Cada vez que el viento golpea con fuerza mi ventana,
pienso que podías ser tú.
Tengo mi pensamiento viciado por esa carencia obsesiva,
pero no importa,
de algo siempre hay que depender
y si ese algo no tiene nombre ni cuerpo ni siquiera respira
es como depender del amanecer.
¡bendita dependencia la mía!
pienso que podías ser tú.
Tengo mi pensamiento viciado por esa carencia obsesiva,
pero no importa,
de algo siempre hay que depender
y si ese algo no tiene nombre ni cuerpo ni siquiera respira
es como depender del amanecer.
¡bendita dependencia la mía!
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