OTRO CONCEPTO DE AMOR

  ¿Porqué tengo que hablar de amor y desamor?.
¿No llega con todo lo que hay?.
¿No hay suficiente?,
pregunto yo de forma insistente.
Si habláramos y escribiéramos menos del tema
yo os aseguro...
que nos iría mucho mejor.
Hablar menos
escuchar y oír más,
empatizar y soñar,
practicar y seguir practicando
actuar y crear más, mucho más.
Y a lo mejor y con suerte
podemos llegar
a otro concepto de amor.
¡Otros imposibles se han conseguido!.




PABLO NERUDA

 Y fue a esa edad...
Llegó la poesía a buscarme.
No sé, no sé de dónde salió,
de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran palabras,
ni silencio,
pero desde una calle me llamaba...






TRUMAN CAPOTE

 "Nada es tan común como creer que los demás tienen parte de culpa de nuestros fracasos, del mismo modo que es también una reacción corriente olvidarnos de aquellos que han tenido algo que ver en nuestros éxitos".


 


MARGARET ATWOOD




 

Gloria Fuertes

 "He estado al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde del amor...
y, poco a poco,
me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar".



 


A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

 A mí me hubiera gustado haber nacido en otro siglo, con otra historia, con otro rollo, quizá a principios del siglo XX y antes de la primera guerra mundial (en los "felices" años 20, por ejemplo). Sin coches, con trenes de máquinas a vapor pero sin utilizar carbón, con bicis recién inventadas, sin aviones y sin velocidades supersónicas. Sin tele ni ordenadores, quizá con alguna foto en blanco y negro o como mucho en color sepia y con una mecedora de madera noble y en el porche de una casa tirando a señorial o a victoriana, pero sin grandes pretensiones colonialistas y claro, puestos a pedir, con unas preciosas y espléndidas vistas al mar.

No sé, yo no nací para vivir en los tiempos actuales y porque tengo la sensación de que no pinto nada en medio de ésta historia tan moderna, estresante, agobiante y superpoblada. Pienso que antes había más poder individual y que puede ser producto de mi imaginación calenturienta, pensar que a principios del siglo XX había más derechos que ahora, pero así lo quiero creer y porque así me da la gana de creer. Igual que me da la gana de que los trenes de aquellas funcionaran sin carbón. Lo mismo que avanzamos hacia el futuro y nos echamos pajas mentales de como será el futuro, pues a mí me da por viajar hacia ese pasado que no conozco personalmente, pero sí de oídas y ponerlo como yo quiero que sea pintado.

Lo que en realidad quiero decir, es que me da igual la época en que sitúe ésta película que intenta narrar, porque lo que realmente me importa es esa sensación que ahora tengo de que hemos perdido derechos civiles, además que nos hemos cargado lo poco que nos quedaba, hemos deforestado todo y en aras del progreso hemos arrasado mares inmensos y ahora son charcos llenos de plásticos  y desperdicios, hemos conquistado la luna pero a precio de olvidarnos de nosotros mismos y de otros seres humanos que lo están pasando mucho peor que nosotros y todo eso, lo estamos pagando y lo pagamos con creces. Y por último, a mí no me han quitado las ganas de luchar por un mundo que aunque no sea el mío, es el que tengo: yo no quiero fábricas que contaminen, yo no quiero poderes ocultos y fácticos que son que realmente mandan, yo no quiero Bancos que nos estafan y nos hipotecan hasta las cejas, yo no quiero Gobiernos que no están a nuestro servicio. Yo sólo quiero volver a principios del siglo XX y ser, por ejemplo, el jefe de la Mafia.

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UN NIDO DE CUCOS

 Bueno, pues ayer a la noche ví una peli que iba sobre el tema de drogas. Y la vi entera y eso que curraba la Sandra Bullock que no es santo de mi devoción y que además no la soporto ni en fotografía ni en pintura y aunque esta sea rupestre. La tía estaba joven, joven de verdad y sin estiramientos faciales y sin recorte de michelines abdominales por el cirujano de turno que se dedica a recomponer cuerpos en decadencia, pues eso que iba no como va ahora, que la tía se siente tan guai que a los 60 años o cerca estará de ellos, quiere hacer papeles de jovencita virgen, pura y cursi hasta la médula. A lo que iba, que la tía va de fiesta en fiesta y se lo bebe todo y bien combinado con pastillas al uso.

Al final, se tiene que ir a un centro de tratamiento todo yupi y todo pijo, que no sólo era de desintoxicación, pues era más bien un loquero donde se podía observar todo tipo de terapias, algunas un poco o muy ridículas (eso sí, todas muy yupis), pero como no es eso a lo que ahora voy... me  paso este tema por encima. La peli me recordó al mes que yo pasé en el loquero y a la fauna que había dentro y como poco a poco nos uníamos en torno a una causa común, que era salir de la dependencia de las drogas, incluído el alcohol y las benzodiazepinas. La peli se llamaba 28 días, los mismos que pasó la tía en ese tugurio tan lujoso y los mismos que pasé yo en mi tugurio no tan lujoso, pero tampoco era tan tugurio.

El enfoque era de película y claro se inundaba de tópicos, pero bueno no se trataba de una película terapeútica, sino de una película de entretenimiento y por tanto, la peli arrastraba grandes defectos de argumento. Pues la tía y no sé el porqué ni el como, se larga una pirueta ella solita y decide pasar del mundo de las drogas así por las buenas y de un día para otro. Bueno todo esto, está aderezado del correspondiente novio tóxico y al que tiene que dejar por cojones, también del  suicidio lacrimógeno de su compañera de aventuras, y como no...del maricón simpático y entrañable y por supuesto que incomprendido, sin faltar el buen y mal terapeuta y en fin de todos los tópicos habidos y por haber. Pero a pesar de todo esto, a mí me hizo pasar un buen rato y porque me trasladó a mi propio nido de locos o ¿era un nido de cucos?.




HAY QUE VOLVER A PODER


 Yo no puedo con todo

pero debería tener que poder

porque una vez que te falte el ansia y las ganas de querer

se te considerará un muerto viviente,

hablarás y nadie te escuchará

pasarás tus dedos sobre otra piel

y la otra persona, dirá

¡Uyyy! que escalofrío he tenido,

pero nadie sabrá que han sido tus dedos.

Tus pies no quedarán marcados en la arena mojada

ni doblegarán la hierba fresca de la mañana

ni siquiera te dolerán al andar descalzo,

serás como un alma en pena en busca de otro refugio.

Por tanto...hay que poder

y sino se puede...hay que volver a poder.






















 

¡¡¡QUÉ QUIMERA!!!

 

 Y hoy de nuevo es Sábado. ¡Joder! cuantos Sábados hay al año, pues exactamente hay 48 y que se dicen pronto. No si estoy hecho un hacha en esto de las matemáticas, pero lo intento. Un hacha, un crack y tengo claros síntomas de ser un superdotado o un clarividente o mejor dicho, de haberlo sido. Esto último realmente me lo creí durante una época determinada (muy corta, por cierto), hará ahora dos años (esto último decía en el 2.013 y ahora que estamos en el 2.022, pues sumar años que a mí en este momento me da mucha pereza y ahora, que estamos en el 2.024 pues sumar dos años más). Todo pasó después de mi estancia en el loquero y nada más salir, pude comprobar que había recuperado la memoria (una memoria bestial y animal) y gran parte de mis pensamientos (los más profundos, los más brillantes  y los mucho más alucinantes) y ante esa avalancha de inmensas sensaciones, yo me llegué a creer que era un "superdotado" ya un tanto tardío, pero un "superdotado" entre comillas.

No sé como explicar esto sin caer en los tópicos. Esos que dicen que para saber una cosa hay que vivirla y sin caer en lo pretencioso. Porque explicar que uno se sentía como un dios en la tierra  y que nada ni nadie podía conmigo, suena cuando menos que alucinante, pero era verdad que así lo sentía. Creo que sólo se lo comenté a dos o tres personas y dado el éxito que tuve, no volví a comentarlo jamás de los jamases, pues lo único que había conseguido era aumentar la sensación ajena, de que estaba más tarado que nunca o que del psiquiátrico había salido más loco de cuando había entrado o que realmente era un engreído de mierda que no tenía ningún remedio. O quizá, había un mezcla de todo esto. Yo me inclino, por la mezcla de todo.

