Hay tanto arte desperdiciado
que hasta a veces me cuesta pensar en clave artista,
claro que cuando pienso en esto, me pregunto...
¿artista de qué?, ¿de qué película?
Y lo único que puedo contestar
es de mi película o de mi vida
y ahí sí que me siento el protagonista
el que llora, ríe, ama y quiere y sufre
y lo hace sobre sus propias carnes.
Soy el que no duerme si está despierto
el que no ama si así no lo siente,
el que se rebela si alguien le oprime
el que se cabrea si alguien le ataca.
Hay tanto de artista en mí
como lo puede haber en tí.

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