Como decía el otro: yo ya no pierdo el tiempo en boludeces. Porque a éstas alturas de la película, ¿quién comulga con ruedas de molinos?. A lo mejor con eso comulga el Papa. Menudo discursito el del Papa, un discurso que suena muy bien, como muy cercano y próximo al pueblo y hasta critica el funcionamiento de la economía de mercado y por tanto critica las desigualdades sociales y la que hay entre los países del mundo. El discurso suena bien, pero a mi ese sonido me escama, me recuerda a otros señores que nos hablaron desde el mismo púlpito, el que sólo está reservado a los poderosos. Me recuerda a Obama y su promesas electorales, me recuerda a Chávez en sus principios, a Evo Morales, a Daniel Ortega, a Hollande, A Fidel Castro y algunos más y que ahora no me acuerdo. Menciono sólo a los de izquierdas, porque de los de derechas ya ni hablo.Todos nos hablaron desde el mismo púlpito, ese que está por encima de nuestras cabezas y desde el que prometieron miles de cosas, cosas que en principio sonaron bien y que poco a poco se fueron diluyendo y que después retomaron en la siguientes elecciones y de nuevo se repitió toda la película. El Papa ahora no depende de unas elecciones, el Papa ya las tuvo y ¿quienés tuvieron derecho al voto?, pues los mismos que apoyaron al Papa fascista anterior, al mismo libertador de curas y obispos pederastas y ese fue su principal mérito, perdonarles la vida. Y el actual, no es lo mismo pero parecido, el tío sabe que hay que ganarse a la peña, sino se quedan sin tribu y entonces se adorna de un lenguaje filibustero y pseudo progresista.¿Me lo creo o no me lo creo?, me creo sus bonitas palabras y me hago más papista que el papa o sigo desconfiando y simplemente espero. Yo me pronuncio por lo segundo, por la desconfianza, y siendo redundante por la desconfianza que me da un Papa que dice ser progresisita y lo eligieron los más fachas de la tierra. Y bueno puestos a rizar el rizo, yo empezaré a creerme algo, cuando él empieze el desmantelamiento de su propio tinglado, cuando vea que no existe el banco vaticano, cuando vea en la cárcel a todos los curas pederastas, cuando vea que deja el vaticano y se va a vivir a una chavola, cuando la Iglesia cotice al Estado y cuando dejen sus privilegios de lado. ¿Es mucho pedir?, pues supongo que sí, pero es pedir mucho más que yo me crea lo que nos cuenta.Algunos hay que tragaron el anzuelo y ahora van predicando en arameo, después y no dentro de mucho, nos dirán que el Papa hizo todo lo posible y que los verdaderos culpables son los poderes fácticos de la Iglesia o sea los que lo eligieron. Y yo pregunto, ¿no suena más a maniobra, no suena más vamos a darnos un lavado de cara y nosotros seguimos y nos quedamos igual, igual que estábamos?. Para creer lo que el Papa dice, primero que limpie su sacrosanta casa y después ya hablaremos....porque a lo mejor de aquellas, ya cambió su discurso. O sea que no me lo creo, hasta que lo vea.
Como decía el otro: yo ya no pierdo el tiempo en boludeces. Porque a éstas alturas de la película, ¿quién comulga con ruedas de molinos?. A lo mejor con eso comulga el Papa. Menudo discursito el del Papa, un discurso que suena muy bien, como muy cercano y próximo al pueblo y hasta critica el funcionamiento de la economía de mercado y por tanto critica las desigualdades sociales y la que hay entre los países del mundo. El discurso suena bien, pero a mi ese sonido me escama, me recuerda a otros señores que nos hablaron desde el mismo púlpito, el que sólo está reservado a los poderosos. Me recuerda a Obama y su promesas electorales, me recuerda a Chávez en sus principios, a Evo Morales, a Daniel Ortega, a Hollande, A Fidel Castro y algunos más y que ahora no me acuerdo. Menciono sólo a los de izquierdas, porque de los de derechas ya ni hablo.
Todos nos hablaron desde el mismo púlpito, ese que está por encima de nuestras cabezas y desde el que prometieron miles de cosas, cosas que en principio sonaron bien y que poco a poco se fueron diluyendo y que después retomaron en la siguientes elecciones y de nuevo se repitió toda la película. El Papa ahora no depende de unas elecciones, el Papa ya las tuvo y ¿quienés tuvieron derecho al voto?, pues los mismos que apoyaron al Papa fascista anterior, al mismo libertador de curas y obispos pederastas y ese fue su principal mérito, perdonarles la vida. Y el actual, no es lo mismo pero parecido, el tío sabe que hay que ganarse a la peña, sino se quedan sin tribu y entonces se adorna de un lenguaje filibustero y pseudo progresista.
¿Me lo creo o no me lo creo?, me creo sus bonitas palabras y me hago más papista que el papa o sigo desconfiando y simplemente espero. Yo me pronuncio por lo segundo, por la desconfianza, y siendo redundante por la desconfianza que me da un Papa que dice ser progresisita y lo eligieron los más fachas de la tierra. Y bueno puestos a rizar el rizo, yo empezaré a creerme algo, cuando él empieze el desmantelamiento de su propio tinglado, cuando vea que no existe el banco vaticano, cuando vea en la cárcel a todos los curas pederastas, cuando vea que deja el vaticano y se va a vivir a una chavola, cuando la Iglesia cotice al Estado y cuando dejen sus privilegios de lado. ¿Es mucho pedir?, pues supongo que sí, pero es pedir mucho más que yo me crea lo que nos cuenta.
Algunos hay que tragaron el anzuelo y ahora van predicando en arameo, después y no dentro de mucho, nos dirán que el Papa hizo todo lo posible y que los verdaderos culpables son los poderes fácticos de la Iglesia o sea los que lo eligieron. Y yo pregunto, ¿no suena más a maniobra, no suena más vamos a darnos un lavado de cara y nosotros seguimos y nos quedamos igual, igual que estábamos?. Para creer lo que el Papa dice, primero que limpie su sacrosanta casa y después ya hablaremos....porque a lo mejor de aquellas, ya cambió su discurso. O sea que no me lo creo, hasta que lo vea.
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