De ustedes...
de ustedes estoy muy harto,
harto de que me juzgan por el rabillo del ojo,
de que me digan esto está bien y esto está mal
y cuando nadie les ha pedido su consejo,
pero ustedes meten el dedo en la llaga ajena
porque consideran que están en su pleno derecho
y nos juzgan y nos condenan,
...siempre nos acaban condenando...
nunca habrá una palabra de ánimo ni una enhorabuena,
se trata de eso,
se trata de machacarnos todo lo que puedan
y como los dejemos a ustedes seguir en su empeño...
nos hundirán en la puta miseria
y una vez hundidos en el fondo del lodazal,
ustedes nos dirán con todo su desprecio,
a los débiles hay que pisarles el cuello y la cabeza
y para que no vuelvan a respirar nunca más.
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