COSAS

 

Ahora mismo estaba viendo una vieja foto de hace casi 50 años (¡qué bestialidad!) donde aparecemos 4 amigos y una amiga todos colocados en Oporto. Me acuerdo perfectamente de ese día y como si hubiera sido ayer. Hicimos recorrido por todas las bodegas de Oporto y como te daban vino a probar en cada una y de forma gratuita, acabamos todos ciegos y borrachos. Y sumando a la persona que sacó la foto, que de aquellas era mi novia, pues hacíamos un total de 6 personas. Uno que se llamaba Manolo, desapareció al poco tiempo de esta foto y no es que muriera es que literalmente desapareció del mapa y no lo volvía ver más en mi vida. Otro, que ahora mismo no me acuerdo ni como se llama,  era el novio de la prima de mi novia y por tanto cuando ella desapareció de mi radar, él desapareció con ella. De tercera por la cola estaba mi vieja amiga Chao, que por cierto seguí viendo durante un puñado de años más y la última vez que la vi, la encontré como nunca había estado, entrañable, cariñosa y muy estable. De aquellas era novia de mi mejor amigo que en este viaje no estaba presente y el cual y como 10 años después, desapareció de mi vida y él sabrá porqué. Dicen que las drogas hacen estragos en las personas y este ¿amigo? prefirió y eligió irse con las drogas pero a tope y hasta el fondo. Hace apenas unos años me mandó unas palabras queriendo recordar nuestros viejos tiempos y yo ese día no estaba de humor para aguantar el falserío de algunos y entonces y muy educadamente, lo mandé directamente al carajo. Ni una sola autocrítica de como de aquellas se había comportado y porque pensaría el tío ¿y para qué?. Pues eso, ¿que para qué? y entonces pensé yo, querido falso amigo actúa en consecuencia y sigue tu camino, que yo seguiré el mío y contigo te juro que no habrá cruces de caminos.

En el lado más a la izquierda de la foto estaba yo, con mis sempiternas gafas que cada vez las veo, me entran ganas de llorar. Con mi pelo ondulado peinado de lado y un cigarrillo en la mano siempre encendido. No recuerdo una antigua foto mía, sin que estuviera fumando. Y delante de todos los que acabo de nombrar está otro tío con unas gafas tan infumables como las mías y una extensa barba de que siempre estuve convencido que era para tapar un poco lo feo que era. Más adelante nos vimos varias veces y hasta casi llegamos a ser un poco amigos pero no tanto. Nunca me resultó noble y sincero, es decir que realmente fuera una buena persona, pero digamos que daba el pego pero parecía serlo a ojos de los demás. Me acuerdo de su apellido pero no de su nombre y eso ya lo dice todo y porque si en realidad hubiera sido un amigo, lo último de lo que me olvidaría es de su nombre. Y falta la que no sale en la foto (la que era mi novia) y porque es la que la hace la foto. Y poco más puedo decir de ella y porque ya hablé de ella unas cuantas veces. Creo que era la segunda vez que me pasaba en esta vida de perros, yo la quería con locura, estaba enamorado hasta las trancas, pero ella no lo estaba tanto y así un día y sin más, me dejó por un puto madrileño. Claro que esto se venía venir desde hacía tiempo, yo seguía estudiando en mi Santiago del alma y ella estaba currando como médico a 100 km. de distancia. Y con la distancia ya se sabe lo que pasa, que te vas alejando y eso mismo, pasó.

Bueno, hice mi pertinente duelo, que tampoco duró mucho y porque de aquellas yo era así. Pasó ese infierno de verano y a otra cosa mariposa. Además para mí, la revolución seguía pendiente y entonces seguí luchando con más pasión que nunca. Y la olvidé y juro que la olvidé, aunque hubo veces que me regurgito dentro de mis sentimientos. Y hasta acabé idealizándola un poco y hasta me creí que me había querido como yo a ella. 50 años más tarde y por una amiga en común nos pusimos de nuevo en contacto y para así saber como le iba a cada uno...y unos cuantos mensajes de intercambio y yo intenté tirar un poco más del carro, pero no porque quisiera nada con ella, pero me hubiera gustado saber algo más de su vida y de nuevo noté el sabor amargo del fracaso, ella me hablaba como si yo hubiera sido un extraterrestre que pasé por su vida, aparte de que cuando se refería a mí, me decía fuiste "mi novio de la Uni (universidad)" y a mí me sonó tan mal y tan ridículo y porque para mí había sido mucho más importante que eso...que lo que hice, es dejar que ésta última conexión que tuvimos, desapareciese por muerte natural. Y ahora mismo, sigo sin saber nada de ella y tampoco me importa.














No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ernesto Sabato

  "Queda tan muerto como queda una casa cuando se retiran para siempre los seres que la habitan y, sobre todo, que sufrieron y se amaro...