El primer caso, el de querer acercarte, en el fondo es porque esa persona te gusta y te gusta su forma de ser o te atrae algún aspecto determinado. Y en el segundo, está claro que es lo contrario, esa persona es "non grata" y por eso vas directamente a buscar los desacuerdos, porque no te fías de ella, porque te da mala espina, por miles de cosas diferentes, pero la conclusión es la misma, es que no te gusta como persona. Hay mucho de instinto, pues así de primeras tu aún no has analizado a esa persona, pero el instinto primario o básico, de alguna manera te lo está diciendo. Después ya buscarás los argumentos necesarios para poder sustentar tu instinto, pero siempre es después, nunca antes. A veces yo me sorprendo a mí mismo, diciendo algo que roza el borderío a alguien que casi no conozco y después y más tarde, me voy enterando del porqué.
Hombre, no siempre se acierta, pero sí muchas veces, pues el instinto es un mecanismo de defensa que intenta protegerte y a veces llega con un simple gesto o una mirada furtiva o la forma de mover las manos o de decir las cosas, para que el instinto de protección salte. De todas formas yo procuro, cosa que no siempre cumplo, morderme un poco la lengua y dar un poco más de cancha a las personas, pues por eso, porque el instinto a veces falla y después para arreglar el entuerto, te cuesta trabajo, sudor y lágrimas. Sino pecaríamos de intransigentes, pues el instinto es implacable, por él quedarían cuatro gatos vivos o dicho de otra manera, el instinto es como un tiburón con hambre que primero muerde y después, pregunta.

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