EL ICTUS (2.014)
MINUTO Y MEDIO
Sudo por todas mis partes, no queda ni una a salvo de ese sudor pegajoso y asqueroso. La Cabeza ya es plan catarata, por las tetas ya ni te cuento, por los brazos, por los dedos, por la barriga y hasta por los huevos. Una tortura, que seas condenado a sudar todo el puto día y hasta que el sudor se convierta en tu propio caparazón. Yo en mis viejos tiempos, tuve una novia a la que le sudaban las manos y los pies y a pesar de todo la que quise en su día, nunca dí por superado esa especie de asco que me entraba al tocar sus manos o pies cuando fermentaban en su propio sudor. El amor es ciego pero no lo es tanto. No es lo mismo una caricia hecha con los dedos de una piel seca, tersa y suave, que la realizada por una piel sudada y pringosa y eso lo notas y por muy enamorado que estés. Como decía la canción, son mis manías...o a lo mejor, no lo son y son sólamente simples hechos que ahora me producen dentera. Las cosas cambian y lo que te parecía original y anecdótico se ha convertido en algo insoportable y al revés, también pasa. Pero suele ocurrir que con el paso de los años te vas volviendo más maniático y más selectivo y menos amigo de tus enemigos y ves ésta raya que he dibujado en el suelo, pues que no se te ocurra atravesarla y porque sino te cortaré los huevos.
Uno nace abierto a todo, escucha, oye, pone toda su atención a cualquier gesto o acto físico y al principio del todo, no le pone a las cosas un calificativo o un detreminado nombre en concreto. Pero ese proceso de aprendizaje no dura mucho y cuando uno va viendo que hay cosas que se repiten constantemente y que además, te van produciendo mucho daño, pues pasa que empiezas a discriminar y a apartar las cosas que más te molestan. Entonces vas aprendiendo a decir no, a esto no lo quiero, a vete a tomar por culo, a mí no me vengas con esas que ya he pasado por ello y además, porque tiene que ser a mí y no al otro o al de la moto. Quiero decir que hay millones de personas más a las que les puedes dar por culo y apenas te van a protestar. Al principio de los tiempos, ya escuchaba a muchos de estos plastas y porque pensaba que a base de escucharlos lograría descifrar sus porqués y comos y cuandos. Hasta que llegó un día en que entendí, que cuanto más los escuchara más te iban a estar hablando y entonces todo cambió y desde ese día, este tipo de señores se convirtieron en parte de mis torturadores.
Ahora, selecciono muchísimo y escucho pero le pido que me lo diga en plan resumido. Qué a éstas alturas no necesito saber todos sus antecedentes personales ni sociales, ni que me cuente su puta infancia, ni si se lleva bien con los de su casa ni siquiera si tiene buenos vecinos, ni que está muy bien o mal valorado en su trabajo, ni si duerme de lado o panza arriba, o si le encanta sacar al perro mientras va saludando a los vecinos, ni necesito saber si tiene hijos o nietos y que se siente encantado en su plan de abuelo. Ahora, díme el hecho que me quieres contar, ve directamente al grano y en tres o cuatro palabras, pues es el tiempo que te puedo conceder y porque restando, sumando, multiplicando y dividiendo, es todo el tiempo que te puedo conceder. Yo no he puesto ni impuesto los límites de tiempo que te da la vida. En definitiva, tienes minuto y medio para decirlo todo.
NO HAY FUTURO
LA APNEA
Pues hoy es martes y día 13 de agosto. Y otro día donde va petar el sol y nosotros con él. Hoy me he despertado como me estoy despertando últimamente, agotado, cansado, atontado, obnibulado y lo único que de momento puedo salvar, es mi estado de ánimo. Pero como siga por este camino, pronto y más temprano que tarde, va a empezar a bajar enteros y entonces será el preciso momento en que todo cuadre. Me convertiré en larva rastrera cuyo único pensamiento será poder dormir un poco más. La Apnea del sueño, la puta apnea del sueño me tiene loco y una de dos o duermo con la Cpap (qué es de lejos la máquina más incómoda que se han inventado los cuatro listillos de siempre) o directamente dejo de dormir y para no tener que despertarse con esta sensación de sentirte rendido, cabizbajo y dentro de poco, deprimido. Y todo porque hago largas apneas a las que tengo que sumar el calor imperante y los kilos sobrantes y todo ese mezcladillo de causas, crean el ambiente perfecto para que yo no pueda descansar en mínimas condiciones. Ya digo que de momento, la moral la conservo, pero también sé que como siga así, tendré que seguir escribiendo desde un loquero.
Yo reconozco mis alarmas y en este mismo momento la alarma que señala el límite entre el estar bien o mal dentro de mi cabeza está entrando en funcionamiento. Está avisando cordialmente. Mi cabeza en si misma, nunca fue un portento de seguridad y de estabilidad y alguno me dirá ¿y porqué?...y yo le contestaré ¿y yo que sé?. Siempre fuí un tío inestable queriendo ser estable y quizá ahora con la vejez pueda decir, que soy más estable que nunca. Pero también es verdad, que ahora arriesgo mucho menos que antes y porque por un lado, la experiencia me ha enseñado a no ir por allí y porque por el otro, ahora mido mucho más los riesgos, quiero decir que mido mucho mejor si merece la pena arriesgarse por eso. Uno con el paso del tiempo aprende o así debía de ser, que hay riesgos que uno no tiene que pasar, que ese objetivo no merece la pena y que hay otros miles de objetivos que si la merecen. Yo antes iba de cabeza a todo y una vez metido en el lío, ya vería como salía. Ahora selecciono mucho más, pero cuando tengo claro que ese objetivo merece la pena, me lanzo sin paracaídas.
Claro que como en todo, dentro de la misma vejez hay distintas fases que a veces se pueden enumerar y que en otras siguen un orden anacrónico y nada que después de la fase 1 viene la 2 y después la 3. Pero bueno, yo acabo de pasar hace unos pocos de años, por una fase en que me comía al mundo y a las personas que vivían dentro de él y eso al final creó un exceso de malos rollos y porque no todas las películas acaban muy bien. Y ahora en cambio, estoy en una fase de tranquilidad desbordante, como mucho menos y en todos los sentidos, amo no tan apasionadamente y disfruto de mi viaje a más cámara lenta. Me siento lento pero me encanta sentirme lento y disfrutar de todos los pequeños detalles que nos va regalando la vida. Tampoco es que sea feliz como una perdiz y porque solo lo soy a momentos y a pequeños ratos. Ya véis cual es mi gran problema hoy en día, la puta Apnea del Sueño, pero sinceramente tengo que decir que me está preocupando y mucho.
ME ABURRO POR AQUÍ, ME ABURRO POR ALLÁ...
Me aburro por aquí, me aburro por allá, haciendo esto o lo otro me aburro igualmente. O sea me aburro por los cuatro costados y me siento ...

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Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: "Todos los hombres son mortales". Sentí un enorme alivio, un gran regocijo...