Porque sueño, no estoy loco,
porque amo, no estoy muerto,
porque lo que duermo, es intenso
porque lo que vivo, es indescriptible,
es como un vértigo visto en una pantalla gigante,
es como un verso recitado en una noche de verano,
es como la lluvia que sin piedad golpea el cristal de mi ventana
o es como dos besos en aquella eterna madrugada.
Porque sueño, no estoy loco,
porque mis brillantes luces a veces se encienden,
porque mis recuerdos se llenan de faros,
porque mi historia está llena de viejos cuentos
porque mis cuentos son epopeyas de héroes sin nombre
y citas de a ciegas bajo la sombra de aquél árbol,
mis cuentos hablan de la intensidad de un instante
y de la profundidad de un momento.
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