¿Y donde está el límite?. El límite lo ponen ellos, nosotros ponemos el culo, con eso basta. Nosotros somos unos putos mandados y punto. De vez en cuando nos dejan echar unos cuantos votos en unas urnas y asunto arreglado, ya hemos cumplido con nuestro principal papel. Después los Gobiernos hacen lo que les da la gana y lo que le dicta su amo supremo, el Gobierno yanqui y nosotros seguiremos andando a dos velas y por tanto seguiremos sin enteramos de nada, pero antes nos hacen suponer que vivimos democráticamente y todo por echar un puto voto. Y es más, hasta hemos llegado a creernos que el internet era libre y democrático y que cada uno podía escribir lo que le daba la puta gana, pues ya veis, nos espían hasta cuando cagamos en la intimidad de nuestro water. Para ellos es bueno esto de escribir lo que queramos, así saben de que va el percal y que es lo que hay que vigilar de cerca.
Es curioso esto que digo, pues históricamente se repiten las mismas pautas. Se llegó a creer que con la prensa éramos más libres, más tarde pensamos que lo éramos con el teléfono fijo y después, con el móvil. Más tarde, fueron los libros o la televisión y últimamente, Internet y dentro de unos años será otra cosa distinta. Pero bueno, somos humanos y como tales siempre necesitamos depositar la esperanza en algo distinto, en algo nuevo y que suponemos que será definitivo. Y lo único que es definitivo, es que siempre nos están espiando, pues si ellos son los que crearon nuevas herramientas de uso común y generalizado y para poder comunicarse entre nosotros, al mismo tiempo, están pensando en como controlarlas. Ellos nos ofrecen esas herramientas y nosotros las cogemos pensando que son nuestras y poco nos dura la cosa, dura sólo hasta que empezamos a utilizarlas, ni más ni menos y justo hasta ese momento en concreto. Aunque siempre les queda un resquicio suelto y es por esa fisura, por donde podemos darles caña y dársela a tope. ¡¡Véis como la esperanza es lo último que se pierde!!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario