VISTA PANORÁMICA. Parte 2ª

 Yo, a éste asunto que ahora comento, le ha dado todas las vueltas posibles. A lo largo de mi azorosa vida, me paré en muchas ocasiones para hacer una pausa y esa pausa la mayoría de las veces, no me sirvió de nada. Ya sea por acúmulo de problemas propios o por el peso de los problemas ajenos, el caso es que nada o casi nada. Claro que ahora, con la perspectiva que te da estar encima de la ola (además, de la de los años), veo que todos esos pensamientos inacabados, tuvieron un fin y el fin es precisamente, poder estar encima de mi ola. Me explico, si yo no me hubiera comido el coco tantas veces, ahora estaría vacío de contenido, estaría seco como una mojama. Pero de esto te das cuenta ahora, antes todo era sensación de impotencia y de mediocridad. Claro, que éste salto cualitativo que dí para poder estar encima de mi ola, me es, como mínimo, muy dificíl de explicar. Puedo sumar pensamientos inacabados, puedo sumar intuiciones, puedo sumar que soy un alma sensible, puedo sumar todo lo que quieras, pero el resultado final no lo da el resultado de esa suma, no señor. Yo sé, que factores influyen, pero no sé su orden numérico, ni tampoco su importancia. Esto que digo, me suena a la Medicina, me suena a que en muchas enfermedades no se conoce la causa, pero sí los factores que ayudan a producir la enfermedad. Es el mismo argumento, el mismo argumento en el que algo se sabe pero quizá no tanto.

   Ahora me repaso mentalmente y la verdad es que no encuentro la llave. La llave que abre la puerta de la felicidad. La felicidad como valor relativo, que no absoluto, y como valor subjetivo. Pues es verdad, que se puede declarar feliz un descerebrado, que hay muchos, por desgracia, y mira tú... que felicidad más auténtica. Pero él se declara feliz y eso es lo que importa, él se considera feliz y como tal es un estado subjetivo y placentero para él, que no siempre es para los demás. Porque visto desde el plano objetivo, visto con ojos normales, uno se pregunta que clase de felicidad tiene un descerebrado. Bueno, supongo que tendrá la misma felicidad que tiene un cerdo o una gaviota o mismo una rata o un besugo.
   Así las cosas, ahora ya no tengo nada claro. ¿Como se puede llegar a intentar escribir sobre algo tan etéreo y desconocido?. Pero bueno, volvamos al tema que nos atañe. Iba porqué no sabíamos que salto se produce en tu cabeza, que mecanismo dispara las neuronas para segregar la dopamina. Porque esa es otra, hay la explicación biologicista que nos dice que en nuestro cerebro todo funciona como una puta máquina, que todo depende de los niveles de transmisores neuronales, de factores potenciadores, de factores inhibidores y de otros factores que se dedican a bloquear lo que les sale de los cojones. Todo éste engrudo neuronal, toda ésta parafernalia psicodélica de luchas entre diversas facciones, de luchas clandestinas  y otras luchas a tumba abierta, entre buenos y malos transmisores, es de película de ciencia ficcíón (cuando menos). Y eso no quiere decir que la película no sea bonita y buena, sólo que llevada al extremo, es una pelicula que se queda sin argumentos. Hay cosas positivas en estos estudios, claro que las hay y por tanto hay que saber exprimir sus buenos conocimientos. Sólo que hay que intentar eliminar toda su inmensa basura (se me entiende, no).
   Seguiré, lo juro. Pues todo esto que yo escribo, se lo dedico a las personas que ya tenemos una edad, a las personas que ya emzamos a ver la luz al final del túnel. A todos ellos (entre los que me incluyo), les dedico mis palabras y todos mis ánimos. Estoy más que harto, que cuando se hable de ganas de vivir, sólo sea un tema casi exclusivo de genta joven, como si ellos fueran los únicos que tienen ganas de vivir. ¿Y nosotros no?. Pues Yo me muero de las ganas de vivir que tengo.


 


  

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