INÍCIAME (Poema)

Iniciame,
iniciame en tú rito secreto,
y déjame ser tú complice,
y tú hermano de sangre,
y enseñame el poder del mal,
y como vender mi alma,
al mejor postor
o al mismo diablo.

Iníciame en tús poderes infinitos,
y dáme el poder de los dioses,
o me lo das o me lo concedes,
pues yo no soy capaz de arrebatártelo,
y sé que un don no se roba,
pues pierde sus poderes,
y por eso te lo ruego de rodillas,
que me dés y por favor te lo pido,
 que me dés el poder de hacer milagros.

Iníciame y yo te doy todo,
te doy mi vida y mi existencia,
te doy mis pensamientos,
y hasta te regalo mis cinco sentidos,
yo sólo quiero el don,
el don que tú tienes,
el don de adivinar el futuro,
y el porqué de nuestra existencia,
y dámelo y compártelo,
y entrégame la llave del cofre,
y yo te juro,
que lo abriré  y tú don se quedara conmigo,
y será mi secreto hasta que yo, desaparezca.

¿DONDE ESTÁS? (Poema)

Donde estás,
donde estás que no te encuentro,
estas ahi, detrás de la pantalla,
o ya dejaste tú silla vacía,
o es el vacio en el que yo me envuelvo,
de todas formas y sea por mi o por tí,
o por razones desconocidas,
la conexión que había entre los dos,
ha cogido la puerta de salida.

Donde estás,
estás cerca de la cocina,
o tomando el sol en la terraza,
y entonces me planteo,
si tú no estás ahi,
que hago yo aquí sentado,
 con mi paranoia y sólo,
sólo en ésta silla de mierda,
y viendo una pantalla llena de nada,
y me desespero,
y me rasco y carraspeo,
y le doy una larga calada a mi cigarrillo,
buscando un punto de equilibrio,
pero las ganas me pueden,
y mi impaciencia me vence,
y yo ya me rindo hasta sin bandera,
y de nuevo te ruego y te pido,
que me digas algo, y algo dime,
dime que sí, que estás ahí,
y dímelo aunque sea mentira,
a mi me vale con eso,
si hasta me gustas cuando me mientes,
o cuando finges mil orgasmos,
me gustas tú,
tú con tús defectos de fábrica,
y no quiero recambios, ni reparaciones,
pues yo te quiero a tí,
a tí tal como tú eres.

EGÓLATRA (Poema)

Caballo menorquín de pura cepa.
Apártame de tú lado,
e insúltame y degrádame,
escúpeme en la cara,
y mírame a los ojos,
y dime, si díme lo que sientes,
dime que te hice mucho daño,
dime que no supe entenderte,
dime que por mi hubieras dado la vida,
y ahora me la arrebatarías.

Dímelo, y dímelo sinceramente,
que yo antes era todo para tí,
y era tu pequeño dios idolatrado,
y hoy soy el demonio con lengua de fuego,
que soy un abominable depravado,
y un monstruo sin sentimentos,
un ególatra hedonista,
y un loco egoísta,
y dímelo, para que yo me entere,
para que sepa que el dolor se paga,
y que se pagará siempre,
pues tarde o temprano se paga,
y el daño que hice por ser un altivo,
y un desaprensivo,
lo pagaré con creces,
y ahí si,
ahí si que me producirá daños irreversibles.

