Bajo la deformidad de lo que a veces sentimos
nos enternecemos con alguien que no es quién dice ser,
pero en ese mismo momento
pensábamos que era mucho más que un sueño,
sentíamos que nos iba a dar cobijo,
calor humano y ternura a manos llenas
pero toda visión en túnel tiene su defecto,
apunta hacia ese punto y lo engrandece y lo exagera
y lo que le rodea es lo que en realidad, le sobra.
Y yo me siento marginal y fuera de lugar
no soy la diana de nadie
ni el capricho de un día
ni la idea fija de un transtorno obsesivo compulsivo.
Por tanto
yo me sitúo al margen
pero al mismo tiempo
sigo siendo más planeta que satélite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario