Lunes 22 de enero del año 2.024

 

Lunes 22 de enero del año 2.024. De pasta gansa estoy mejor que otros años y porque en estos últimos años he ido liquidando préstamos bancarios y entonces, digamos que el sueldo me cunde mucho más que antes. Eso significa, que económicamente empiezo a ser y de una puta vez en mi vida, solvente. Y me he podido pagar viajes sin tener que tener que pedir un préstamo a cambio. De pasta...mejor. De sentimientos, pues los tengo para ir tirando. Tampoco voy sobrado y que se me caigan de los bolsillos. Estoy en un punto intermedio, pero es de persona reconocer que esos sentimientos (la mayoría) vienen del pasado. Actuales y nuevos, hay pocos. Decían eso, eso de que con el paso de los años uno se va encerrando más y más en su propio caparazón y de cada vez, la va costando más entablar nuevas relaciones. Pues yo, soy uno de esos viejos encerrados en si mismos, pero eso tampoco quiere decir que solo me vea mi ombligo...y porque me preocupan los derroteros que va tomando la humanidad. No lo entiendo, no entiendo como gran parte del mundo puede dar la espalda a los hechos acaecidos en Gaza y las cifras de muertos palestinos se van acercando a los 30.000. Estamos delante de asesinatos en masa y en cambio, muchos países se ponen de perfil y como si con ellos no fuera la cosa.

La humanidad es buena en tiempos de paz y concordia y en cambio la humanidad se va a tomar por culo, en tiempos de odio y guerra. Al parecer hay guerras condenables (Ucrania contra Rusia) y hay otras que no lo son tanto (Israel contra Palestina). Yo soy de la opinión, que todas y absolutamente todas las guerras son igual de condenables. El ser humano está para vivir y no para ser matado. Pero esas son palabras necias de un viejo loco, como lo soy yo. Creo que no hubo un día en mi vida, en que no hubiera una guerra en algún punto del mundo. Guerra y hambre, odio, ira y rencor. Y me moriré pensando que mi vida ha estado bien, pero que siempre pudo ser mejor, si no hubiera tantas guerras y tanta explotación. Porque en ésta lista habría que añadir: a "niños soldado", a niños explotados en minas a cielo abierto, a niños y niñas prostituídas, al hambre infantil...y ¿para que seguir?.

Todo esto sabemos que está ocurriendo, pero nos preocupa más que nos quedemos sin internet o que nos quedemos sin el móvil. Somos ciudadanos del primer mundo e ideológicamente somos seres del quinto mundo. Consumir es lo que nos preocupa más y comprar y vender y volver a comprar y así, hasta envolvernos en nuestro propio círculo vicioso. Somos seres que queremos ser humanos, pero en realidad somos seres humanoides y tenemos la carcasa que aparenta ser de humano y en el interior, llevamos un vacío demasiado negro y oscuro. Somos humanoides vestidos de humanos pero nuestra piel es de serpiente y en la entrañas almacenamos todo nuestro veneno.


















MIÉRCOLES 22 DE ENERO (¿de que año?...pues no lo sé)