SINDROME DE BURNOUT (O sindrome del quemado)



Caí y caí rendido a los pies de Morfeo. Me quedé tieso después de comer y acabo de despertar, más o menos una hora de sueño, y tampoco quería dormir más, si no ésta noche a ver quien es el guapo que
puede conciliarse con Morfeo. Ahora estoy grogui y noqueado y mientras fumo un cigarrillo, para ver si me despejo, pues a mi fumar me despeja, supongo que será por el puto vicio que tengo. Que pena de día, que pena, un día espléndido y yo metido en mi cueva. Por eso cuando se valora mi horario, pienso que no se tiene en cuenta su cara oculta, la cara desagradecida, la resaca después de 24 horas de curre. Y la noche, la noche nunca está pagada, empezando que si tienes la suerte de poder dormir, el sueño es de otra forma, es más superficial y siempre se adorna de pesadillas. Y si duermes poco, entonces es bestial y ahora en verano, a ver quién es capaz de llegar a casa y meterse directamente en el sobre, yo no, pues te pones a pensar en el día que hace y tú en la cama haciendo el gilipollas. Sé por mi propia experiencia, que hasta mañana no estoy recuperado y entonces si sumo el total es: el día anterior de la guardia que te acuestas temprano, el día de la guardia que te das un buen madrugón, después las 24 horas y las otras 24 horas de puta resaca.

                            Claro que después libro de media, tres o cuatro días y menos uno o sea el siguiente de la guardia, pues queda en dos o tres días libres y eso sí a partir de aquí, hay que saber que dejan de existir los fines de semana y los festivos, o sea que andas al revés que el resto del personal: un lunes y un martes para mí son un sábado y un domingo, pero bueno tampoco es para tanto, yo sobrevivo y hasta puedo decir que me he acostumbrado. Lo que me pasa, lo que realmente me pasa, es que desde hace dos semanas, estoy quemado o sea padezco el sindrome del quemado o sindrome de Burnout, pues estoy hasta los huevos y necesito las vacaciones como agua de mayo. Lo noto porque en las guardias, en éstas dos últimas, ya no estoy igual, voy de mala gana y nada más llegar estoy deseando que llegue la hora de salida.  Os juro que las guardias no son iguales, te agobias y estás a disgusto y lo peor es que el tiempo no se compadece y es resentido, pues como tú te estás deseando que pasen las horas, él se lo cobra vengándose y los segundos son horas y los minutos se hacen meses y las horas se convierten en interminables.

                              Cada cosa tiene su punto y yo ya no veo currando todos los días, no sé, supongo que me he acostumbrado y lo he hecho con todas sus consecuencias, con lo bueno y con lo malo. Y eso es lo que quería aclarar, que éste horario también tiene sus puntos negativos y sino que me lo pregunte alguien ahora, en éste momento en que me estoy  cagando en  el estúpido e idiota que inventó éste horario siniestro.

                              Después  de parir éste engendro que tenía dentro de mi cabeza, hice lo mejor que podía hacer y fué irme a dar una vuelta, para ventilar mi cabeza. Y eso hice y he disfrutado como un niño, viendo los colores del atardecer en mi pueblo, en concreto en la Cala de Cales Font, el muelle desde donde nace el sol, el sol nace en las entrañas de sus aguas cristalinas. Os dejo unas fotos de mi vuelta, para que veais que no os engaño, que yo vivo en el paraiso y menos mal que vivo en él, sino como levantaría mi ánimo.

DEPENDE DE TÍ (Poema)

Perderte o no perderte,
depende de...depende de los dos,
depende de mí y de si queda algo,
y depende de tí y de tús necesidades,
depende de tantas cosas diferentes,
de cosas tan simples, como el tener ganas,
o de otras cosas ya más complejas,
como si hoy habrá un eclipse de sol sobre luna,
o de un maremoro sobre los mares,
de eso depende,
de cosas exógenas y de otras intrínsecas.

Perderte, puede,
puede que  te pierda para siempre,
o que no te pierda para nunca,
puede que te pierda al día siguiente,
o que te pierda cuando te encuentre, puede,
puede que viajemos juntos,
y que nos guste lo que sentimos,
puede que no nos reconozcamos,
y que cada uno siga su ruta o su camino.

