A veces, la poesía anda sola,
a su aire y a su bola
anda sin nadie que la quiera acompañar,
busca los rincones más escondidos,
obras de metro a medio hacer,
escombros de viejos edificios,
bosques encantados por la magia del más allá,
muelles abandonados a su suerte,
soledades inquietas,
rescoldos de antiguas hogueras,
decisiones tomadas a ciegas y porque sí,
pérdidas...,y ante estas pérdidas,
se te exige máxima intensidad,
que te dejes la piel en el intento,
que te duelan las falanges por tanto teclear,
que los nudillos se astillen por tanto puñetazo que tendrás que dar,
y que las articulaciones se conviertan en globos a punto de petar,
aquí se te exige el todo
y con la misma pasión de un loco obsesionado,
y con el hambre del que siempre quiere más,
....no es tarea fácil...
pero en ésta vida que nos toca vivir,
nada nos resulta fácil
y si hay que ser poeta
que venga la poesía y que penetre por mis venas.
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