Hoy he ganado en luz, pero hablo de luz externa... que no interna y propia. Hablo de la luz que penetra por mi ventana, la que tengo al lado de mi escritorio y es que hoy podaron el hermoso árbol que tenía delante de mi casa y se nota y se nota que tengo más luz, pero coño y coño... y toda la vida que portaba el dichoso árbol ¿qué va a pasar con ella?, que mira que estaba dichoso y fortalecido por tanta vida que almacenaba entre sus ramas y hojas. ¿Qué va a pasar con todos los pajaritos, que eran millares o millones que todos días volaban por mi calle, piaban como descosidos y a veces, daban por culo. Ahora no cabrán todos ellos en mi árbol y en fin... que se irán a cantar, piar y dar por culo al otro lado del mundo. Bueno, la vida es así y cuando te sientes asentado en un determinado sitio y con tu orden, con tus cosas y con tus películas del día a día, resulta que viene tu pareja y te pregunta: ¿nos seguimos queriendo igual que al principio?...y entonces, la dichosa pregunta te deja mudo y tonto y porque por dentro ya te estás contestando tú solito: pues claro que no...claro que no cariño mío y aunque al final y por respeto, el silencio ha sido tu humilde respuesta, pero el daño ya está hecho...pues tú ya sabes que en éste asunto ya no pintas mucho, que el tinglado que hasta ahora tenías montado, de repente y por culpa de la improcedente e imprudente pregunta, se te ha caído todo el tinglado que tenías montado. A veces, una sola pregunta tiene más poder destructivo que todo un compendio de libros que versen sobre el tema y bueno y para que contaros si esa misma pregunta se hace en el momento adecuado....
Cuando en realidad esa pregunta nos la debíamos hacer todos lo días y con la llegada del primer rayo de sol en la cara y justo antes de levantarnos y cuando aún estás en pijama...y digo...lo de antes de levantarnos, porque podría pasar una cosa que me pasaba antes y que no me pasa ahora: que si decidieras que no, que carece de sentido mantener esa relación desgastada y sobre todo, por el largo paso del tiempo y me refiero a igual de intensa, porque igual igual nunca lo será y por fuerza tiene que ser distinta, pero no menos intensa...pues recogiendo el hilo de nuevo, decía que antes ante un pensamiento de éste tipo quizá y muy probablemente, decidiera seguir en la cama durmiendo. Pero eso era antes, ahora no me quedo en la cama ni a la de tres. Quiero decir, que antes y ante algunos problemas mi política era poner la postura del avestruz.
La vida nos la hacen y nos la crean, pero nosotros tenemos una pequeña parte de responsabilidad en ella y esa parte va a depender de las decisiones que vayamos tomando y es que por el poder que tiene esa pequeña parte se han cambiado el rumbo de muchas vidas. Yo aquí y en éste terreno, nunca voy a ceder, ni con nadie, ni con nada y yo lo comparo como si fuera mi pequeño y hermoso jardín, que lo amo y lo quiero con toda mi alma y que no se le ocurra a nadie decirme nada malo de él. Digamos, que yo acepto las críticas constructivas y bien intencionadas y el que quiera destruír mi película y mi historia, que tenga mucho cuidado y que se ponga a la cola, pues yo ladro y cuando quiero también muerdo y cuando muerdo arranco trozos de carne y astillo los huesos...En fin, que cuando me provocan me convierto en un perro de presa.
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