DE ENTRADA...

 

De entrada...
yo soy amable
De salida...
puedo parecer imbécil,
pero arrepentíos...y por mal pensados,
¡no lo soy!.
Aunque me he pasado media vida
queriendo tener ese título tan despreciativo, 
pero al final resultó
 que soy un ser humano sin cuernos, 
sin rabo,
ni me he disfrazado de maldad
en los carnavales.
Soy un ser que come con los dedos
que beso con los labios descarnados,
que quiero con el ansia del que siempre quiere querer más
y al final,
para caerme rendido a los pies de una diosa que por allí pasaba,
y es que en el fondo,
 no soy tan humano
si dudo que puedo volar en picado
o cuando planeo sobre la paz de un mar plácido y calmo
y cuando puedo sentir todo lo que me duele la vida,
y tal y como ahora, 
me está doliendo.



















 

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