Hay terapias y terapias. Hay terapias de andar por casa. Hay terapias profesionales pero que se diferencian en dos niveles: uno, a nivel del populacho y que casi roza la terapia del andar por casa y hay la otra terapia, la terapia de los ricos y poderosos. Bueno, después vienen los psiquiatras y psicólogos a decirnos que eso no es verdad y que por tanto, todas las terapias son iguales y que no importa la pasta para poder curarse mejor o peor. Y la pregunta es: ¿y eso como se come?. Pues primero se mastica y después se traga, pero hay cosas que ni siquiera los ácidos del estómago nos capacitan para que podamos digerir como se debe ciertos y de alguna manera nos convertimos en rumiantes y por eso de que no te queda nada clara la cosa y porque vuelvo a insistir en lo mismo: hay terapias para ricos y hay terapias para pobres.
Y es que en los mismos loqueros hay putas celdas o habitaciones para los pobres y por ser un puto pobre de mierda no te permiten salir del loquero. Ah! pero si tienes pasta, si tienes pasta y en abundancia, te puedes permitir el lujo de hacer la terapia en régimen abierto y pones tú y solo tú (o sea, el puto paciente), las horas de entrada y de salida o sea que duermes en el loquero y el resto del día te puedes dedicar a tus cositas o si quieres vas al loquero solo de mañana o solo de tarde o como te salga de los cojones, porque al fin y al cabo, el que paga, manda y cuanto más paga, más manda y si así, no lo quieres, pues me voy y ya te pago. O sea que tampoco todos los locos son iguales y un esquizofrénico pobre es un puto esquizofrénico de la peor calaña y que además, no tiene ni tendrá remedio y lo será para siempre y en cambio, un esquizofrénico rico, es un esquizofrénico transitorio que padecía una ligera crisis de nervios y porque sufría mucho estres con su puta vida de rico y cuanto más pague, más posibilidades tendrá de curarse.
Bueno, esto pasa con todo, en general también pasa en la Medicina, en la Educación y en todas las carreras y oficios. Un ejemplo claro lo tenemos en las llamadas terapias de desintoxicación de drogas, de las diversas y variopintas drogas y de como cambian sus métodos según el nivel adquisitivo de los pacientes. Un pobre drogata lo puede tener muy claro, pues sus terapias de desenganche serán en manada humana y en contubernio y a pelo, es decir, mezclan todas las adiciones y sino les vale el mismo discurso y la misma terapia paras todos (que les valdrá), pues que se jodan y por haberse drogado como unos putos viciosos sin principios. En cambio al niño rico de papá que sea drogata, le harán una terapia particular y adaptada a su idiosincrasia de niño rico, además de tener una buena cama, además de ponerle una rica comida adecuada y además de mimarlo entre algodones y periódicas visitas personales por parte del psiquiatra y de todo el resto de su séquito.

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