A mí me hace temblar el suave sol de la mañana
y la simple caricia del rocío que ha dejado la noche.
Yo, no soy de grandes gestas
porque adoro las pequeñas cosas
y soy más de un gesto de afecto,
de una mano en el hombro amigo,
de un beso donde sea y porque los dos queremos
o de pasar mi mano sobre la tuya.
Adoro lo minúsculo y lo que no se ve
pero que se intuye
porque como decirlo
un abrazo puede ser espontáneo
pero también puede ser la suma de un millón de pequeños abrazos
que poco a poco te imaginaste.
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