DICOTOMÍA

 Me quedan 11 meses para picar billete, para picar billete en cuanto al trabajo y así jubilarme de una puta vez por todas. Ya tengo 68 tacos y va siendo hora de preparar las maletas y esa suma al completo supone que tendría que estar 11 meses más y exctamente cuando cumpla los 69. 69 años, bonito número para retirarse del servivio activo y pasar a ser un parásito pasivo. Aunque es de persona el tener que reconocer que a estas alturas de la película lo de 69 solo lo veré en números. Hombre... si queremos echarle literatura a la cosa, podíamos decir que esas edades se puede estar perfectamente activo a nivel sexual. Pero no es mi caso y porque con solo pensar en la trabajera que tiene este tema, ya solo con esto me ahogo en un vaso de agua. En mi caso, paso y en el de otros, si lo dejo a su libre elección y si tienes ganas, que te aproveche y si no las tiene, siempre puede hacer lo mismo que yo hago. Es decir, praticar sexo con tu imaginación desbordante y si no es tan desbordante, pues sólo te queda una opción y que es tan válida como las demás, olvidarte del sexo y dedicarte a cuidar las flores de tu jardín.

Si hay algo que he aprendido a lo largo de esta puta vida, es a relativizar las cosas y hoy digo, no al sexo y porque eso es lo que siento y mañana, voy y digo lo contrario y me convierto en un viejo verde todo salido. Lo de viejo verde lo dudo y mucho y porque eso sí que lo tengo claro y contemplo todas las posibilidades posibles menos esa. Yo me veo como un viejo jubilado todo tranquilo pero siempre ocupado. Me veo activo dentro de mi vida. Leyendo, escribiendo, hiendo al gimnasio, ejerciendo de taxista para mi hijo pequeño, arreglando y mejorando mi casa o vendiéndola y comprarme otra casa más adaptada a mi edad (sin escaleras o pocas, no demasiado grande y que sea fácil o lo más fácil de limpiar). Lo demás que diga que voy hacer, es pura literatura inventada e imaginaria.

Aunque caben peros...pero de vez en cuando me voy hacer un viaje. Pero otro día me daré un paseo. Pero otro día espero coger por fin, la bicicleta eléctrica e irme muy lejos. Pero tendré que seguir cocinando y buscando leña y encender mi querida chimenea en la temporada que le corresponde. Hay un millón de peros más que poco a poco intentaré seguir describiendo. Ahora, no hay prisas para vivir, ahora lo que hay es que el tiempo pase lo más lentamente posible y que cada día sea mejor que el otro. Ahora, ya no dices: tengo toda la vida por delante y ahora lo que dices: en lo que me queda de vida tengo que hacer un montón de cosas. Y ahí está la verdadera dicotomía, tienes poco y mucho menos tiempo que antes pero tienes que hacer un montón de cosas que van creciendo exponencialmente.