TALADRO


Cuando el dolor de cabeza se hace taladro, es cuando te das cuenta que no somos nadie. Que en un día cualquiera del mes de marzo (hoy en concreto es 8 de marzo e día da muller), pues que de repente sufres un ataque por alguna bacteria que primero, puede con tus defensas o porque es muy potente o tú estás bajo mínimos en tus defensas y que segundo, se instala cómodamente en algún espacio aéreo que tenemos dentro de nuestra cabeza, pueden ser los senos (así se llaman) frontales y/o los etmoidaldes y puede que se instale en uno de ellos, en dos, en tres o en los cuatro y entonces, allí crea caldo de cultivo para reproducirse y producir a su vez, más pus y en ese mismo momento estamos hablando de una hermosa sinusutis, que se distingue por producir un dolor de cabeza en plan taladro y que no sé alivia casi con nada o tan solo un poquito, además, que cuando se desatasca ese espacio aéreo (está lleno de pus y aire), te saldrán unos mocos asquerosos y amarillentos. Y poco más hay que contar sobre la consabida sinusitis. Bueno sí, que en algunas sinusitis el atasco es tan grande y tan bestial, que no queda otra que abordar el problema quirúrgicamente.

Yo de momento, voy por una o dos sinusitis al año (hay años peores) y claro y según los que mandan en el tema, ese número no justifica una intervención quirúrgica. El dolor, ellos no lo miden. El dolor, lo mido yo y aguantarlo también le toca al menda lerenda. Yo hay momentos en que me clavaría un bisturí en cada uno de los 4 senos y les pondría un tubito que sirviera para drenar tanto pus. Pero no me dejan hacerlo y repito que es por lo de siempre...porque no cumplo los criterios. Algunos me llamarán hombre blandengue y porque parten de varias equivocaciones: una es, que cada cual siente el dolor como lo siente. Dos, que me importa una mierda que me consideren un hombre blandengue y porque al hombre duro y fuerte y que no le tiembla el pulso con nada, me lo paso por el forro de ya se sabe donde.

Ahora bien, este tema va por etapas: hay momentos en que puedo escribir y hasta hacer el pino y hay otros en que desearía que alguien tuviera compasión de mí y me metiera dos tiros y a tomar por culo este pesado de Bruno. Pero nadie, ni siquiera yo, tiene el valor de hacerlo. Entonces seguiremos con los sube y baja de este dolor tan deleznable e incapacitante.
















 

No hay comentarios:

Publicar un comentario