Hasta el más atontado de entre todos los atontados del mundo se pronuciaría contra el estado de Israel y su política terrorista. No es antisemitismo, es realismo que nada tiene que ver con lo que es propiamente judío. Al pueblo judío como al pueblo palestino los respeto con todas sus letras, lo que yo no respeto es al estado Sionista ni a los de Hamás. Tanto monta, monta tanto. Dos opciones pero mantienen en común el mismo procedimiento, aniquilar y matar y hasta que no quede nadie de los que ellos consideran como su enemigo. Hay quién llega a pensar que la matanza y secuestro realizada por Hamás en octubre, estaba en cierta forma permitida por Israel y porque resulta un tanto sospechoso que teniendo el mejor sistema de espionaje del mundo o casi, va y de repente les falla estrepitosamente y de esa manera tan bestial y en consecuencia, después vendrían las represalias y eso significaría la liquidación del pueblo palestino. Que como estamos viendo, lo están cumpliendo a rajatabla.
El mundo es una mierda y no bastaron 32.000 muertos palestinos, para que los demás países (algunos que no todos) hicieran algún movimiento en contra de semejante matanza y tuvieron que morir varios voluntarios de una ONG de procedencia yanqui (World Central Kitchen) del chef español "Andrés" y entonces y solo entonces, algunos países como EE.UU empezaron a poner el grito en el cielo y por lo menos exigieron una pequeña o mínima retirada de tropas israelíes y que de alguna forma o manera, se crearan pasillos para el suministro de alimentos. Ahora mismo, van 33.000 muertos y seguimos sumando. Un genocidio es lo que tenemos delante de nuestras narices y ya basta el ponerse de perfil.
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