No soy príncipe de nada,tampoco soy el rey de las mareas,no soy el amo de todo lo que ves y de lo hay más allá del horizonte,soy...como decirlo...,un simple paria que estudió medicina,pero que nadie se equivoquetonto no soy y gilipollas, tampocoy no soy rico, ni pobre,soy de esa clase media que va a menosporque siempre vivió entre dos aguas,esa clase media que no es...ni chichá ni limoná,ni muerde, ni araña,ni se come a nadie ni deja que se la coman a ella.Yo soy un volcán dormido,hago mucho ruído con mis ronquidos,pero al minuto de conocerme,soy como un río de lava incandescente,y no soy lo que aparento,parezco gigante por mi contundencia,pero si me véis de frente y a los ojos,veréis a un tío que no se arruga y que no se encogepero de gigante, no tengo nadasoy más bien luchador y tocapelotas,me gusta incordiar y cabrear al enemigo,adoro la ironía y la sorna,cuido mis flores y plantas como si fueran una prolongación de mis dedos.Por tanto, soy uno más entre otros,no disfruto subiéndome a la chepa de nadiey en cambio, si al fondo del decorado me ponéis por detráshay un precioso faro al borde de un acantiladoy a la luz de luna entonces sí queme sentiría en mi paraíso al completo.
No soy príncipe de nada,
tampoco soy el rey de las mareas,
no soy el amo de todo lo que ves
soy...como decirlo...,
un simple paria que estudió medicina,
pero que nadie se equivoque
tonto no soy y gilipollas, tampoco
y no soy rico, ni pobre,
soy de esa clase media que va a menos
porque siempre vivió entre dos aguas,
esa clase media que no es...
ni chichá ni limoná,
ni muerde, ni araña,
ni se come a nadie ni deja que se la coman a ella.
Yo soy un volcán dormido,
hago mucho ruído con mis ronquidos,
pero al minuto de conocerme,
soy como un río de lava incandescente,
y no soy lo que aparento,
parezco gigante por mi contundencia,
pero si me véis de frente y a los ojos,
veréis a un tío que no se arruga y que no se encoge
pero de gigante, no tengo nada
soy más bien luchador y tocapelotas,
me gusta incordiar y cabrear al enemigo,
adoro la ironía y la sorna,
cuido mis flores y plantas como si fueran una prolongación de mis dedos.
Por tanto,
soy uno más entre otros,
no disfruto subiéndome a la chepa de nadie
y en cambio,
hay un precioso faro al borde de un acantilado
y a la luz de luna
entonces sí que
me sentiría en mi paraíso al completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario