ME OLVIDO (2.013)

 Me olvido de tantas cosas, que hasta me olvido de lo que tengo que hacer y deshacer, me olvido de asuntos elementales y primordiales y vitales, me olvido que tengo que comer, que tengo que lavar ropa, que tengo recados y obligaciones por hacer, que tengo que surtir de alimentos mi nevera, me olvido de que existo y que necesito cuidarme y hasta me olvido de.......olvidarme que me olvido.

Olvidar, menuda quimera, ya quisiera yo olvidarme de verdad, olvidarme de quién soy y solamente dejarme llevar, dejarme deslizar por el mundo en silencio, viendo, observando y callando, sí, también callando, pues estoy harto de opinar, criticar y despellejar todo lo que veo y siento. El cuerpo me lo pide a gritos y no digamos mi cerebro, mi cerebro está desahuciado, agotado y exhausto. En resumen nada que no se cure con unas buenas vacaciones.

Serían unas vacaciones terapéticas, unas vacaciones necesarias después de un año convulso, demasiadas cosas han pasado por mi cabeza y no sólo por mi cabeza, han pasado situaciones externas extremas y en las que me he involucrado de ese manera en que yo sólo me involucro, al cien por cien, por no decir al doscientos por cien. Desde el mes de Noviembre que tenía planificado mi viaje por Asturias y que al final, por asuntos monetarios he tenido que suspender. Después por mi cabeza han pasado diversos proyectos que tal como salían se diluían, la realidad no me dejaba margen de maniobra y así han pasado los últimos meses, pensando que el siguiente mes iba a venir dios y me iba a echar una mano. Claro que he resuelto cantidad de cosas, claro que sí, pero yo soy un ser humano y necesito de vez en cuando desengancharme de la puta realidad de cada día y estoy llegando al momento, en que mis hechos me importan una mierda, empiezo a estar tan saturado que sólo valoro una posible salida: desconectar, olvidarme, descansar, soñar, dormir, pensar, reír, llorar, sentir, amar, y sobre todo sentir la paz con uno mismo, no la paz eterna si no la paz humana, aunque ya sabemos todos que es una paz limitada, pero señores y señoras, es la que hay.

El cuerpo me chirría y las articulaciones se me quejan a gritos, el cuerpo y ¿el alma?. El alma es el compendio del desespero, es un alma agónica y casi terminal. El alma necesita tener estímulos, pues de ellos se alimenta, necesita ver nuevos horizontes, ver tierras desconocidas, ciudades, grandes ciudades, ríos, montañas, valles, playas, y aguas de manantiales y para que el alma se purifique y se limpie de una puta vez por todas. Necesita nuevos nutrientes, vitaminas, parajes, estepas, mares y cordilleras. De alguna manera tengo que hacerlo, pues mi futuro inmediato no es precisamente una perita en dulce. Pero bueno, igual que se descubrieron nuevos mundos, yo puedo descubrir nuevas maneras de levantar mi propia economía. Todo se andará, el caso es no perder nunca el objetivo, que no es otro, que irme de vacaciones.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...

  Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...