 Hoy es Miércoles y lo es todo el día, además de ser día 22 de Enero y así entramos o casi en la última semana del mes de Enero. Y menos mal porque ando a dos velas y además, están derretidas. Siempre nos pasa lo mismo en éstas fechas maltrechas y suspirando porque llegue el mes de Febrero, que por cierto en su día 5 cumplo años y no voy a decir los que cumplo (pero en bajo y como un susurro que se lleva el viento, sí que os lo puedo decir y son 64 años del ala) y digo 64 años y se me caen los dientes al suelo y me veo envuelvo en pañales y cagado y meado por todos lados. La vejez es un tema muy duro, que lo que primero que requiere es que tú o yo, nos pongamos enfrente del espejo y que reconozcamos nuestra piel dura y arrugada, nuestras patas de gallo, nuestra caída de pelo, nuestras articulaciones desgastadas, nuestra porosidad en los huesos, nuestra falta de vista y de visión lejana y cercana, nuestros dolores sordos y de cada día (dolores penitentes), nuestro progresivo descontrol de esfínteres, etc...Si somos capaces de vernos como en realidad somos, habremos dado un paso de gigante para llegar a asumir nuestra vejez. Segundo, hay que mirarse en el espejo pero además hay que mantener el ojo crítico y por tanto hay que saber medir hasta donde uno puede llegar. Que no me vale y para nada, que haya un viejo en la China que a sus 90 años ha subido 14 ochomiles o que haya otro de 95 años que aún es corredor de maratones ( y no me toques los cojones) y porque siempre hay y habrá excepciones, pero que no deben ser nuestro ejemplo en el día a día. Aclaremos una cosa previa, cada uno puede hacer lo que quiera con su vida, pero lo que no puede o no debe es predicar con la excepcionalidad de sus actos (poder puede, pero nosotros tenemos que saber pasar de semejantes tíos que van de superhéroes ejemplarizantes y tocacojones. Ojo crítico que se llama. Porque si no sus actos de putos héroes sin dientes acabarán hundiéndote en la ciénaga del día a día. El otro subiendo ochomiles y con 20 años más que tú y tú al octavo escalón que subas ya estás pidiendo oxígeno.

Yo lo siento muchísimo, pero lo tengo que decir claramente...mi héroe soy Yo y son mis músculos y huesos porosos y esponjosos y mis glándulas que ya están medio secas y mis dolores de viejo podrido y todo esto me completa como ser humano viejo que soy. Lo que tengo muy claro es que con mi mente de viejo que ha pasado por demasiadas cosas, no podría vivir en un cuerpo joven, pero en uno adulto y maduro, sí que podría. Es decir, quitaría el dolor de todas mis partes y el conjunto de incapacidades que me producen esos dolores. Me quedaría con la experiencia y la prudencia que tiene un ser maduro y por eso digo, que eso no es compatible con un cuerpo joven y por inexperto y por poco prudente. Adulto, yo me quedaría con mi estado adulto dentro de un cuerpo sin quejas ni reclamaciones. Yo hablo de un estado ideal y que como se ve, es muy diferente al estado ideal que la sociedad nos quiere vender y porque las reglas sociales que tenemos impuestas persiguen las excepciones como estados ideales de nuestro ser y ahí es donde entra el concepto de que siempre hay que ser joven y vigoroso para subir 14 ochomiles y dentro de un cuerpo destrozado por el paso de los años.

Yo de mayor o sea, de más mayor que ahora, quiero seguir siendo poeta y escritor de cuatro pelos y médico pero no médico de viejos, ni de niños, ni de jóvenes y quiero ser médico de gente adulta y con dos dedos de frente y que de vez en cuando, tenga un punto muy loco. Y ¿qué como se mide eso?, ¿los dos dedos de frente?...pues al tío problema le pones tus dedos en la frente y miras hasta que dedo de tus manos llega su frente y entonces ya sabrás cuantos dedos tiene su frente. En realidad, me gustaría pasar mi vejez en una vieja casa con vistas al mar o a un precioso valle con un hermoso río por el medio de un bosque...pero si eso no ocurre (que seguramente será así) tampoco voy a escribir en el libro de reclamaciones de la vida, porque para eso, digo yo, tenemos el poder de nuestra imaginación. En fin, que también pido estar de coco entero y ser igual de lúcido que ahora.

Y no puedo olvidarme de ese punto de locura que siempre debemos llevar con nosotros y de la intensidad y frecuencia de esa locura ya depende de cada uno. Yo tiendo a ser muy intenso en esto y por eso de vez en cuando me han perseguido y como si fuera un poseso, los ideólogos de la vieja psiquiatría. ¿Qué si consiguieron algo?...pues no sé, aquí me veis y no me escondo ni de ellos ni de nadie...

