Yo pensaba que sí, pero va a ser que no, que no me gusta...competir. Yo pensaba que estaba hecho con otra madera y para poder luchar en las grandes competiciones que tiene la vida y me parece que no, que soy más blandito de lo que yo pensaba o no lo hago como toca y por la endeblez del objetivo, porque en el fondo sigo convencido que soy un ser competitivo y que estoy hecho para la lucha. Para la lucha física y guerrera lo tengo más que demostrado, me he dado de hostias tantas veces que ahora mismo no recuerdo el número exacto de batallas y escaramuzas en las que me vi metido, pero tampoco recuerdo el número aproximado pero lo que si sé, es que fueron muchas veces y porque yo de pequeñito me peleaba con todo lo que se meneaba o me hablara en plan desafiante, que de aquellas no era todo pero casi todo me resultaba ser agresivo. Más tarde fue la pasma la que puso tieso a base de hostias y de nuevo estoy en el mismo problema: no me acuerdo el número de veces que me pusieron tibio y calentito. Después y más tarde me fui tranquilizando y empecé a darme cuenta que la vida y la historia no han sido montadas a base de hostias (aunque la historia oficial nos diga lo contrario) y poco a poco fui asentando las bases que me llevaron para hacer de mi existencia algo más agradable para ser vivido. Y ahora, no es que tampoco vaya repartiendo flores, besos y abrazos...porque odio tanta amabilidad fingida y tanto sobeteo banal y baboso y tanto besuqueo asqueroso, pero he tranquilizado bastante mi vena agresiva y ya no me pongo tantas veces en guardia y siempre dispuesto a ser el primero en la pelea.
Pero yo sé que instintivamente siempre estuve, estoy y estaré ojo avizor y por eso si me coges desprevenido y me tocas, salto y puede que los puños se me disparen como resortes...pero bueno, a base de autocontrol y de buenos desayunos con tostadas con nutela, he conseguido domar mis gestos más asesinos y más guerreros o agrios. Pero como decía el otro, la procesión va por dentro y habría a más de uno que directamente le rompería su cara de payaso escapado de un circo y esa es la gran diferencia con antes, que ahora casi siempre rompo la cara, pero solo lo hago metafóricamente hablando. Quizá sea, porque la violencia física me va sobrando y puede que ya esté metido en ese camino evolutivo que me lleve a que dentro de un tiempo, también puede que repudie la violencia verbal o quizá todo tipo de violencia existente y bueno y a lo mejor me da por no pisar a las hormigas, ni matar a las putas moscas odiosas (esto último lo dudo y mucho). Y eso me gusta y ese camino me gusta y por eso creo, que me dejo llevar tan fácilmente por esa corriente. Voy hacia la no violencias y yo sin enterarme de nada. ¡Hay que joderse!
No hay comentarios:
Publicar un comentario