A veces mientras camino
pienso que todo pudo ser mejor que ahora,
que ayer estuvo nublado,
que hoy soplaba viento del norte
y que quizá mañana, cambie mi suerte.
No sé
pero de pensar tanto
se me está atrofiando el área cerebral del pensamiento
me estoy perdiendo entre mis batallas personales
y me muevo en ese mundo salvaje que ha sido mi vida,
revuelta, desordenada, a veces caótica
y en unas pocas, ordenada y clara.
Quizá cuando esté en las puertas que dan al otro lado
me daré cuenta
de que todo lo vivido
es la única historia que tengo por contar
y que pasada esa puerta todo será ¿blanco o negro?
ahí no habrá tonos ni matices intermedios
y ¿quién sabe?
a lo mejor hay otros colores que solo existen
dentro de esa otra dimensión.
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