Menorca |
Es una sensación extraña, aunque ya digo que conocida y se acompaña de un deje, que se puede expresar como "de ir por detrás de las cosas" y me explico. Yo por ejemplo, odio el papeleo y lo odié siempre y lo odiaré también siempre y en el futuro y en la misma muerte, pues es odio de víscera hueca y entonces, por mucho que reconozca la necesidad de realizar el papeleo, siempre y siempre lo haré con desgana, vamos que a éstas alturas no voy a ponerme a saltar de contento por haber resuleto un puto trámite de mierda. Y a medida que pasa el tiempo, se acumula un poquito más lo pendiente de aquí y otro poquito pendiente de allí y al final, se crea una gran montaña de pequeñas cosas pendientes. Más o menos parecido al efecto de la bola de nieve, que al final de grande que es, te puede y te destroza. Y eso es lo que quiero decir, que cuando las pequeñas cosas se acumulan, tu te saturas y a partir de ahí, empiezas a ir detrás de los acontecimientos diarios.
Y de vez en cuando, tengo que pararme en el camino para coger aire y repasar estos asuntillos, porque por estos pelillos sueltos y casi sin importancia, hay veces que me han conseguido joderme bien, es decir, si estaba en un buen estado anímico, pues he pasado al estado contrario, a estar jodido y bien jodido. Puse el ejemplo del papeleo, pero podía poner otros ejemplos, que tampoco son vitales, pero que le pasan lo mismo, que si se suman hacen una bola gigante y que se hace intragable.
Y lo ir detrás de las cosas, es una sensación muy antigua en mí y como la conozco, sé traducirla en palabras y también sé decir las causas y sé que en general es debido a la falta de previsión, a no ordenarme como tocaba y de no ir cumpliendo lo previamente programado. Quizá lo que esté pasando es que mi alma me está avisando y me esté diciendo, ¡cuidado!, porque el alma siempre percibe antes las cosas y en éste caso, antes que mi cerebro. Para eso el alma es el centro de interpretación de las sensaciones y aunque a veces no sabe comunicarse bien contigo, te manda pequeños mensajes de sos o de peligro y ahí, es cuando tú y tu mente puede intentar interpretar esos mensajes. Y eso es lo que yo estoy haciendo, interpretar los mensajes que me manda mi alma inmunda.
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