y nada más. Pero ellos mismos se elevan sobre nuestras cabezas y nos miran con toda su cara de desprecio. Sus problemas son de otra dimensión y a la cual no pertenecemos los demás, pero en cambio sus beneficios son a base de mejorar la infraestructura con la que nos puedan explotar mejor. En fin, somos putos peones que de vez en cuando ladramos, pero nunca mordemos. Nos tiran un palo y vamos a por él. Nos llaman la atención y empezamos a temblar y empieza el rosario del yo no he sido y es culpa del otro y no me castigues porque tengo hijos por alimentar. El tema es que al final, casi siempre nos bajamos los pantalones y ya se sabe como acaba lo cosa, viento en popa y a toda vela.




















NADA ES ABSOLUTO Y TODO ES RELATIVO

 

Es verdad que muchos dicen que para escribir hay que divertirse escribiendo y obviando claramente que tienes derechoa escribir como te de la real gana. Hasta aburrido se puede escribir cojonudamente y si nos tiramos al río hasta se puede escribir borracho o drogado hasta las cejas. Pero no siempre resulta ser divertido y porque hay momentos en que uno no está para andarse con pendejadas. Yo tengo la gran suerte de haberme divertido hasta las trancas y haciendo una mierda de escritos y en cambio otros días (los menos) me sentía furioso, rabioso, penoso y hasta aburrido hasta la médula. Por tanto, no hay guiones que nos marquen la regla a seguir, ni primero haces esto y después haces lo otro, ni vas a finalizar lo que estás escribiendo cuando suene las 12 en punto. Lo difícil del escribir es saber por donde empiezas y a la vez no obsesionarte con la conclusión final y porque hay veces que pones por delante de todo el epitafio. Uno debe empezar por donde le de la gana y una vez que estás escribiendo ya saldrán otras ideas que te abren las perspectivas y te hacen ampliar tu relato. Desde luego, no hay soluciones mágicas y algunos empiezan a escribir por la conclusión final y después van desgranado hacia atrás. En cambio otros siguen el pertinente o no tan pertinente protocolo que te dictamina los pasos que tienes que dar.

Yo suelo empezar por lo primero que me viene a la cabeza y después me voy perdiendo por los vericuetos que van apareciendo en ese sinuoso recorrido y hasta que me doy cuenta que me estoy perdiendo y que por tanto, es mi deber ir recogiendo hilo y para así engancharme de nuevo al posible guión que fluye dentro de mi cabeza, que a veces es demasiado abstrato o surrealista y a lo mejor no consigo transmitir de una forma correcta mi idea principal. Pero bueno, como dice el otro, no siempre se consiguen las cosas a la primera de cambio. Toda en ésta puta vida que nos ha tocado vivir está dentro de un proceso de aprendizaje y porque nadie nace sabido y aprendido y para eso debemos estar dotados de paciencia, de observación y paciencia y para que podamos aprender de nuestros errores. Yo he tropezado muchas veces con la misma piedra y en cada tropezón he acabado por aprender una cosa nueva y porque el mismo error se puede ver desde tantos ángulos distintos que hasta hay veces que no te enteras que has metido de nuevo la pata ante una situación ya vivida y hasta que pasan unos años (a veces, son muchos) y algunos ni eso y porque son incapaces de aprender de su propio pasado. Ellos se dicen para sus adentros, la culpa es siempre del otro o de la otra y porque carecen de esa parte autocrítica que les hace ser mejores personas. Son seres de ideas fijas y su seguridad se basa en que no pueden dudar de nada de lo que están absolutamente convencidos.

