EL QUERER Y ESAS COSAS

 

Creo que hoy es domingo y creo no...y porque lo asevero, que a ningún otro día le he dedicado tantas palabras escritas. Domingo que en mis otros tiempos fue una mierda de día y que en otros, fue el día más feliz de toda la semana y que ahora, es un día más y sin más historia que la que queramos contar. Hace tiempo, pero mucho tiempo que para mí han desaparecido los fin de semana y si ha desaparecido el sábado, ¿que voy a decir del domingo?, pues que ha desaparecido dos veces. Pero aún así y todo, le he dedicado más tiempo, pero mucho más tiempo, para escribir sobre los domingos de mi puta vida. Que al final, tampoco ha sido tan puta, pero como decía el otro, siempre hay quejarse un poco. Mucho no y porque no soporto a los lastimeros a los que todo les duele y todo les molesta. Hay muchas formas de ser, pero hay algunas que no puedo con ellas.

Digo esto y después y para joderme a mi mismo, voy y me junto con la persona más quejica que he conocido (es una suposición), pero esto que acabo de decir pasa y pasa muchas veces. Tú dices y reclamas y después haces exactamente lo contrario de lo que dices y reclamas. Es ley de vida. Además, yo tengo una muy buena capacidad para ser objetivo en la distancia, pero a veces me ha pasado, que cuanto más cerca ha estado esa persona de mí, pierdo mi perspetiva objetiva y me vuelvo un zopenco que no es capaz de ver lo que tiene delante. Y al final, al enemigo lo tengo dentro de casa, dentro de mi propia casa. Y hasta años después no me he enterado de que iba aquella película que tenía delante de mis putas narices. Algunos le llaman, falta de olfato cercano.

Aunque también puede ser debido al querer y porque quieres tanto a esa persona que no eres capaz de ver su trastienda. El amor es ciego y eso es evidente y porque a lo largo de tu vida seguro que has querido a alguien que objetivamente era imposible que tú pudieras querer. Y ¿como pude querer a fulanita o a fulanito?. Pues la historia te ha enseñado que has querido a personas que de por sí, serían declaradas como incompatibles. Y no por ello has querido mal o bien, simplemente has querido y en ese querer entra todo el paquete. 


















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