Ojalá que lo mío fuera la prudencia extrema
o la más prudente de las prudencias,
ojalá fuera comedido en mis pensamientos y actos,
ojalá viniera la suerte y me cambiara de sitio
y me pusiera en el lado más cómodo de la vida,
de perfil en la fotografía
de lado ante las adversidades
nunca de frente y siempre de lado
sin dar la espalda a nadie y por miedo
condescendiente con el opresor
delicado y de tracto amable con quien no se lo merece,
conciliador ante ideas antagónicas
y no dar la cara
y solo poner el culo...
Pero por suerte
y porque me lo he ganado a pulso,
yo digo,
¡va a ser que no!
y porque adoro lo absolutamente contrario,
la espontaneidad corre por mis venas,
el entusiasmo diario es mi motor de arranque
la sinceridad es ahora, mi lema,
la luna es uno de mis principales rasgos
el mar es dentro de mí una fiera
que de vez en cuando se desata
y que en otras, se amansa y se calma.
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