Con el paso del tiempo se fue sosegando esa sensación tan maravillosa (¡qué pena!). Es decir, volví al terreno de los mortales y por tanto fuí comprendiendo que como todo ser humano tengo mis propias limitaciones. Pero mientras me duró el globo lo pasé del carajo y como podía con todo, abría frentes por todos los lados y cuantos más frentes tenía abiertos, mejor y más fuerte me sentía. Anteriormente, después de años de relativo decaimiento, aunque antes del antes,  hubo años que resultaron ser maravillosos. Pero volvamos a que este último subidón, me puso a tope y en parte aún lo conservo, aún de vez en cuando noto sus picos adrenalínicos. Porque las sensaciones que almacené durante esa época van a quedar en los anales de mi propia historia, y yo como un "superdotado", ¡Ayyy qué quimera más alucinante!.




UNA PROPUESTA..., UN TANTO UTÓPICA

 Al principio de la vida, uno abre los ojos y mira y tiene curiosidad por lo que oye, toca y siente. Después la curiosidad baja de grado y es cuando uno se supone que está en la etapa adulta o madura y entonces, oye y siente menos, tal y como si un caparazón nos envolviera. Por fin y tiempo después, llega la etapa de bajada y todo lo descrito aún baja más de intensidad y también se suma que el factor físico decrece y entonces, se forma un escudo que te separa claramente del resto de la gente, que en éste caso no es protector y porque más bien es aislante del mundo exterior. No protege, pero sí que aisla.

Bueno, éstas son las llamadas etapas normales de la vida y digo lo de normales, porque por suerte hay algunos, que se pasan éstas etapas, salvo la de la niñez, (que es común para todos), por el forro de sus abrigos y cuando están más limitados físicamente y porque son viejos pellejos, al mismo tiempo, son más niños que los recién nacidos (son niños grandes envejecidos). Y yo me incluyo en éste club de privilegiados y reivindico la vejez en el cuerpo pero con la mente de un niño. Reivindico la ilusión, revindico el aprendizaje, la risa, el llanto, reivindico el hacer el amor a la sombra de un pino y reivindico los juegos de todo tipo (bueno, los que pueda realizar como viejo pellejo).

O sea, lo que yo quiero, es combinar la madurez que da la experiencia, con la ilusión que nos queda dentro, es la combinación perfecta y aunque tengamos muchos factores en contra, que los tenemos, hay que reivindicarse de ésta manera. Ilusión y experiencia, experiencia e ilusión, dos cosas que no son contradictorias y al revés, que son complementarias y todo depende de nosotros, de si nos creemos lo que yo digo y de si estamos dispuestos a hacerlo. En el fondo, todo es cuestión de ponernos a ello y además ¿que tenemos que perder?. Quizá la tiranía de nuestros nietos y el sentirse como un florero antiguo y arrugado que adorna una esquina de la casa de uno de tus hijos. 



EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR (Lo decía hace 12 años)

 Si al final siempre nos quedamos los mismos, los cuatro gatos despeluchados y deslustrados que en sí, decíamos ¡miau! y como puto reclamo de algo. Mucha movida ideológica, mucha ilusión patatera de que vamos a comernos el mundo y cuando empieza a pasar el tiempo y todo se hace más duro y más cansino, entonces, se pone a prueba nuestra paciencia, porque lo normal es que todo dios huya despavorido y quedarán los cuatro gilipollas de siempre (entre los que me incluyo). Las cuatro momias egipcias disecadas. Porque empiezo a sentir cierto complejo de dinosaurio, porque resulta que lo que yo pensaba hace 40 años, ahora parece que triunfa hasta cierto punto y mucha gente se suma a la lucha, pero ¿durante cuanto tiempo?.

