En el devenir de los días,
en los corredores de la muerte,
en el fragor de mil batallas ganadas o perdidas,
en las noches teñidas de ignominia y desilusión,
yo soy mi propio y único sueño.
Al llegar la noche y con ella su melancolía,
por un instante, dudo de todo lo que he sido en vida,
por un momento, me interrogo en el espacio tiempo,
por un segundo, me formulo el porqué de mi existencia,
y al final siempre concluyo :
Yo soy mi propio y único sueño.
En los minutos que pasan,
en los segundos que cabalgan desbocados,
y en los meses que están por venir,
yo soy mi único y propio sueño.
En mi mente está mi Yo y mi propia gloria,
están todas mis coronas de laurel,
están mis medallas de oro y plata,
están mis pecados y vanidades,
están mis ideas atormentadas,
están mis cadenas oxidadas,
están mis peores obsesiones,
están mis malditas pesadillas,
están mis alegrías desajustadas,
y también están mis pensamientos esparcidos por el suelo.
Por el camino he dejado trozos de mi alma,
he dejado corazones rotos,
he jugado a la ruleta rusa con la vida de otros,
he vilependiado a la diosa fortuna,
y alguna vez...
hasta he despreciado a aquél que me tendió su mano.
Todo esto hice yo,
pero al fin y al cabo, yo soy lo que soy,
y yo soy mi propio y único sueño.
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