Todas las reacciones:

















DOS EXTRATERRESTRES

Estos dos extraterrestres dicen que están escuchando aviones
y como si los aviones no se escucharan de motu propio.
Es de suponer que intentarán oír una tuerca desajustada,
o un tornillo fuera de lugar y sitio
o simplemente dar el pego con sus antenas parabólicas,
y además...de cobrar por ello.
Parece que llevan uniformes militares
y tipo y estilo de la madre Rusia,
los dos intentan mantener el tipo
y que no parezcan salidos del carnaval de San Petersburgo,
ella (la más baja) parece que sonríe un poco (menos mal),
él (el más alto) mantiene su cara de estatua seria, fría y gélida,
por lo que me vuelvo a suponer...
que él debe tener el carnet del partido
o puede que piense que en el próximo congreso
lo nombrarán ministro de los escuchadores de aviones,
un gremio que debe ser muy similar al de los controladores aéreos...
Aunque yo si me encontrara a dos como estos
se me quitarían ipso facto todas las ganas de volar.
Todas la




















21 DE SEPTIEMBRE

 

21 de septiembre.
Podría escribirte otro día,
pero hoy tenía la necesidad compulsiva
de hacerlo ahora mismo
y además, no vaya a ser
que un rayo me parte en dos o tres mitades
o que un árbol me caiga encima y reviente mis cuatro neuronas.
Yo te podría contar que estoy bien,
que he estado mejor,
que todo se puede mejorar,
pero en general, me siento bien
y es más, te diría
que estoy contento,
que me levanto con ganas,
que miro a las cosas con más curiosidad,
que en las mañanas me digo...¡buenos días!
y que por las tardes noches
me involuciono y me hago caracol metido en su caparazón.
Me gusta el refugio de mi concha
y el acurrucarme en su última esquina
y hacerme ovillo
y hacerme más bicho... todavía,
y quererme más...si puedo
y así, odiarme...un poco menos.
Voy, como el buen vino,
mejorando con los años,
a pesar de que mi carcasa se agrieta y se resquebraja,
pero mis ideas mejoran en todos los sentidos,
son mejores cualitativamente hablando,
tienen más peso,
son más sólidas y claras,
interpretan mejor lo que pienso.
Aunque todo hay que decirlo,
a veces se quedan perdidas mar adentro.
Salgo poco
o salgo muy poco,
a veces pienso que ya he visto demasiado
y en otras pienso,
que me estoy atrofiando
y degenerando en un bicho en período de extinción.
Pero en general,
yo me veo bien,
me quiero lo suficiente como para ir tirando,
me aprecio bastante,
discuto conmigo como si fuéramos un par de amigos
y me doy las buenas noches
acompañadas de un tierno beso imaginario.
Después, me pongo a dormir
y entonces empieza mi verdadero viaje,
me subo a un sueño y disfruto como un loco
tanto que me abandono en el sueño
y entonces, llega la mañana
y el sol llama a mi ventana.
Y de nuevo...
empieza un nuevo día.




















YO SIGO A LO MÍO (un pensamiento en plena pandemia)


