Tú de mayor, vas a ser un tío muy problemático, me decían mis padres que en paz descansen, me decían mis hermanos que siempre fueron muy cariñosos conmigo, me decía mi primo que era gilipollas hasta la bandera. Pero nadie cercano a mí dentro de mi entorno familiar, salvo algunos amigos y alguna novia que tuve por el camino, apostaban algo por el futuro de mi existencia. Mis hermanos pasaban de mí como agua que se lleva la corriente y mis padres para que contaros. Mis padres se pasaban el día y parte de la noche bronqueados y cuando se aburrían de bronquearse mutuamente, pues dirigían su mirada furibunda hacia mi persona y supongo que eso mismo les pasó a mis hermanos y porque yo soy el más pequeño de los tres. Bueno, ellos se abrieron en cuanto pudieron, mi hermana se casó joven y se fue al quinto carajo y para practicar el quedar bien con mis padres y una visita cada equis meses y asunto zanjado y por eso de cuanto mñas lejos, nos irá mejor. Mi hermano hizo más de lo mismo y de repente un día desapareció del mapa y no supe más de él. Pero no preocuparos por ello, 20 o 30 años después se dió cuenta que yo era su hermano pequeño. Y claro para mí ya era un perfecto desconocido que decía que era mi hermano y el que había sido mi héroe cuando yo era pequeño, se convirtió en un bicho que decía que era su hermano pequeño y cuando ya había pasado página y estaba instalado en otra película en la no pintaba nada su presencia.
En éste caso en concreto, yo no reprocho nada y porque mi hermano hacía mucho tiempo de ello, ya lo había borrado de mi mapa. Era como si de repente te apareciera un marciano que decía que era tu hermano. Pero el insistía en que lo era y yo pensando por dentro y ¿no será que me estás engañando?. Y durante unos años maantuvimos el contacto y no demasiado y porque al fin y al cabo, nunca me fíe del todo en que realmente fuera mi hermano. Mi hermana no, mi hermana era de apariciones más repentinas y fugaces y aparecía un día y desaparecía al día siguiente y a saber cuando volvías a saber de ella. Pero no puedo quejarme, yo era exactamente igual, pero como en éste caso el sujeto problema era yo, pensaba que ella y todo dios al fin y cabo, me comprendería. Pero no señor, mis actos siempre fueron interpretados por ella y por él, como actos maléficos hechos con toda la mala fe del mundo. Y tampoco era eso y hay actos cometidos por mí que fueron imperdonables y que no tienen nombre pero sí adjetivos y no precisamente admirativos (eso lo dicen ellos y también lo digo yo) y hay otra buena cantidad de hechos que entran dentro de mi forma de ser, quiero decir que aparte de los buenos, que fueron muchos, existe una parte de mí que actúa sin malas intenciones, pero así y vistos con el paso del tiempo, puedo entender que pudieran hacer daño.
Yo no soy ningún angelito con cara de bueno, pero tampoco soy el demonio con cuernos ramificados y con rabo todo despeluchado. Para mí el sol siempre sale por el mismo sitio y se esconde por el sitio contrario y con sus variantes, pero el este y el oeste siempre formaron parte de mi vida. Yo no pido perdón por nada o por casi nada y porque siempre hay algo que se cae desde el andamio que poco a poco hemos construído, pero para eso está el seguro que a toca teja has pagado con todos tus buenos actos. Nadie está libre de pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario