Hoy es 13 de febrero y es martes y 13. Es un aviso, como dice mi hijo pequeño y es un aviso para que nadie se extrañe de que va andando por la calle y como si nada va y le cae encima un piano (por ejemplo). Los martes y 13 son más bien escasos a lo largo del año y no y no me voy a poner a contar los martes y 13 del año y porque tengo muchas mejores cosas por hacer. Por ejemplo, hacer la comida y mira que me cuesta ponerme a hacer la comida y remoloneo todo lo que puedo, pero claro, el hambre va apretando y uno si no la hace, se va agobiando con la ansieda del hambre. Hoy hace un solete invernal la mar de majo y estamos 16º de temperatura. Otro día más sin llover ni una sola gota y al paso que vamos, la puta sequía está asegurada. Llover, llover solo llueve dentro de mi cabeza, llueven ideas, pensamientos, ilusiones y luces brillantes de todos los colores posibles, pero sobre todo, llueven unas inmensas ganas de vivir y a chaparrones. Que nadie se lleve a engaño conmigo, lo que digo va a misa y la sinceridad es mi lema. Por lo menos lo es, hasta el momento en que me ponga mentir y porque a veces, soy de mentiras piadosas y prefiero mentir que dejar a la otra persona hecha polvo y por soltarle la verdad en su puta cara.
Y lo hago así y porque yo quiero que conmigo también lo hagan. Si me pueden suavizar una verdad o me engañan deliberadamente, lo prefiero así y me importa una mierda el porqué del engaño. Y cuando es así, es la otra persona la que se siente incómoda y porque sabe que ha mentido y que tú también lo sabes y lo que le descoloca del todo, es que tú no te cabrees con ella. Yo sonrió de forma maliciosa cuando me están metiendo una mentira piadosa y porque sin tener que decirle nada, esa persona se ha enterado de todo. Mentir a medias, es lo peor y un poco de cal otro poco de arena yal final, sales totalmente confundido. Suavizar la verdad, me es válido. Deformarla un poquito para que puedas digerirla mejor, también. Pero lo que te digo ahora, es verdad y lo que te digo dentro de un rato, es mentira y toma y daca y esa especie de juego malévolo, acaba convirtiéndome en un enfurecido loco.
A la vida hay que endulzarla un poco y para que no te sepa amarga y ácida y si para eso hace falta endulzar la dolorosa verdad, pues se hace y santas pascuas. Yo sé que en esta vida hay que sufrir, pero de ahí a sufrir por demás y gratuitamente y por decir la verdad crudamente, pues tampoco. Las veces en que llevé la verdad por delante, en muchas (que no en todas) salí trasquilado. Claro que al revés y llevando la mentira por delante, me pasó muchísimas veces más. Por tanto me quedo: con la verdad cariñosa, con la verdad suave y tierna, con la verdad dulcificada con un beso o una caricia y todo esto bien sazonado con un poco de mentira.
Hoy es 13 de febrero y es martes y 13. Es un aviso, como dice mi hijo pequeño y es un aviso para que nadie se extrañe de que va andando por la calle y como si nada va y le cae encima un piano (por ejemplo). Los martes y 13 son más bien escasos a lo largo del año y no y no me voy a poner a contar los martes y 13 del año y porque tengo muchas mejores cosas por hacer. Por ejemplo, hacer la comida y mira que me cuesta ponerme a hacer la comida y remoloneo todo lo que puedo, pero claro, el hambre va apretando y uno si no la hace, se va agobiando con la ansieda del hambre. Hoy hace un solete invernal la mar de majo y estamos 16º de temperatura. Otro día más sin llover ni una sola gota y al paso que vamos, la puta sequía está asegurada. Llover, llover solo llueve dentro de mi cabeza, llueven ideas, pensamientos, ilusiones y luces brillantes de todos los colores posibles, pero sobre todo, llueven unas inmensas ganas de vivir y a chaparrones. Que nadie se lleve a engaño conmigo, lo que digo va a misa y la sinceridad es mi lema. Por lo menos lo es, hasta el momento en que me ponga mentir y porque a veces, soy de mentiras piadosas y prefiero mentir que dejar a la otra persona hecha polvo y por soltarle la verdad en su puta cara.
Y lo hago así y porque yo quiero que conmigo también lo hagan. Si me pueden suavizar una verdad o me engañan deliberadamente, lo prefiero así y me importa una mierda el porqué del engaño. Y cuando es así, es la otra persona la que se siente incómoda y porque sabe que ha mentido y que tú también lo sabes y lo que le descoloca del todo, es que tú no te cabrees con ella. Yo sonrió de forma maliciosa cuando me están metiendo una mentira piadosa y porque sin tener que decirle nada, esa persona se ha enterado de todo. Mentir a medias, es lo peor y un poco de cal otro poco de arena yal final, sales totalmente confundido. Suavizar la verdad, me es válido. Deformarla un poquito para que puedas digerirla mejor, también. Pero lo que te digo ahora, es verdad y lo que te digo dentro de un rato, es mentira y toma y daca y esa especie de juego malévolo, acaba convirtiéndome en un enfurecido loco.
A la vida hay que endulzarla un poco y para que no te sepa amarga y ácida y si para eso hace falta endulzar la dolorosa verdad, pues se hace y santas pascuas. Yo sé que en esta vida hay que sufrir, pero de ahí a sufrir por demás y gratuitamente y por decir la verdad crudamente, pues tampoco. Las veces en que llevé la verdad por delante, en muchas (que no en todas) salí trasquilado. Claro que al revés y llevando la mentira por delante, me pasó muchísimas veces más. Por tanto me quedo: con la verdad cariñosa, con la verdad suave y tierna, con la verdad dulcificada con un beso o una caricia y sazonada con un poco de mentira.
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