Seguramente será hasta que la crisis pase, ni más ni menos y después quedaremos los de siempre. En cuanto circule la pasta gansa a raudales y entonces y en ese momento, nos veremos abocados al consumismo más despiadado y ya metidos en vereda, nos creeremos que todos somos empresarios y propietarios de no sé que mierda. Esto no lo sé seguro, pero me lo temo. Y lo digo porque por estas ya he pasado y aunque no me guste pensar en ello, así somos los humanos de predecibles y de imbéciles. Somos animales de costumbres y en cuanto cambian los normas y costumbres, también cambiaremos nosotros.

Las ideologías cambian y se transforman y nosotros con ellas o es al revés, nosotros cambiamos y después hacemos cambiar las ideologías. Pero ¿¡qué más da!?. El caso es que si ahora nos preocupa tanto el paro, los desahucios y el hambre que algunos o muchos están pasando, dentro de unos años y cuando crezcan los billetes en los verdes valles, nos preocupará más el como cambiar de coche y comprar uno de altísima gama o como hacerse con una casa con vistas al mar o a la montaña o si te vas de vacaciones a Honolulú o a las Seychelles. Análisis pesimista donde los haya, pero es un aviso a navegantes y para que no se crea nadie que este mundo es un chollo o que es una perita en dulce. Y además y lo digo con toda mi conciencia...¡el que avisa no es traidor!


 



José Emilio Pacheco

  "A los diez años creía que la tierra era de los adultos. Podían hacer el amor, fumar, beber a su antojo, ir a donde quisieran. Sobre todo, aplastarnos con su poder indomable[...] en realidad no hay adultos, sólo niños envejecidos. Quieren lo que no tienen: el juguete del otro. Sienten miedo de todo. Obedecen siempre a alguien. No disponen de su existencia. Lloran por cualquier cosa. Pero no son valientes como lo fueron a los diez años: lo hacen de noche y en silencio y a solas".




Prefiero vivir dentro de mi burbuja

 

Nadie me dice nada. 

Apenas nadie me dice nada. 

Yo pregunto y me responde el silencio. 

Yo propongo y me contestan que ese será tu problema. 

Yo digo y nadie me escucha

ni siquiere oigo un balbuceo

un amago, un intento

o un esfuerzo por querer decirme algo.

Como y vivo en silencio

me molesta el ruído de las voces

el run run de los motores

el chillido de los frenos

el vecino cuando grita

y las toses nerviosas, secas y repetitivamente cansinas.

Prefiero vivir dentro de mi burbuja

antes que abrir mis sentidos al ruído.



















No es necesario que me digas nada

 

No es necesario que me digas nada.

Simplemente supongo como estarás.

Por mi parte

estoy bien y me siento bien

del amor paso y del desamor también.

La amistad alguna vez llamó a mi puerta

y hubo veces en que le contesté gratamente

y hubo otras, en que puse pies en polvorosa

a veces, por desidia

otras veces, porque en mi alma hubo cambios estructurales

y aquél que era mi amigo...dejo de serlo.

No todo en la vida se puede explicar

pero también existe el desamor en una amistad.

Y eso ¿como lo puedes explicar?

si tú mismo no sabes que tornillo se te aflojó

¿como le vas a decir a los demás que es lo que te pasó?.




















LA PELOTA EN SU TEJADO

 Día 10 de Septiembre del 2.014 y es Miércoles. Un día más de nuestra existencia y sigue el tiempo caluroso y ya empieza a hacerse pesado. ¡Joder!, ya ha pasado el Verano, pero no del todo, pues hasta el 21 no acaba el oficial, pero ya hubo Verano de sobra y calor y sudores y morenos integrales y nucleares. Ayer en la Feria, había algún moreno de esos que sólo se consiguen dedicándote todo el día a ello (moreno reluciente de rechupete) y claro, sin darte cuenta mirabas la piel de tu brazo y era cuando te dabas cuenta que estabas blanco tirando a lechoso, parecías un guiri inglés a su lado, pero me faltaba la botella de Gin en la mano.

