Me decían...que no
que mejor...que no,
que me olvidara del asunto
que cambiara de idea
que pasara página
que al final...todo se olvida
que no merece la pena sufrir tanto
y como si sufrir fuera opcional
y como si el olvido fuera un trago amargo
que se acabará olvidando.
Yo no sufro porque sí
o porque me apetezca sufrir,
yo sufro porque tengo una causa y un porqué,
y nadie que yo conozca
le gusta más sufrir que reír.
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