Ahora y en este justo momento
mi gran pena
es que en esta isla, no crezcan mis camelias.
Más bien son devoradas por tanto sol voraz
y por el poco agua de lluvia que les cae.
Sequía, le llaman algunos
y yo le llamo,
la gran sequía
porque después de ésta que ahora estamos padeciendo
vendrá otra
y otra...y otra...
y hasta que todo se cubra de arena del desierto
y el mar se inunde de plásticos imposibles de ser reciclados
y entonces,
es cuando no necesitaremos barco para salir de esta isla,
tendremos hecho el camino en medio de semejante basurero.
Mis camelias no crecerán
pero cualquier atisbo de vida
se vendrá abajo como un castillo de naipes.
Y esa es sobre todo,
mi gran pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario