Amor en la distancia que poco a poco se ha ido diluyendo. Si llega a ser un amor cercano se diluiría igualmente, no sé si antes o después, pero a veces la cercanía te aleja de la otra persona y porque todo, absolutamente todo se acaba desgastando. Hasta yo mismo me desgasto y me canso de mi forma de ser y de estar y de como me comporto íntimamente y socialmente y porque a veces, me veo demasiado niño chico, empeñado en algo y como si me fuera la vida en ello. Otras veces, paso de largo y hago que oigo pero no escucho nada de nada. A veces, oigo y escucho y es cuando estoy poseído por la santa paciencia. De vez en cuando salto como si tuviera un resorte en el culo y como tal fiera ataco a quién en ese momento considero mi enemigo. Pero muchas veces, me equivoco y le coloco el cartel de enemigo a la persona equivocada y en algunos casos, se lo coloco a la que más quiero. No soy persona de trato fácil y apacible, tengo mis rabietas por cualquier tontería y lo peor de todo, es que cuando ataco voy a degüello.
Vamos a ver como lo explico. La mayor parte del tiempo soy un ser amable y entrañable, pero de vez en cuando tengo unos rebotes que no veas. Y eso que con el paso del tiempo me he ido calmando un huevo y ahora soy mucho más suave que antes y hasta menos agresivo, pero eso no quita que de vez en cuando salte la liebre y me convierta en la niña del exorcista (en realidad, ni en mis peores momentos he llegado tan lejos), pero digamos que me he aproximado alguna vez asus primeros síntomas. Escupir, jamás llegué a escupir a nadie, pero de mi boca han brotado palabrotas, insultos y faltadas y siempre dirigidas para hacer el máximo daño posible (hay palabras que pueden matar o herir mortalmente al contrario). Y todos y para nuestra puta desgracia, sabemos hacer daño cuando queremos hacerlo. Yo no soy el bueno de la tribu, pero tampoco soy el más malo de todos y me muevo entre la bondad tranquila y la maldad espontánea que a veces, es capaz de herir o matar a cualquiera. Quiero decir, que no soy malo por tenerlo pensado previamente y así haberlo planificado. Mi maldad es solo de a veces y es espontánea y por eso cuando sale por mi boca, es una maldad que no conoce las consecuencias de mis palabras y actos.
Ahora bien, rápidamente me arrepiento de mis ataques viscerales y por el daño que han hecho y porque realmente yo no quería hacer ese daño. Disparo pero tengo un buen retroceso y eso me vanagloria y me da la fuerza suficientepara seguir viviendo y existiendo.