Las cosas no pasan porque sí o porque a ti te apetezca que así pasen. Las cosas tienen su propia autonomía, como tú tienes la tuya o así, debía de ser. Tú decides en lo tuyo, aunque a veces te lo ponen cuesta arriba y te capan y por eso a veces, te quedas bailando en el espeso hilo de las indecisiones...Pero en general, pongamos que uno tiene el poder de tomar sus propias decisiones (en plan genérico...como los medicamentos). Y uno las va tomando poco a poco o dando pasos de gigante y no importa el como e importa el qué, es decir, al final las tomas y en cuanto las tomas, piensas... pues, allá las consecuencias. De alguna forma hay un momento en que hay que tirarse al río sin contemplaciones y en ese mismo instante, es cuando empiezas a comprender que hay una parte en tus decisiones donde vas a ciegas y "a verlas venir". Algunos lo llaman, riesgo y el riesgo tiene esa parte de absurdo y como muestra un botón. Hoy, he decidido dejar de sufrir. Y suena que te cagas...¡joder! que bien suena, ¡he decidido dejar de sufrir!. Y faltan las dosis de optimismo que siempre hay que poner en el candelero, por ejemplo... lo voy a conseguir y pase lo que pase...y aunque me caiga me voy a levantar de nuevo y pase lo que pase...y ésta vez no me voy a rendir y bla, bla, blá...
He decidido dejar de sufrir y no sé hable más y pin, pan, pum...y fuego. Pues en esa decisión hay mucha bala de fogueo, hay mucho voluntarismo y demasiado deseo. Deseo dejar de sufrir y ¿a qué no es lo mismo?. No es lo mismo decidir que desear. Para pasar de desear a decidir, hay que dar todo un salto cualitativo y ese salto lo marca, la toma de tu decisión. Y no es quiero dejar de sufrir, sino que es... he decidido dejar de sufrir. Entre el quiero y el puedo hay todo un mundo que no siempre es un mundo feliz. Más bien será lo contrario, será un mundo árido, será un mundo agresivo y lesivo, será un mundo de ardor y lucha, un mundo de mucho sudor y esfuerzo y un mundo que para llegar a tu decisión final, primero hay que tirarse por el precipicio. La actitud marca ese salto y esa actitud debe de ser la de un suicida figuradamente hablando, claro.
También como motivación valen otras frases, por ejemplo, sino dejo de sufrir me corto los huevos y después, me los como. Frases que algunos los acojona y que a otros nos estimula. Pero bueno, que cada uno cuide de sus estímulos personales y sino los tiene o no los encuentra, que se dedique a la jardinería. Dicen que las plantas segregan sustancias que te ayudan a superar la depresión. Leí por ahí y no sé donde y además, no me importa, que son bacterias que germinan y sueltan las flores. Yo me quedo con lo de las sustancias. que me parece más sano y más científico y menos guarro que las putas bacterias. Yo esto me lo aplico a mi mismo y tengo un patio y una terraza a tope de plantas y flores. Y lo tenía antes de que empezaran con las teorías de las sustancias antidepresivas que tienen las plantas. Deben llevar incorporado en el estigma y en el polen, el prozac suspendido en polvo de ángel...Y eso sí y aviso a navegantes, no se esnifa, ni se fuma...
He decidido dejar de sufrir y no sé hable más y pin, pan, pum...y fuego. Pues en esa decisión hay mucha bala de fogueo, hay mucho voluntarismo y demasiado deseo. Deseo dejar de sufrir y ¿a qué no es lo mismo?. No es lo mismo decidir que desear. Para pasar de desear a decidir, hay que dar todo un salto cualitativo y ese salto lo marca, la toma de tu decisión. Y no es quiero dejar de sufrir, sino que es... he decidido dejar de sufrir. Entre el quiero y el puedo hay todo un mundo que no siempre es un mundo feliz. Más bien será lo contrario, será un mundo árido, será un mundo agresivo y lesivo, será un mundo de ardor y lucha, un mundo de mucho sudor y esfuerzo y un mundo que para llegar a tu decisión final, primero hay que tirarse por el precipicio. La actitud marca ese salto y esa actitud debe de ser la de un suicida figuradamente hablando, claro.
También como motivación valen otras frases, por ejemplo, sino dejo de sufrir me corto los huevos y después, me los como. Frases que algunos los acojona y que a otros nos estimula. Pero bueno, que cada uno cuide de sus estímulos personales y sino los tiene o no los encuentra, que se dedique a la jardinería. Dicen que las plantas segregan sustancias que te ayudan a superar la depresión. Leí por ahí y no sé donde y además, no me importa, que son bacterias que germinan y sueltan las flores. Yo me quedo con lo de las sustancias. que me parece más sano y más científico y menos guarro que las putas bacterias. Yo esto me lo aplico a mi mismo y tengo un patio y una terraza a tope de plantas y flores. Y lo tenía antes de que empezaran con las teorías de las sustancias antidepresivas que tienen las plantas. Deben llevar incorporado en el estigma y en el polen, el prozac suspendido en polvo de ángel...Y eso sí y aviso a navegantes, no se esnifa, ni se fuma...
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