UNA ALUCINACIÓN

  La muerte anunciada. A veces es verdad que la muerte se anuncia sola y se presenta de repente con su guadaña siempre dispuesta a cortarnos en dos mitades, pero a veces da un preaviso de que va a presentarse próximamente, vamos, cuando quiere ser educada (que es muy pocas veces). En ese caso da una señal luminosa o un sonido raro y extraño, diferente a todos los sonidos conocidos, una especie de chirrido de un metal forjado en las calderas de los infiernos. Pues no nos equivoquemos, el infierno se caldea a si mismo, pero también calienta el cielo y la tierra y en conclusión, los metales pesados se forjan en las llamas del infierno. Así que da igual que vayas para arriba o para abajo, el chirrido o crujido, va a ser parecido.

Es curioso la supremacía de lo de arriba, lo de arriba es bueno y lo de abajo es malo y si vas para arriba, siempre es mejor que si vas para abajo. Tienes que subir de nota, tienes que alcanzar la cima y si no te hunirás en el fango y caerás al pozo insondable que no tiene fondo y no te hundas más en tu propia miseria y porque después, no podrás salir de ella. Todos son ejemplos de la maldad de lo de abajo y la bonanza de lo de arriba. Bueno todo se solucionaría con darle la vuelta a la pelota y asunto resuelto. Bueno y nosotros ¿en donde estamos?, pues al parecer en el medio del cotarro y somos las ratas del laboratorio y nos observan desde arriba y desde abajo y desde todos los lados. Y nosotros nos pensamos que somos algo y solo somos cobayas de laboratorio y hoy voy a probar como usan los humanos éste tipo bondad y al mismo tiempo va el demonio y dice, pues sí, pues yo voy a probar con éste tipo de maldad y nosotros capeando como buenamente podemos, capeando entre maldades y bondades.

Y de ese juego se puede concluir tu comportamiento y cual será tu destino y si eres bueno irás al cielo, pero en vida serás un gilipollas. Mientras el demonio tentándote te dirá...cometé pecados ¡pringado! y serás el tío más feliz de la tierra, además, que la otra vida no existe o eres tan tonto que te los has creído. De vez en cuando los amos, te dejan en paz y es cuando los ángeles hacen vuelos rasantes y tocan arpas celestiales, mientras los demonios echan fuego por su boca y te invitan a ir a los carnavales a pecar. Después ya se reincorporan de nuevo los putos amos del tinglado y vuelven con sus jueguecitos de tentaciones. Yo como siempre fui del revés, prefiero pecar en vida y pecar a lo grande y además prefiero el infierno al cielo, estaré más calentito y no tendré que aguantar a los cursis de los santos y angelitos. A mi me gustan las cosas brutas y auténticas y un par de cuernos en mi cabeza es mi ornamenta preferida, además ya estoy acostumbrado a llevarlos encima y por tanto juego con ventaja.


 


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