Claro...ahora todo dios se echa las manos a la cabeza. No puede ser lo que están haciendo con todos nuestros queridos viejos y viejas. Se subastan los viejos de las residencias públicas al mejor postor o dicho de otra forma, al que pague mejor y cuando lo público se pone en manos de lo privado pues siempre tiene el miso resultado: por fuera todo presenta una pinta que te cagas, todo está limpio y reluciente, pero solo lo está para la galería o sea, para el familiar que entra a visitar a su padre o madre. Esos geriátricos son gestionados por verdaderos buitres sin escrúpulos que funcionan como lo hacen ahora en tiempos de confinamiento por la pandemia. Es decir, tienen una zona limpia, reluciente y muy cuidada, para que la veo o la observe el visitante, que se supone que es el responsable del abuelito o abuelita residente o por lo menos es el que decide en parte y después tiene una zona sucia, no, super sucia y asquerosa y ahí se mueve un poco de todo: comidas que si no son vomitivas cerca están de ello. Al cuidado sanitario del geriátrico siempre tendrán a un médico responsable cuyo nombre figura en un cartel a la entrada del centro, pero que en realidad sólo aparece por allí, una o dos veces por semana y 15 minutos cada día, por tanto se ahorran toda una pasta gansa en servicios sanitarios mínimos e imprescindibles (el médico en éste caso, solo cobra la peonada, es decir, las horas que ha ido). Enfermeros, tienen uno por el día. Por la noche y en el mejor de los casos, vendrá su propia sombra.
Una parcela en medio de la nada y en el medio de ella, un gran o mediano edificio repleto de habitaciones tipo colmena y como si fueran niños pequeños que no se enteran de nada, los meten de dos en dos en cada habitación y sin conocer de nada al otro inquilino, por lo menos que pusieran por el medio, una especie de biombo que protegiera aunque fuera un poco, la intimidad de cada uno . Por un momento poneros a pensar en ello ¿qué pasaría si ahora a ti y a mi nos metieran en la misma habitación?. Pues muy sencillo, yo me cagaría en ti y en tu estampa y tú sobre mi ejercerías todo el poder desagradable de tu diarrea maloliente. Hay gente muy buena trabajando en los geriátricos, pero también hay un buen montón de gente quemada y por estar mal pagada y sobreexplotada y al final ¿quién lo paga?...pues el puto pobre viejo o vieja. El ambiente de un geriátrico es bochornoso, viejos en mogollón, amontonados en sus sillas de ruedas o sillones medio podridos y con cara de que coño han hecho para haber acabado allí y merecerse el ser castigados en este geriátrico de mierda o cárcel de exterminio.
Allí todos son auxiliares y celadores y todos a trajinar como locos y de día y de noche y porque dice otra ley del capitalismo...que si tú quieres sacar los mayores beneficios posibles, pues entre otras cosas tendrás que ahorrar en personal y esa para el capitalismo es una ley inexorable. Todo esto se basa en lo mismo, en estrujar al viejo o vieja de turno y antes y como no, al enfermero, auxiliar, cocinero, pinche, servicio de limpieza y si me apuráis hasta el mismo jardinero que cuida las jardines de la entrada, los otros importan mucho menos. Como decirlo de otra forma: pagar mal y poco, trabajar a destajo, pulir las zonas que van a ser visitadas, tacañear al máximo en material de limpieza, adornar la entrada y otros puntos estratégicos y todo el resto es poner mucha cara y decir, que si en algo destaca su gestión (privada) es por el esmerado cuidado con el que se atiende a sus inquilinos. Además, hasta les ponemos a su servicio un psicólogo que atiende a personas de la tercera edad, viene una vez al mes y en sólo cinco minutos (que es el tiempo que se le paga) es capaz de ver si algún residente en plena decadencia vital, tiene algún síntoma de cualquier enfermedad mental que se precie. Y todo va del mismo palo, todo es una puta estafa que huele a podrido...pero como son viejos y ya no pintan nada...pues todos pasamos un tupido velo sobre este escenario tan patético. Bueno pues prosigamos con nuestra política de "aquí no ha pasado nada" y nada que siga el coronavirus cargándose viejos....pues coño, hace falta cubrir las plazas que van quedando libres dentro de esos mataderos de viejos.
Un poco más tarde de este escrito, se pudo comprobar como en la Comunidad de Madrid sacaron un protocolo que prohibía trasladar los viejos enfermos por coronavirus, al Hospital que le correspondía y de ahí vinieron miles de muertos que se retorcieron por asfixia y por dolor en su asquerosa cama. Lo dicho, como los geriátricos eran un matadero de viejos, pues simplemente los políticos de turno que en este caso eran del PP (Isabel Ayuso y toda su panda de mafiosos), actuaron en consecuencia y los dejaron morir como si fueran unos seres despreciables.
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