Perderte o no perderte,
una pregunta suspendida entre las dudas,
una pregunta que se cuelga del perchero,
una pregunta que duele y que lastima,
y es eso una pregunta entre otras muchas,
una más entre millones,
y el caso es que si te pierdo,
yo me pierdo contigo,
y seguiré tú estela
 y caminaré sobre tús huellas,
y te aseguro y es más te lo juro,
que yo sin tí,
 soy mas pequeño que una estrella,
y soy un cero en mi expediente,
 y soy un alma en pena, un lamento,
y un pozo seco,
y de tí depende, y sólo de ti depende,
 que yo siga sintiendo,
lo que ahora mismo siento.

TARIFA (Una escapadita)

Hoy es día 7 de Julio y es el día que comienzan los San Fermines. Me gusta este acontecimiento, me gusta verlo a primera hora y eso que a mi no me gustan las corridas de toros, pero esto es distinto, le encuentro un no se qué que me atrae. Quizá sea que en el fondo siempre pensé en ir a ellos, a los San Fermines y ser uno de los corredores y  correr como una fiera o mejor dicho delante de la fiera y eso si, siempre salía de rositas de la cornamenta del toro. Pero tampoco siento frustación por ello, pienso que tengo cosas para mí más importantes, cosas pendientes, que se dice. Me queda muchísimo por ver y por viajar, me queda tanto que podría escribir un libro lleno de lugares pendientes y es que además yo he viajado muy poco, conozco España y un poco o un casi nada de paises centroeuropeos.

                            Ultimamente me muero de ganas por viajar y me pasa por la cabeza: la Toscana italiana, Portugal, Marruecos y Suecia o Finlandia. Son sueños de una noche de verano, son sueños producto del calor entre las sábanas, aunque el que sueña mucho, al final siempre retiene y aunque sea a un sólo sitio de éstos, iré a parar con mis desgastados huesos. De momento tengo casi asegurado ir a un sitio mágico, que no es ningún sitio de los anteriormente mencionados, es un sitio que ya conozco pero que vuelvo encantado, es Tarifa, la tierra del viento. Como tengo que ir por otros asuntos personales, pues aprovecho el viaje y es que me encanta la idea. Y si ya me dejaran la casa a la que he ido las otras veces, entonces sería para volverme loco. Una casa que está en la montaña que hay por detrás de la playa y que linda con el Parque de los Alcornocales y que sus vistas  son un espectáculo, se ve Tarifa y su linda playa, el océano Atlántico del Estrecho y como telón de fondo Marruecos. Estoy enamorado de éstas vistas desde esa montaña, es como un balcón que abre sus puertas al mundo.

                         Las otras veces que aterricé en Tarifa fué con mi familia y con un surtidillo muy variopinto de niños, o sea con mis tres hijos y algunos de sus amigos. Recuerdo los caminatas por el Parque de los Alcornocales, los baños y paseos por sus playas, la duna de Bolonia, los noches tumbados en la hierba viendo la cúpula del cielo y contando estrellas fugaces, el pueblo de Tarifa mostrando sus encantos, la gente que lo pasea, el ambiente de kitesurf y de winsurf, la playa llena de cometas de todos los colores y el viento, el viento que azota continuamente y que no te dá un respiro. Ese mismo viento que antes alejaba a los guiris y hoy los atrae como moscas, el viento que moldea dunas inmensas y que remueve conciencias, un viento purificador y que a veces te hace enloquecer, el viento de Levante, él es el rey de éste recóndito lugar, el punto más al sur de Europa. Y enfrente África, África guardando con recelo ese halo de misterio, ese continente para mí aún desconocido, esa tierra llena de secretos ancestrales y que emite energía, sólo viéndola desde enfrente ya sientes la llamada de la selva o del desierto o de las extensas estepas o la llamada del Kilimanjaro. África es otro continente en todos los sentidos y me siento atraído por las insinuantes curvas de su figura, es una atracción fatal, fatal pero me encanta.

LA PUNTA DE UN ICEBERG

 Ahora todo es más difícil los reflejos van pidiendo un descanso los tendones se relajan y contraen menos y peor que antes la vista pide aux...