A mi que más me da ocho que dieciocho, que me importa estar bajo la sombra de una bandera española o de la senyera (catalana), los dos son banderas y son igualmente de tela y el viento las mece o las mueve de la misma manera. Para mi el problema no está bajo que bandera se ponga o se someta ésta Isla, para mi el problema es seguir bajo cualquier bandera y sea del color que sea. No soporto más los sentimientos patrios y el por mi patria daría lo que sea, pues que cada uno dé lo que le da la gana dar o sentir, ¡sólo faltaría!, pero que no obliguen a los demás a sentir lo mismo.
Yo me declaro apátrida y eso ¿debe estar castigado? y me declaro apátrida porque yo lucho por romper corsés fronterizos y ser libre pensador en cualquier lugar y sitio. Yo lucho por mi y por toda la humanidad, no lucho por carnets de identidad y mira tío yo soy español o catalán y soy más rico que tú, que eres un pringao portugués o griego o africano o sudamericano. Yo si lucho es por algo y ese algo debe de satisfacerme y lo más plenamente posible, no lucho porque los demás me digan que eso es lo que hay que hacer, ni porque en la coyuntura actual es lo más conveniente y porque yo lo digo (odio las imposiciones). Yo no soy político, yo soy persona y sobre todo yo soy un ser humano.
Y un ser humano debe de luchar por y con todos los seres humanos y no y según de que parcela sea o provenga. Si ya sé que esto es tirarse por un precipicio y que es un canto a la utopía, pero yo como Artur Más tengo derecho a tener un sueño. Y en mi sueño repito, que no hay símbolos ni banderas, no hay exaltaciones a los sentimientos patrios, no hay el "yo amo a mi país y beso la bandera", por no haber no hay ejércitos ni hay armas.
En mi sueño sólo hay sentimientos humanos y esa es mi única patria y esa es mi única bandera. Yo de amar, amo a las personas y no a todas, ni mucho menos, pero lo que tengo claro, es que no amo a los objetos, yo no puedo amar a un trozo de tierra o a un pedazo de tela, puedo sentir apego y cariño y por ser el sitio donde he nacido, pero como animales inteligentes que somos o que debíamos ser, tenemos la obligación de saltarnos las fronteras y evolucionar como seres humanos y no aferrarnos al útero materno y porque es lo único que conocemos.
El útero materno es nuestra referencia del donde nacimos y eso crea un vínculo, pero después ya somos libres para que ese vínculo sea tan grande como es la Tierra e incluso como es el Universo. La ventaja de los sueños, es que no tienen límites, lo que tiene límite es nuestro raciocinio, siempre encasillado y lleno de prejuicios.
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