Hay quién me dice a veces, pero debemos seguir un protocolo o unas normas que por cojones debemos cumplir y yo no les digo nada y porque mi silencio indica que no estoy de acuerdo con dicha opinión y porque la vida nos cambia y todo nos transforma y al final, no somos lo que éramos ni lo que vamos a ser. Hay puntos de unión a la largo de todo éste proceso llamado vida y yo tengo rasgos que me diferencian del resto pero esos rasgos se van limando y hay algunos que hasta desaparecen del mapa y sin darte cuenta resulta que te estás convirtiendo en otra persona. Otros rasgos permanecen a lo largo de toda nuestra existencia y por una muy simple razón, porque es imposible que todo se altere. Hay una esencia dentro de nosotros que permanece a través del paso del tiempo, pero también hay que saber aceptar que otra parte de nuestra esencia se va moldeando a través de los acontecimientos que te vayan surgiendo. En fin, que nada es absoluto y todo es relativo.



















ME LLEGA...


 En principio y en teoría...

no podría vivir sin tí

pero resulta...pero resulta... que puedo.

No me siento muerto

ni me siento medio vivo y oliendo a podrido.

Me siento con ganas y con hambre de vida

me noto reivindicactivo y a la vez sensible 

mis dedos son receptores de estímulos

y traducen todos mis sentidos hacia un lenguaje amable

que a veces alguien más comparte.

No pretendo pontificarme

ni subirme a la parra

me llega con sentirme vivo

y a veces querido.


















NADIE ESTÁ LIBRE DE PECADO


Tú de mayor, vas a ser un tío muy problemático, me decían mis padres que en paz descansen, me decían mis hermanos que siempre fueron muy cariñosos conmigo, me decía mi primo que era gilipollas hasta la bandera. Pero nadie cercano a mí dentro de mi entorno familiar, salvo algunos amigos y alguna novia que tuve por el camino, apostaban algo por el futuro de mi existencia.  Mis hermanos pasaban de mí como agua que se lleva la corriente y mis padres para que contaros. Mis padres se pasaban el día y parte de la noche bronqueados y cuando se aburrían de bronquearse mutuamente, pues dirigían su mirada furibunda hacia mi persona y supongo que eso mismo les pasó a mis hermanos y porque yo soy el más pequeño de los tres. Bueno, ellos se abrieron en cuanto pudieron, mi hermana se casó joven y se fue al quinto carajo y para practicar el quedar bien con mis padres y una visita cada equis meses y asunto zanjado y por eso de cuanto mñas lejos, nos irá mejor. Mi hermano hizo más de lo mismo y de repente un día desapareció del mapa y no supe más de él. Pero no preocuparos por ello, 20 o 30 años después se dió cuenta que yo era su hermano pequeño. Y claro para mí ya era un perfecto desconocido que decía que era mi hermano y el que había sido mi héroe cuando yo era pequeño, se convirtió en un bicho que decía que era su hermano pequeño y cuando ya había pasado página y estaba instalado en otra película en la no pintaba nada su presencia.

En éste caso en concreto, yo no reprocho nada y  porque mi hermano hacía mucho tiempo de ello, ya lo había borrado de mi mapa. Era como si de repente te apareciera un marciano que decía que era tu hermano. Pero el insistía en que lo era y yo pensando por dentro y ¿no será que me estás engañando?. Y durante unos años maantuvimos el contacto y no demasiado y porque al fin y al cabo, nunca me fíe del todo en que realmente fuera mi hermano. Mi hermana no, mi hermana era de apariciones más repentinas y fugaces y aparecía un día y desaparecía al día siguiente y a saber cuando volvías a saber de ella. Pero no puedo quejarme, yo era exactamente igual, pero como en éste caso el sujeto problema era yo, pensaba que ella y todo dios al fin y cabo, me comprendería. Pero no señor, mis actos siempre fueron interpretados por ella y por él, como actos maléficos hechos con toda la mala fe del mundo. Y tampoco era eso y hay actos cometidos por mí que fueron imperdonables y que no tienen nombre pero sí adjetivos y no precisamente admirativos (eso lo dicen ellos y también lo digo yo) y hay otra buena cantidad de hechos que entran dentro de mi forma de ser, quiero decir que aparte de los buenos, que fueron muchos, existe una parte de mí que actúa sin malas intenciones, pero así y vistos con el paso del tiempo, puedo entender que pudieran hacer daño.

Yo no soy ningún angelito con cara de bueno, pero tampoco soy el demonio con cuernos ramificados y con rabo todo despeluchado. Para mí el sol siempre sale por el mismo sitio y se esconde por el sitio contrario y con sus variantes, pero el este y el oeste siempre formaron parte de mi vida. Yo no pido perdón por nada o por casi nada y porque siempre hay algo que se cae desde el andamio que poco a poco hemos construído, pero para eso está el seguro que a toca teja has pagado con todos tus buenos actos. Nadie está libre de pecado.

































HAY MUCHAS COSAS POR EXPLICAR


Intento escribir todos los días. Lo juro que lo intento. Pero entre unas cosas y las otras y entre el desgaste que sufren mis articulaciones os puedo jurar que a veces ando como los cangrejos, hacia atrás y sin saber quién me va a dar por el culo. Lo intento con todo mi fervor y ganas, pero el abandono a veces me corroe
y me dejo llevar por su corriente. Vamos a ver, yo no soy un puto héroe que puede con todo y tengo mis debilidades inexplicables y tengo a algunas personas encima de un pedestal (pocas, pero las tengo). Yo podría contaros varios cuentos sobre mi persona, pero ya sabemos todos que los buenos cuentos son simplemente eso, buenos cuentos. Yo podría reinventarme como alguien nuevo, como alguien que quiere desarrollarse de nuevo, como alguien autocrítico que sólo desea transformarse en alguien amable, afable y bueno. Hombre, tengo mis momentos estelares y doy un do de pecho y me convierto en una persona casi insuperable. Querer me quiero pero tampoco pierdo el norte viéndome en el espejo. Me veo y a veces me gusto y otras veces no y en unas pocas me siento neutro y apacible y porque no me entero de que va la vida. Me gusta disfrutar de lo pequeño, de ese tacto que tiene el teclado desde donde escribo, de esa luz tierna y amable de un flexo, de la música que a veces me pongo de fondo, de ese aroma que emana de donde no se sabe de donde. Soy tierno y porque me lo digo yo y soy amable con quién lo es conmigo y amo y amo hasta donde no está escrito y por eso a veces salgo escaldado. Pero mi resumen en ésta puta vida es, es que me siento contento y que pase lo que pase me pueden las ganas de seguir viviendo.

Yo no represento a nadie, ni quiero que nadie me represente. Yo nací en Vigo y sé muy bien que pude nacer en el Cairo o en Gaza y a estas alturas estar más muerto que viviendo del cuento. Pero tuve la suerte de nacer en Vigo y con el mar frente a mis ojos verdes y con el reflejo en mis pupilas de mis queridas islas Cíes (que están en la bocana de mi preciosa ría de Vigo). Podía haber nacido en Namibia o en Sudán o en Mozambique y claro está que estaría metido en la guerrilla local de cada lugar y porque eso va en mis genes (y porque lo tengo claro y no hay más razonamientos posibles). Yo nací en Vigo y claro que estuve metido en la guerrilla local de aquél momento y estuve en primera fila, pero como decirlo, era un guerrillero urbanita que como mucho había lanzado varios cócteles molotov y había encabezado muy pero muy muchas manifestaciones de estudiantes y por eso pasé por la cárcel y fuí castigado como el mayor delincuente del mundo mundial. Un mes en la trena y que de vez en cuando y porque me gustaba sentirme valiente y aguerrido delante de alguna gente, multiplicaba por diez. Pero tengo que aclarar que nunca he pasado hambre o sólo he pasado hambre de estudiante y que a principio de mes me resarcía del hambre pasada el anterior mes.

Yo no viví en el mundo de yupi pero tampoco viví dentro de la miseria y el hambre. Yo nací en una de familia de medio pelo, familia de término medio, a veces rodeado de ricos y pretenciosos y otras veces, haciendo pandi con unos cuantos desarrapados. Mi casa estaba en barrio que lindaba entre dos mundos, a la izquierda (curiosamente) vivía la gente rica y enfrente y a la derecha se situaba el polo contrario. Siempre viví entre esos dos mundos y tengo que concluir que cada uno tiene sus cosas bonitas y feas. Yo fuí feliz viviendo entre ricos y también lo fuí siendo amigo de los más pobres. Pero siendo rico veraneaba y cuatro meses al año (los del veraneo) era un chaval que irradiaba felicidad. El invierno era más duro y ya fuera estando con los ricos o con los pobres, además que mis padres ya no estaban tan entretenidos como en el verano y eso entre otras cosas, significaba tener un mayor control hacia nosotros (sus hijos).
































