YO FLIPO

Yo soy científico, pero soy un científico de pacotilla, o sea que lo soy hasta que no se me demuestre lo contrario. Vamos que creo en las cosas de esa manera, que mucho bla, bla, blá y tío demuéstrame que el mundo es redondo y sobre todo, demuéstramelo dando una cuantas vueltas a su alrededor (qué necesito viajar de estranjis y por la cara), porque sino me va a pasar lo mismo que cuando el hombre llegó a la Luna, que siguen diciendo que todo ese tinglado se filmó en un desierto de Arizona. Yo quiero hechos y comprobados científicamente y que yo los pueda tocar o palpar y si me pongo pejiguera, incluso que los pueda morder.

Los hechos son hechos y están hechos para ser comprobados, porque si no, ¿de que servirían los hechos?, para echarse pajas mentales no y porque además está prohibido por la comunidad científica. Los hechos tienen que ser fehacientes y verídicos o no son nada. Así nos han enseñado, a que Mahoma no atrajo la montaña, que fue Mahoma a la montaña y punto y pelota. O que el milagro de Jesucristo de andar sobre el agua, se hizo porque antes habían repartido unos cuantos hongos alucinógenos y daba igual de que andara sobre el agua o que flotara, ellos flipaban igual con su propia película.

No fueron verdaderos testigos, fueron como los Testigos de Jehová (también llamados: testículos de Jehová) o sea que te crees lo que dicen o te dejarán de surtir hongos y a tomar por culo. Que no está el horno para bollos y para perder el tiempo, que Judas Iscariote iba llevando a Jesucristo a cuestas y por pagar sus putos  pecados se quedó tieso debajo del agua. Que yo alucino y mucho, pero los Profetas religiosos alucinaban mucho más y cuando estaban profundamente colocados, veían el milagro de los panes o como resucitaba Jesucristo después de su muerte. Puestos a flipar, yo flipo con que alguien en éste mundo se haya tragado todas éstas historias. Yo flipo y nada más.

AÑORO (Poema)

¡Que no!,
que no puedo poner el ancla en el pasado,
que estoy de cuerpo presente y en mi sano juicio,
y declaro:
qué el pasado es leña quemada
y que de su polvo se encargará el viento del Norte,
que el que tuvo, retuvo,
y yo tengo tantos recuerdos
y tantos sentimientos,
que hasta a veces sangro por dentro,
yo no soporto más el dolor de aquél momento,
fue...y ocurrió...y ocurrió sin más
pero la misma espina se me clava,
¿Y no pudo ocurrir de otra forma?
pues no, así es la vida,
y tengo que saber pasar un tupido velo.

Debe ser que me estoy volviendo viejo,
pues añoro los campos de amapolas
y el color miel de tus ojos,
añoro las luces del insomnio
y más cuando estaba entre tus brazos,
añoro la melodía salvaje de la vida,
y los altibajos de tus sinuosas curvas.

OTROS TIEMPOS (poema)

Que nada,

que se cierra todo o casi todo,

se cierran los bares con las luces de neón

y con ellos, las noches locas,

se cierran las ideas preconcebidas

y el que te quiero más que a mi vida,

se cierran los sentimientos al viento

y las puestas de sol persiguiendo al rayo verde

se cierra el perseguir a la tía de tu vida

y a las amistades más que divinas,

se cierran las palabras como reptiles,

las sombras de aquella parra,

la luz de aquella noche,

pero se abren otras cosas,

se abren latas de recuerdos y de momentos venerables,

se abre la veda para cazar otro tipo de sentimientos,

se abre la vida de otra manera,

se abre en cada mañana cuando se levanta el velo,

o el sol me acaricia en la cara,

son otras vivencias y son otros tiempos.

SOLO FUERON DOS DÍAS (Poema)

Yo sólo te digo una cosa,

¡qué ha merecido la pena!,

que sí, que solo fueron dos días de verano,

pero fueron dos días tan intensos,

que dos días fueron dos lustros,

que caminamos juntos descubriendo los más recónditos rincones,

que la risa daba paso a una larga y melosa mirada,

que el calor del verano no era nada,

sólo era una cálida caricia,

era igual, el calor o la lluvia,

nadie nos iba a parar,

era tal nuestra fuerza,

que ni la potencia de un rayo nos partiría,

dos cuerpos fundidos en uno,

dos cuerpos que se amaron hasta la madrugada,

dos cuerpos que al final, se perdieron entre la gente.


Ahora recuerdo tu risa en las noches de verano,

recuerdo tus ojos de almendra en las tardes de quietud y calma,

recuerdo que cuando nos despedimos quedó flotando un interrogante,

¿Nos volveríamos a ver algún día?

Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...