Si hoy hiciera una encuesta por la calle, le preguntaría a la gente si hoy está contenta. La mayoría respondería que no, o él consabido sí pero no o el no pero sí y muy pocos me dirían claramente, sí. Y si al que le pregunto fuera gallego, como yo, me diría y ¿usted porqué lo pregunta? y ya está, la pregunta vuelve al que pregunta. Tenemos fama los gallegos de hacer eso, responder con una pregunta dirigida a quién la hace. Si el encuestado fuera menorquín y de pura cepa, me diría: "no pases pena, si fueras de aquí quizá lo entenderías".

Cada uno tiene sus propios mecanismos para saber escaparse de las preguntas directas, porque el sí o el no, te compromete a decidirte y lo tienes que tener muy clarito para definirte por uno de ellos. Y cuando no hay es claridad en el medio ambiente, todo está muy turbio y sucio en su mente. Hay algunas personas que te hacen en el día a día éste tipo de encuesta y te saludan con un ¿qué tal? o con ¿un como te va?.

Yo prefiero el ¿qué tal?, parece menos incisivo y por tanto es más fácil de contestar, pues bien o bien y me podía ir mejor o bien y ¿a tí? y ya está, ya le pasas la pregunta a él. El ¿como te va?, te obliga un poco a plantearte como realmente te va y cuando levantas la mirada y ves los ojos de una persona a la que casi no conoces, pues coño porque le voy a decir a éste tío como me va (que carajo le importa como me va a mí). Aunque también existe la posibilidad de decir... bien y sin más le devuelves la pelota y a tí ¿como te va? y zanjada la pregunta y le dejas la pelota en su puto tejado.




VIVIMOS

 Día 2 de Octubre del 2.014 y son las 10 de la mañana y ya listo para empezar un nuevo día, aunque en realidad empezó a las 8 con un recado y un sabroso desayuno y ya estoy aquí dispuesto a comerme el mundo. Mucho comer a lo grande y en el día a día no me como nada. Bueno son gajes del oficio del que aspira a algo grande tiene que pasar previamente por las miserias de la vida diaria. El pueblo sigue su propio ritmo, nada se altera demasiado, el que hace el papel de ciego sigue vendiendo los cupones de los ciegos, el pasma local de turno es el mismo al que tanto aprecio le tengo, además de que sigue rascándose los huevos con las dos manos. El estanquero calavera, vende cigarrillos y sellos y sigue sin saludarte cuando entras. La de la farmacia hace rebajas que siguen siendo demasiado caras y por tanto, no son rebajas y son lavados de cara.

Éste es el día a día de mi Isla o mejor dicho, de mi pueblo y no hay más. Bueno, también tiene sus grandes ventajas, no hay asesinatos, no hay grandes robos, no hay nada más que lo que vemos y es que a veces y producto del aburrimiento que hay en el pueblo, estoy deseando que haya algo que rompa la pana. No sé, que  robaran a un banco, por ejemplo y se llevaran toda la pasta, pero eso sí, sin derramamientos de sangre. Las noticias locales de aquí, hablan de las rotondas de la carretera y de que hay que exportar el pescado menorquín. Cosa que yo no me opongo, pero creo que primero debíamos comerlo los que vivimos aquí.

Porque ese pescado tan menorquín está muy bien para las fotografías o para las postalitas para los guiris, pues dado su precio no puedes ni olerlo, ni tocarlo y menos, saborearlo. ¡Joder! intentaba comentar noticias de aquí y no hay manera, porque en realidad aquí no pasan nada más que las horas y los minutos. La gente anda y habla y parece que hace cosas en su casa, pero eso mismo pasa en todos los sitios del mundo y eso no es ninguna noticia. Aquí, simplemente vivimos y por supuesto, lo hacemos lo mejor posible. Y es que nadie nos ha enseñado a hacerlo mejor. Como dicen por aquí: "el que viene con prisas es que viene estresado y no se puede venir con prisas a la isla de la calma".





