¡Y MENOS MAL!

Así puestos y todo... hasta parezco un tío serio. Lo parezco que no lo soy y porque soy un tío simpático y más entrañable que la propia mierda y que de vez en cuando, le da por ponerse la máscara de tío serio y duro. Pero es una posturita (lo de ponerse serio). Antes era un tío muy colérico, en general era tranquilo y calmado, pero de vez en cuando estallaba una bomba en mi interior que lo rompía todo, rompía mi puta calma y todo lo que se pusiera por delante. Durante un tiempo y muchos años después, me vi reflejado en mi hijo del medio (tengo tres), por ser en apariencia tranquilo salvo cuando le entraba el siroco. Pero por suerte se fue calmando el solo y hoy en día es un tío estupendo al que quiero con locura. En realidad quiero con locura a mis tres hijos. Y no...y no me arrepiento de haber tenido tres hijos, es decir, no me arrepiento por haber cumplido con mi misión de ser padre y porque así lo quise y porque así me apetecía.

Otros se dedican a viajar sin más y han preferido hacer un largo viaje cada tres meses... y lo han preferido a tener un hijo (no a tener un hijo cada tres meses...sino a tener un hijo o dos o tres en su vida). Opciones tiene la vida y la historia. Claro que cuando te ves viejo y medio acabado, podrás sacar todas las fotos y pequeños recuerdos de todos tus viajes siderales y así podrás dar la brasa a la peña amiga y familiar, con la narración fotográfica de todas tus putas aventurillas de medio pelo. Yo en cambio, no puedo dar la brasa a la peña con todas las fotografías de mis hijos y porque no es ninguna aventura de interés general y aunque sea una historia muy especial, es demasiado mía y creo que me niego a que sea demasiado compartida. Y dar la brasa a alguien, supongo que tendrá su encanto especial... Me lo supongo, porque yo tengo un sexto sentido que capta enseguida si estoy dando la brasa a alguien y por cierto, todos tenemos ese sexto sentido, sólo pasa que algunos lo tienen anulado y porque han preferido dar la brasa a tener activado ese sexto sentido. Vamos a ver...los plastas prefieren ser plastas y pesados y esa es una opción que solo han escogido ellos, nadie les obligo hacerlo. Tú, a lo largo de la vida puedes escoger el ser amable, el ser cariñoso y comprensivo o puedes escoger lo contrario y ser terco y de cabeza dura y ser huraño y ser pesado y plasta...

Mira, ahí estamos en una playa de Indonesia. Véis aquellas rocas... pues hasta allí fuímos nadando y después comimos bajo la sombra de aquel Cocotero, por cierto, alguna vez comiste Cocos así en plan salvaje. Que día más genial, lo pasamos fenomenal. Y por la noche fuimos al bar del Hotel y nos pusimos ciegos a gin tonics. Al día siguiente nos levantamos tarde y muy resacosos y decidimos pasar el día en la piscina del hotel. Si queréis os enseñamos las diapositivas del resto del viaje. Y en eso suena un bostezo (el mío) que a su vez acaba con una frase lapidaria: tengo mucho sueño y mejor lo dejamos para otro día... Y al otro día y como ya estás advertido por su amenaza letal, dirás que no, dirás que no puedes quedar en su casa y por lo que sea (porque te queda muy lejos y mañana tienes que madrugar, porque prefieres cenar al aire libre, porque después de cenar prefieres irte de copas y ponerte ciego como un piojo) y como último recurso podrás decir... me duele tanto la cabeza que prefiero quedarme en casa...Y esas diapositivas pendientes siempre se quedarán pendientes. ¡Y menos mal!.




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ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...