La memoria no se quita el sombrero
y quién realmente se lo quita
es el cuero cabelludo que nos cubre la cabeza
y porque le molesta el duro sol.
Yo no nací en el campo,
pero casi,
nací en las aristas de una ciudad
donde el fango se confundía con los escombros
donde las ratas jugaban con los gatos
y donde la tierra no era tierra
y era basura contaminada.
Yo nací en un puto suburbio
que lindaba con una zona rica
y enseguida comprendí
que la riqueza era de unos
y que la miseria era de muchos.
La memoria no se quita el sombrero
y quién realmente se lo quita
es el cuero cabelludo de nuestra cabeza
y porque el duro sol le molesta.
Yo no nací en el campo,
pero casi,
nacía en las aristas de una ciudad
donde el fango se confundía con los escombros
donde las ratas jugaban con los gatos
y donde la tierra no era tierra
y era basura contaminada.
Yo nací en un puto suburbio
que lindaba con una zona rica
y enseguida comprendí
que la riqueza era de unos
y que la miseria era de muchos.

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