Yo sigo a lo mío. Y es triste comprobar la existencia algunas personas y a las que le tenía cariño y aprecio que ahora con los tiempos que corren, se han instalado en el bando negacionista (en concreto, son dos elementos). Según ellos no hay pandemia, ni virus ni pollas benditas. No hay nada en la viña del señor. Todo igual a cero o a menos cero. Me cuesta entender lo que dicen. Para mí son como extraterrestres que han soltado por estos lares y por eso no entiendo su idioma ni su forma de pensar. Todo es catastrofista y todo va a petar. Que tampoco digo yo que no vaya a pasar eso (lo de que el mundo vaya a petar), pero claro yo lo veo posible por muy diferentes motivos. Desde luego si sigue el Trump instalado en la cúspide del globo terráqueo, seguro que avanzaremos más rápido hacia la hecatombe final. Y los dos son médicos, pero deben tener el título de médico brujo de la tribu. Una hierba en la punta de la polla y adiós covid19. Sin mascarillas andando por la vida. Bueno la llevan y por el tema multa y sanción. Después están todos esos que hablan que el virus covid19 (estos, reconocen que existe) que fue creado a propósito en un laboratorio chino o yanqui y para jodernos a todos aún más la vida. Nuestra vida de gusano rastrero que gracias al covid19 se está convirtiendo en vida larvaria. Dicen que con todo esto las fuerzas del mal, están buscando un nuevo orden mundial. Volvemos a lo mismo, yo vuelvo a señalar a Trump y a algunos imitadores que tiene por otros países (léase, Gran Bretaña, Brasil...como posibles causantes de semejante y posible descalabro.
A ver...que tampoco nadie se piense que por éste tema les voy a dejar de saludar. Los saludaré y porque así he sido educado, pero con lo candente que hoy está ese tema del covid19 a los 2 minutos ya la tendremos montada. Bronca segura. Guerra sin cuartel y sin hacer prisioneros. A muerte. A degüello. A que yo seré un médico de pacotilla, pero tú mi querido amigo, eres un payaso de circo. Hay temas en la vida que son irreconciliables. Y no dejo de preguntarme que coño les ha pasado como para que ahora se hayan instalado en la edad media y en épocas de magos y brujas. Y mira que a mi lo mágico me encanta y soy otro ferviente seguidor del tema, pero de ahí a mear tan fuera de tiesto, hay un largísimo recorrido. Hay años luz por el medio. Y entonces, lo que no logro entender es como ha ocurrido todo ese proceso de cambio. A lo mejor ellos, ya eran así y yo de aquellas no les quise o no les pude ver que su trastienda la tenían repleta de hierbajos e infusiones de todo tipo. Claro que si los desglosas más profundamente, siempre se encontrarás un antecedente previo (un rasgo, una sombra, un indicio) y a uno le iba un poco las asuntos más esotéricos y a la otra, la medicina alternativa y el yin y el yan de los cojones.

























SIGO SIENDO YO

 

A veces (pocas)
prefiero callarme y no responder,
contesto con mi silencio
y demostrando mis pocas ganas de comunicarme.
Otras veces que prefiero pasar entre dos frentes,
y ser más bien flecha que sólo quiere avanzar
y que no querer volver la vista atrás.
Otras veces no y me pongo respondón
y ronroneo y gruño como perro mordedor.
Algunas otras, me pondero y me mido,
y doy mi opinión como todo un señor (las menos).
De todas formas yo soy todo a la vez,
soy el que gruñe, soy el que pondero,
soy el que me irrito y me desequilibro,
soy el amo del puto silencio,
soy una ventana abierta al mundo
y todo a la vez y al mismo tiempo...
entonces me miro en el espejo y me doy cuenta,
que sigo siendo yo,
sólo que un poco más viejo.






























SED (Ernesto Pérez Vallejo)

 

Cuando acepté que el alcohol no era sinónimo de olvido
empecé a beber sin tener excusas.
La gente no me miraba bien.
Los mismos con los que compartí algún brindis
para maldecir una cintura, o unas caderas, o un buen culo,
me dieron la espalda.
Los que te han visto siempre triste
no aceptan tu "felicidad"
si no se consideran culpables.
Como si la tristeza al ser mutua
en lugar de aumentar, restara.
Para sentarse en aquella barra
debías tener al menos dos motivos
y uno a la fuerza tenía que ser el nombre de una mujer.
Si eran dos los nombres
la resaca era espantosa.
Decía lucía, la camarera,
"Si un amor se va antes de tiempo
el desamor se queda para siempre"
También decía,
"Hay gente que lleva tanto tiempo sola,
que confunde soledad con amor propio".
En aquel tiempo yo tenía motivos
y tenía nombres
y nostalgia
y hasta amigos.
Creo que nunca estuve tan solo.
De vuelta a casa le preguntaba a las farolas por mi hogar
pero aquellas putas luces me llevaban a casa
y jamás a tus piernas.
Nunca hubo una resaca peor que despertar sin ti.
Y si perdí el equilibrio era más por ausencia de tus manos
que por el borde de las copas.
Ahora me siento y bebo sin más,
no es una cuestión de nostalgia,
ni siquiera de tristeza,
ni de tu nombre,
ni de esas putas luces,
es simplemente que respecto a olvidar
yo a diferencia del resto
ya me he dado por vencido.




























