De nuevo, estamos a vueltas con el 11 de octubre y porque hoy pensando un poco en todo éste asunto me dije, mañana es día 12 de octubre y es festivo y día de la hispanidad y yo añadiría y "no hay nada que celebrar". Por lo menos en ese plan colonial con que se plantean en éste puta tierra las cosas. Gracias a nosotros los indígenas aprendieron de donde venía el latín y mientras se lo enseñábamos y con la otra mano, le robábamos la plata y el oro. Pero gracias a nosotros los convertimos en seres piadosos y creyentes y eso lo conseguimos a base de sangre. No, no hay nada que celebrar, aunque para esos algunos, que son muchos, que se asientan en que gracias a nosotros y graciás a ellos ¿qué?. Que les chorizamos gran parte de sus riquezas, que los explotamos como indios salvajes que adoraban deidades paganas y que nuestra conquista no fue conquista, fue un pacto entre amigos, fue un pacto entre iguales y por eso su tierra se convirtió en nuestra tierra más allá de los confines de la tierra. Que bonito y que bucólico todo lo que os cuento. No cuesta nada decir lo siento mucho por todo lo que hicieron nuestros antepasados, pero no, a esos gallitos de uniforme no les puedes pedir que digan lo siento. Ellos, como hicieron con los indios, primero te pisan la cabeza y después te hacen que cantes el himno de la legión española (el oficial no tiene letra y menos mal).
Claro que después sale la pedorra presidenta de México y con el discursillo facilón de que toda la culpa la tiene el colonialismo español, pues eso que la muy pedorra cubre así todas las deficiencias que padece su país, que no son pocas y hasta el otro día leí una cifra de asesinatos que se dan en México al año y aluciné a colores, 35.000 mexicanos muertos y eso significa 100 asesinatos por día. Las cifras a veces cantan y huelen demasiado a muerte. Yo pertenezco a un país que a la vez está compuesto de varios países que se aglutinan bajo una estructura llamada, estado español y no me siento orgulloso de mi pasado colonial. Pero que nadie se cuelgue de un pino cuando hay robles que resisten más a la fuerza bruta, pero que a la vez son más sensibles a la maldad de lo humano. Que nadie tape sus propios muertos por otros muertos de hace siglos y que nadie se disculpe de sus propias deficiencias echándoles la culpa a otros y que también la tuvieron. A veces cuesta demasiado el tener que explicarse y dejar claro todo tu patrimonio de pensamientos.
Desde luego el que quiera buscarme el rizo me lo encontará fácilmente y porque yo soy un puto novato en éstas lides del escribir . Soy un novato maduro, es decir empecé a escribir de viejo y sigo escribiendo pero al mismo tiempo sigo estando más viejo. No hecho la culpa de mi vejez a los otros más viejos que yo, ni porque yo no merezca morir, ni necesito el consuelo de esas almas caritativas que me están diciendo que cada día te encuentro más joven, pero que por dentro se están escarallando de la risa.
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