¿Y cuál es mi estado?.
Mi estado natural, es ser un pez anfibio que se cuela por los espesos humedales de los pensamientos y con el fin de sacar algún provecho que nos de o que me de una indicación de por donde debemos evolucionar o por donde podemos vivir mejor y más a gusto con nosotros mismos. Yo busco y rebusco y voy hilando ideas, me gusta el coser las cosas y el buscar ese punto de relación que tienen y que lo consiga o no, ya es otro tema. Pero os puedo asegurar y jurar, que moriré en el intento. Busco siempre las claves que tiene la vida, araño en sus secretos más hondos y me sumerjo entre sus más oscuros imposibles y para que se hagan posibles o por lo menos, que me pueda aproximar a ellos.
Mi estado civil, es de divorciado con tres maravillosos hijos. No me considero un divorciado desesperado y buscador de pareja, pues me encuentro muy bien sólo y además están mis tres hijos y a los que quiero más que a mismo (es decir, con toda mi alma). La soledad es buena o es mala y según como la veas y como te la encuentres. La soledad ahora es mi compañera de viaje y es la que todos los días me escucha y me acompaña. Antes (hace unos cuantos años) no, antes la soledad era como un gran monstruo al que le tenía pánico, terror y miedo. Ahora, es un gran tesoro que está lleno de momentos entrañables e íntimos y que ya quisieran muchos disfrutar tanto como yo lo disfruto.
Mi estado de salud, es el óptimo para un tío que empieza su decrepitud o que va camino hacia su ocaso perfectamente aceptado. Mi estado de ánimo, está por las nubes y todos los días me subo a la parra y después no hay quién me baje y todos los días tengo que esforzarme en ser un poco más realista y comprensivo. Mi estado de sexo, es muy bajo, está bajo mínimos y casi toca el suelo del pozo más profundo que jamás os podáis imaginar (pero de momento, no me produce traumas ni tumores cerebrales). Mi estado de luna, es el de luna llena, pues la luna llena me inunda de entusiasmo y a veces me pone tanto... que hasta me transformo en hombre lobo que sale a pasear por los muelles de mi pueblo. Mi estado de sentimientos, es desbordante, me sobran sentimientos por todos lados y me desbordan por todas las costuras de mi vieja piel. Pero también tengo que decir, que son muy selectivos o sea que no voy queriendo a todo el mundo y echando lindas florecitas por las calles de mi pueblo. No, yo tengo la misma capacidad para querer como para odiar y además me encanta eso de tener esa capacidad repartida a partes iguales o casi y es que me gusta tanto querer como odiar. Y por eso, a algunos os quiero tanto y por eso a otros, os odio tanto o más.
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