DE NADA SIRVE...

 

De nada sirve decir que no

cuando en realidad estás pensando que sí.

Pensar por ejemplo en un sí te quiero,

en un sí te amo,

en un sí que te acompaño en tus sentimentos

o en sí te odio y me quedo corto.

De nada me sirvió conocerte

pasado el tiempo quedó un vacío negro

y una herida ahora ya cerrada

pero debo de asumir que quedó la marca.

De nada sirve decir que sí

cuando la duda te acompaña

pues entre el sí y el no

hay valles y montañas.

Más vale decir

que tienes asuntos pendientes

que el dolor no es parte de tu juego

que la palabra simplemente es eso, una palabra

y cuando vienen mal dadas

es mejor pedir un tiempo muerto.













LA ENVIDIA

Estoy cerca de alcanzar algo, algo nuevo, algo viejo, algo que signifique algo dentro de otro algo. Tengo esa sensacion o esa premonición y que nadie me pida que la concrete porque a eso no puedo llegar. A veces algunos tenemos en la boca esa sabor entre dulce y salado pero premonitorio y digo algunos, porque nunca se puede hablar por todos y en nombre de todos. Yo hablo por mí y por unos cuantos más que me supongo que hay esparcidos por el mundo, aunque realmente no los conozca, pero que los tiene que haber. No creo que yo sea el bicho más raro de la tribu, aunque raro lo soy, pero por simple estadística tiene que haber en éste mundo muchos bichos más o menos tan raros como lo soy yo. Rarito siempre lo fuí y tímido y apocado y andaba por la vida siempre metido en mis propios pensamientos que al fin y al cabo no eran tantos, pero coño eran míos y yo me los tomaba muy a pecho. Claro que los demás no sabían lo que estaba pensando y eso a algunos les llenaba de rabia y al final iban a saco a por mí y tío eres demasiado callado y de los tíos tan callados yo desconfío, me decían algunos. Hay personas que no soportan no saber lo que estás pensando y ya sea sobre lo que piensas de ellos (que se podría entender un poco) o ya sea por la opinión que tengas sobre el mundo en el que vivimos y más sabiendo que tú estás disfrutando de ese proceso mental y porque se ve en tu cara y por esa sonrisa irónica, espontánea y llena de vida. La envidia, la puta envidia y la estrechez de sus mentes precarias.

La envidia cochina, es el pecado capital de entre todos los pecados. La envidia te hace ser mentiroso y te hace competir con el vecino o con el amigo o con la pareja y en esa lucha competitiva no hay principios y ni siquiera hay finales, aunque hay un final muy claro, la cosa va a acabar muy mal o peor que mal. La envidia te hace deformar la realidad y aquél que era una buena persona se acaba convirtiendo en un ser sediento de ser más que el otro. Yo de pequeño creo que no era envidioso (por lo menos que yo recuerde) y a base de inculcarme esa ambición ciega con la trataba de educarme mi madre, pues empecé a ser y sentirme envidioso con lo que tenían algunos amigos de mi tierna y azorosa infancia. Claro que esto perteneció al terreno de mis primeras contradiciones, yo quería ser espléndido, sincero, claro y cariñoso y el sabor de boca que me dejaba la envidia, no era precisamente un sabor rico y agradable. La boca me sabía a bilis, a resentimiento y a jugos gástricos regurgitados.

