Ya decía yo que había demasiada paz, que no me llamaban y hasta que me llamaron y eso fue a las 2 de la tarde y para que a las 4 y media me lleve un paciente por los aires...y me tengo que traer otro de vuelta, porque así está establecido, aunque éste último padece de varias cosas, pero entre ellas está que está infectado de una bacteria multiresistente, de esas que te tienes que aislar por cojones y con el calor que hace, va a tener más cojones la cosa...bueno, su posible contagio es de contacto, es decir que sino le das un puto beso en la boca al paciente o no te pones a hacer manitas con él, puede que te libres. Aún así, es un puto coñazo, hay que ponerse el traje de aislamiento, hay que desinfectar todo: la camilla, el avión, las ambulancias y esperemos que no toque demás.
Es que éste tema tiene guasa, en mis tiempos un enfermo infectado de una bateria multiresistente no se le trasladaba hasta que estuviera limpio de todo...pero ahora, no...ahora, se traslada aunque haya una mínima o máxima posibilidad de contagio, porque el que lo que traslada es otro, es otro el médico pringado que no trabaja en su Hospital y ese hoy, soy yo. Pero la culpa de todo eso, desde luego no es del paciente, pero tampoco es mía y en fin, que el paciente y yo, somos dos víctimas del sistema, bueno, hay que sumar el enfermero y los dos pilotos, que los pobres también hacen lo que buenamente pueden...
Ahora, lo de volar es un auténtico lujo y a veces tengo que darme de hostias para que deje de soñar que estoy en un viaje de lujo...porque es fácil verse como un auténtico caballero que va en busca de su damisela, que le espera en el rincón más remoto de la Tierra y nunca hay damisela y siempre hay una ambulancia que te espera y para que te montes con el paciente y para realizar ese último tramo...el que lleva hasta la UCI del hospital. Y ya veis como se puede aniquilar la poesía de los más bellos sueños y de un plumazo. Ahora, un minuto o dos de sueños, no hay quién te los pueda quitar, porque a pesar de todo, siempre hay un instante para ti.
Es que éste tema tiene guasa, en mis tiempos un enfermo infectado de una bateria multiresistente no se le trasladaba hasta que estuviera limpio de todo...pero ahora, no...ahora, se traslada aunque haya una mínima o máxima posibilidad de contagio, porque el que lo que traslada es otro, es otro el médico pringado que no trabaja en su Hospital y ese hoy, soy yo. Pero la culpa de todo eso, desde luego no es del paciente, pero tampoco es mía y en fin, que el paciente y yo, somos dos víctimas del sistema, bueno, hay que sumar el enfermero y los dos pilotos, que los pobres también hacen lo que buenamente pueden...
Ahora, lo de volar es un auténtico lujo y a veces tengo que darme de hostias para que deje de soñar que estoy en un viaje de lujo...porque es fácil verse como un auténtico caballero que va en busca de su damisela, que le espera en el rincón más remoto de la Tierra y nunca hay damisela y siempre hay una ambulancia que te espera y para que te montes con el paciente y para realizar ese último tramo...el que lleva hasta la UCI del hospital. Y ya veis como se puede aniquilar la poesía de los más bellos sueños y de un plumazo. Ahora, un minuto o dos de sueños, no hay quién te los pueda quitar, porque a pesar de todo, siempre hay un instante para ti.