AL OTRO LADO

 Yo como no estoy al otro lado de la pantalla no sé lo que véis desde allí (desde el otro lado de la pantalla), pero supongo que será parecido a lo que yo veo desde este de aquí, no puede haber mucha diferencia. Supongo que algo dependerá de la pantalla, del ordenador, de la señal de internet, pero en general será lo mismo que veo yo pero en imagen especular. Porque yo a éste lado veo, que todo me interesa y hasta la cosa más nimia la quiero despellejar y buscar así su esencia o su pequeña y mínima historia, porque en definitiva, es lo que a mí me interesa y porque me interesa sobre todo, la esencia de las cosas.

Claro que no es tarea fácil, porque te ponen un millón de obstáculos y de engaños por el medio y a veces te pierdes por los vericuetos de los callejones sin salida por donde te han metido y además, puedes llegar a perder la perspectiva del todo. Pero menos mal que yo llevo un GPS instalado y es al que acudo cuando me siento perdido, pues me conecta de inmediato y como hacen en las películas yanquis, me conecto con un satélite interestelar que sobrevuela sobre nosotros a miles de kilómetros de distancia y desde esa visión tan amplia que da el espacio, cojo la perspectiva de nuevo, la perspectiva más correcta, pues la perspectiva más correcta es la que logra mantener la distancia. De vez en cuando hay que salirse del sitio o del lugar y para así tener una visión más global y de conjunto.

Bueno, en el fondo siempre se ha dicho lo mismo y antes no había GPS. Porque si estabas metido en el pozo de una profunda depresión, siempre se te aconsejaba que lo que tenías que hacer era salir del puto pozo. O si estabas metido para dentro y eras un introvertido tímido y patológico, se te decía que tenías que salir de ese sitio y hacerte extravertido. Si todo esto es muy fácil... estás jodido de una cosa, pues tío haz la contraria y así te encontrarás mejor. Si comes mucho, pues come menos. Si duermes mucho, pues duerme menos. Y si follas mucho, pues sigue follando mucho (ésta es la única excepción a la regla) y todo porque nunca se sabe cuando podrás volver a follar. Eso nadie lo sabe y no lo sabrá nunca.





¿QUE NOS ESPERA?

 Ayer por la noche entraban por mi ventana, grandes sonidos roncadores extraordinariamente molestos e incómodos para mis delicados oídos, eran como profundos ronquidos como procedentes de una gran foca, pero con episodios de apneas que sobrepasaban el territorio de lo humano. Había grandes y eternas pausas sin respiraciones y eran tan largas las condenadas, que te veías obligado a animar al Cachalote a que por favor siguiera respirando y vociferando con estertoroso ruído. Y resulta que el Cachalote apneico era el vecino de enfrente, que había apoyado su gran panza en la repisa de su ventana y de esa guisa, se había quedado sobado. Sí sobado de pie y al borde del precipicio y supongo que después de haber engullido uno de sus asquerosos bocatas que suele comer todos las noches y justo antes de a continuación emiter sus lamentos de foca marina.

Y es que tiene huevos la cosa y el día que tenga una pesadilla el tío se puede lanzar al vacío. Pero claro, cualquiera despierta a la ballena de sus sueños idílicos, si el tío parecía feliz y contento. La vida es más triste de lo que parece y cuando veo a un tío así, pienso en que a veces los humanos resultamos ser patéticos y ese pensamiento me abraza y ya no me suelta en todo el día. ¿Y si yo acabo como éste tío?, me pregunto siempre, y ¿si acabo así?: jubilado, gordo y grasiento, comiendo mierda plastificada y como única meta del día, dormirme en la ventana y para emitir mis ronquidos  al resto del personal y para que además, ¡se jodan!..

Pues así de dura es la vida y además como él, hay miles por ahí sueltos, que no revueltos. Y yo sé, que soy el raro de la película y espero seguir siéndolo y porque sino ya sé lo que me toca, roncar en la ventana de mi casa y comerme un bocadillo de beicon, mantequilla y sebo de cerdo. Pero yo sé y además lo tengo superclaro, que antes de dormirme apoyado en la ventana, me tiro directamente por ella, eso sí, antes me como el bocadillo, pues en éste momento, tengo un hambre que no veas.



 



Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...