Pero con el paso del tiempo todo se cura y hasta la envidia se cura. Con el tiempo me fuí olvidando de lo que era envidiar y poco a poco y paso a paso fuí transformando la envidia en agradecimiento hacia mis congéneres, sobre todo con los más cercanos. No es que me haya convertido en un ser repleto de amor, porque sigo teniendo mis cosillas raras, mis peores momentos, mis pequeños caprichos, mis rabietas descontroladas y todo esto lo digo con orgullo, pues me siento un ser humano con sus puntos buenos y con sus puntos malos.

 





















LA VIDA...

 

A lo largo de mi pequeña y a veces anodina historia, hay hechos que destacan sobre los demás y porque la vida me ha enseñado a ser cauto y precavido. Aunque eso lo digo ahora y justo en éste preciso momento y porque acabo de venir del gimnasio y entonces mi paz interior está domada y dopada. ¿Cauto y precavido?, yo creo que he sido de todo menos cauto y precavido. Para que nos vamos a engañar y hacerme dulce y meloso si he sido más de mar embravecido que de mar en calma. La guerra corre por mis venas y cada latido es un paso más hacia otra batalla. Reconozco que la vida me enseñó a luchar con viento en contra y lo adverso y agresivo cubrieron gran parte de mi aprendizaje. Y ahora no tengo nada que ver con lo que era y porque al final he aprendido a controlar mis instintos más básicos y elementales. Ahora a la agresividad la tengo contenida bajo un látigo imaginario. Antes pensaba que el mundo funcionaba bajo esa manera tan agresiva de concebir las cosas y que no había otra alternativa posible. Ante un mundo agresivo tenía que defenderme de él con más agresividad. La agresividad en mi casa, en mi barrio, en el cole, entre amigos... eran tan normales y cotidianas, que pensaba que lo de vivir en paz y armonía era un cuento mal contado. Y tardé años, muchos años, en darme cuenta que el cuento mal contado, era precisamente el otro, el agresivo. Haber entendámonos un poco más, tampoco es que ahora vaya de santurrón por la vida y poniendo la otra mejilla a cada capullo que se ponga agresivo conmigo. No señor, tengo una línea roja que salta cuando alguien la toca, pero la diferencia está en que antes saltaba a la mínima y ahora simplemente pasa que el dintel está más arriba que antes. 

He aprendido a tener más paciencia, aparte que ahora el mundo no me resulta ser tan agresivo y eso que realmente lo es, pues hay más guerras, hay más hambrunas, hay más desigualdad social y económica...pero yo no me veo como un sujeto pasivo que se deja llevar por la corriente y puede ser que eso, que eso sea lo que me retenga en éste lado de la película. No rezumo paz y armonía, pero tampoco voy diciendo y pensando que amo la guerra. Mi vida es cosa mía y ahora me siento libre y capaz para escoger de que lado me coloco. Ahora bien, tampoco reniego de mi pasado, pues gracias a él ahora puedo decir que estoy aquí. Culpable se siente el que se queda atrapado en las redes de su pasado y no consiguió evolucionar en sus pensamientos y actos. Hay que evolucionar y no involucionar y no volver atrás y cubrirte con un caparazón que te aisla de cualquier posible avance. Uno debe tomar conciencia de lo que fue y porqué lo fue, pues había circunstancias a tu alrededor que te llevaban a tener que desenvolverte en medio hostil. Si por todos lados recibías ondas y actos de agresividad, fácil era creer que el mundo funcionaba de esa manera. Nadie nació aprendido. Y para llegar a donde estoy ahora, han tenido que pasar todo un montón de procesos negativos que poco a poco y con mucha paciencia han conseguido revertir en un proceso de aprendizaje.

Somos lo que comemos, pero también somos lo que queremos y soñamos. La vida es un sueño y yo formo parte de ello. De acuerdo y por el medio hubo y hay, un montón de pesadillas que a veces ni te dejaban dormir, pero si pese a ello domina el mundo de tus mejores sueños, pues adelante y sigue siendo, persistiendo e insistiendo en tu empeño por ser mejor persona.


















SÁBADO

Sábado, primer sábado después de mi cumpleaños que fue el día 5 de febrero y ese día el mundo tuvo la mala suerte de saber que en una esquin...