SIEMPRE GANAN LOS EGOS


No es país para viejos
el mío, mi país, no lo es,
el mío está pasado de años y de historia
a mi país,
se le caen los años como peras maduras que caen del árbol viejo,
está tan viejo el pobre
que ni siquiera tiene dientes
y respira fatal
respira a base de estertores agónicos.
Mi país es de patrias
y patrias por aquí y patrias por allá
y más patrias desde el más allá.
Mi país es de himnos y de exaltaciones,
es de desgarrar camisas
y de desabrochar los ánimos más exaltados.
Mi país es de desfilar ante momias disecadas al sol
y a ritmo de un himno militar que suena a pacotilla de feria.
(como todos los himnos militares).
Mi país es de ruido de sables y botas
y se oyen sonidos de cornetas y tambores.
En mi país,
los colores patrios de las banderas,
enardecen sus venas más patrióticas.
Mi país es patria que está de rebajas,
además, está de oferta,
se vende al mejor postor,
y se regala a la gran masa que ama a su patria.
El amor al terruño no tiene límites,
y algunos presumen de ser ciudadanos del mundo,
pero en realidad,
no ven más allá de su propia frontera,
les entusiasman las fronteras y el sentirse superiores,
generalmente, a lo que sea.
Pero me temo que al final, va a ser verdad,
que pase lo que pase
siempre ganan los egos...


















LA UTOPÍA (Eduardo Galeano)


La utopía está en el
horizonte, me acerco
dos pasos, ella se aleja
dos pasos.
Camino diez pasos y el
horizonte se corre diez
pasos más allá.
Por mucho
que yo camine, nunca
la alcanzaré.
Para que sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.



















LA LLUVIA


No hay mucho más que decir,
el tiempo y a nuestro pesar, van a pasar igualmente,
las palabras seguirán produciendo el mismo dolor o más,
las ausencias seguirán siendo vacíos de aire y gas,
el jazmín nos seguirá regalando aromas en las noches de verano,
la enredadera del patio seguirá ascendiendo hacia el espacio sideral,
el limonero seguirá dando inmensos limones rogosos y amarillentos,
el día dará paso a la noche
y ésta a su vez, dará paso al día,
y todo seguirá en orden dentro del caos en el que hemos vivido,
tú, te levantarás todas las mañanas y dirás
¡joder! que bonito está el día
y yo, mientras tanto,
estaré regando mis plantas
y pensando en el porqué no llueve más
y porque lo bueno que hay en todos nosotros
no puede crecer sin control ninguno.
Sabes...al final...
la lluvia es la que nos salvará
de todas nuestras malas historias.
























EL OLVIDO (Alejandra Pizarnik)


en la otra orilla de la noche
el amor es posible
-llévame-
llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria.

















REVOLUCIONARIOS (Gsús Bonilla)


hablando de rojos – deduzco –
qué les abrieron el pecho
les extirparan el corazón,
y aún así,
viste? que hijos de puta!
siguen latiendo.


















Yo, si viviera en otra tribu

 Yo, si viviera en otra tribu con distinto nombre y con otros apellidos sería el puto amo de mi mundo andaría por las aceras de mi pueblo ve...